¿En qué términos valora el PSOE malagueño el impacto de la pandemia en la provincia?

Desde un primer momento, lo hemos valorado con preocupación. La propagación fue muy rápida y temíamos que llegara a sectores en riesgo, como las residencias de mayores. En Málaga, el sector sanitario ha resistido bien. Solo se ha tenido que recurrir a la medicalización de algunos hoteles y a la utilización de áreas de hospital destinadas a otros servicios. Aunque tengamos números mayores que el resto de Andalucía, no se ha colapsado el sistema sanitario y se ha podido prestar la atención. Tenemos la esperanza de que, a partir de ahora, se pueda controlar la epidemia y podamos pasar a otra fase más de desescalada, una vez que el Gobierno lo consensúe con los técnicos y las comunidades autónomas.

Usted ha sacado pecho ante quienes culparon al Gobierno central de la escasez de material sanitario, ¿qué argumentos le restan razón a estas críticas?

Prácticamente, en todos los países del mundo se están teniendo problemas con el material sanitario. Con material defectuoso o con la adquisición. He sacado pecho porque el Gobierno centralizó las compras para hacer acopio en el mercado internacional de modo que no se desabasteciera el mercado nacional. Si no se toma esta decisión, el problema hubiera sido mayor. Las comunidades autónomas, que eran las que tenían las competencias, no tenían ese acopio de material. Se ha contribuido a que haya un abastecimiento más regular, dentro de las dificultades de este mercado a nivel mundial. Los países a los que le llegó la epidemia antes hicieron acopio de ese material y complicaron al resto del mundo. Por eso, aquí se han producido más contagios entre los sanitarios. Y porque cada sistema de salud no tenía el material al inicio de la epidemia y se ha tenido que recabar material de donaciones, de compras de las administraciones o de aportaciones privadas. Ese ha sido el gran hándicap en la gestión de la pandemia en todo el mundo.

¿Qué nota le pondría a la respuesta a la pandemia del Gobierno de Pedro Sánchez?

Me resisto a poner nota. Aún estamos en plena gestión de la crisis. Cuando todo esto pase, habrá tiempo para que la ciudadanía valore la actuación de cada uno. Del Gobierno y de la oposición. Aquí hay dos notas que poner. Lo que sí quiero decir es que el Gobierno está actuando con determinación, contundencia y asumiendo los errores que se hayan podido cometer. Está gestionando la crisis desde la responsabilidad y sin reproches a otra administración o a otra fuerza política, cuando enfrente no ha tenido lo mismo. Es una crisis totalmente nueva y en el afán de solucionar problemas de todo tipo, también económicos y sociales, se han podido cometer errores y se ha sabido rectificar cuando ha sido necesario.

Habla de rectificar, ¿falló el Gobierno al omitir el paseo en el alivio infantil del confinamiento?

El presidente del Gobierno ha reconocido que se pecó de prudencia para no arbitrar una salida más y usar las ya existentes para llevar a los niños. Muchos técnicos y muchas familias advirtieron de que no era lo más recomendable y se ha entendido que era menos arriesgado que el paseo fuera por el propio entorno de los domicilios y no por lugares donde puede haber más gente. Es una buena decisión.

¿Qué le reprocharía a la Junta de Andalucía en esta situación?

No queremos reprochar. Hemos demandado mayor lealtad con el Gobierno de España y también nos gustaría que hubiera un poco más de humildad y menos autocomplacencia o triunfalismo por parte de los miembros del Gobierno de Andalucía. Todo lo que están destinando a propaganda de la gestión de la crisis debería dedicarse a la gestión de la propia crisis, a material sanitario o a dotación de personal. Además, tienen que ofrecer información a las fuerzas políticas. El presidente no ha comparecido en el Parlamento. Se está hablando de desescalada y todavía no se ha desescalado en el Parlamento. Tienen que informar para que pueda haber un control por parte de una oposición que, en el caso del PSOE; ha apoyado todas sus medidas.

¿Cree que en la crispación política actual se ve reflejado el eterno problema de las dos Españas?

No sé si el eterno problema pero, evidentemente, hay una crispación. Yo hablaría de una crispación deshonesta que quiere utilizar la crisis para derribar al Gobierno. No sé si es por las dos España o porque se quiere aprovechar cualquier situación. Tenemos ejemplos de otros países, aquí al lado en Portugal justo, donde la actuación de la oposición es de otra forma. Espero que la oferta firme y sincera del presidente del Gobierno y del PSOE para llegar a pactos de cara a la reconstrucción haga ver otra cosa. Los españoles van a exigir esa unidad. Espero que superemos unidos el reto. Hemos tenido otros ejemplos en la historia de España, en la Transición por ejemplo, en los que se dejaron a un lado las diferencias.

Hace unos días, usted le pidió al presidente de la Diputación, Francisco Salado, que hiciese los deberes para que los pueblos no fueran los grandes perjudicados. Y él respondió que «el señor Ruiz Espejo se ha desconectado de la realidad en el confinamiento». ¿Qué le parece su reacción?

Es un poco defensiva. La reacción es atacar al otro. Fue una reivindicación que le trasladé en nombre de muchos alcaldes. El PSOE es el partido que gobierna en un mayor número de municipios menores de 20.000 habitantes. Tenemos alguna legitimidad para trasladar propuestas, que siempre han sido positivas. Los municipios no han recibido un solo euro de financiación extraordinaria para atajar esta crisis. Las comunidades autónomas han recibido por parte del Estado y las diputaciones van a recibir de las comunidades. Y los municipios, que están en primera línea y se encuentran con problemas en las familias de todo tipo, necesitan que estén atendidos. Y eso es lo que hemos reclamado. Una mayor atención por parte de la Diputación, que tiene la función de atender a los pequeños municipios.

¿Celebra que el Gobierno de España recurra el decreto de la Junta que modifica 21 leyes?

Más que celebrar lo entiendo. No debemos celebrar que tenga que existir control por parte de otras instituciones pero ya lo advertimos en el Parlamento. No se puede tramitar un decreto ley ordinario dentro de un periodo extraordinario de alarma y en una comisión permanente en la que no participó todo el Parlamento. Nos parecía una aberración jurídica. Y, además, se modificaba una veintena de leyes sin consultar a ciertos colectivos.

Ostenta desde hace dos años y medio la secretaría general del PSOE de Málaga, ¿cuánto tiempo más se ve al frente del partido?

Cuando termine este mandato, que es el tiempo que tengo reconocido, y se abra el nuevo calendario de renovación lo decidirán los militantes. Tengo el honor de ser el primer secretario general elegido directamente por ellos.

¿Sigue existiendo tanta distancia entre quienes apoyaron, como usted hizo, a Susana Díaz y quienes se alinearon con Pedro Sánchez en el PSOE malagueño?

Eso se superará y está en esas vías. Sobre todo, ahora que hemos visto los grandes problemas que puede tener una sociedad. Luchar juntos, hasta con la oposición, es lo más efectivo. Y en el ámbito de la política interna, también. Habrá seguramente otras candidaturas en las siguientes elecciones que se celebren para cuestiones internas. Somos un partido plural y democrático con 140 años de historia. Son decisiones que se someten a la militancia y, luego, todos trabajamos juntos en lo que salga elegido.