La crisis del coronavirus ha contribuido al aumento del paro en el primer trimestre del año, un periodo que no suele ser propicio para el mercado laboral por corresponder todavía a la temporada baja turística pero que en este 2020, con la incidencia de la pandemia, ha registrado cifras todavía peores. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados en Málaga se incrementó en 14.100 personas respecto al cierre de 2019, con lo que se sitúa ahora en 153.900 parados. La subida es la más alta en Málaga para un primer trimestre desde 2012 y eso que, según reconoce el INE, aún no están computadas las personas afectadas por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

A nivel provincial, el incremento de Málaga sólo se quedó por detrás de Baleares (que sumó 49.200), Madrid (20.700) y Valencia (15.800).

La tasa de paro en la provincia aumentó en estos tres meses del 17,7% al 19,4% y se sitúa por debajo de la media andaluza (21,1%) y cinco puntos sobre la nacional (14,4%). Aunque sea por la excepcionalidad de la pandemia, el aumento del desempleo rompe también una tendencia de descensos interanuales que se inició en 2014, una vez superado el tramo más duro de la crisis económica. Con el dato del primer trimestre de 2020, Málaga tiene ahora 17.000 parados más que hace un año.

La cifra de ocupados, por su parte, ha caído en estos tres primeros meses del año en 8.400 personas hasta los 639.500. Por sectores, la cifra bajó en 16.800 en los servicios y en 500 en la construcción mientras que subió en 7.700 en la agricultura y en 1.200 en la industria. También en este caso, el volumen empeora al de hace año: hay 7.900 ocupados menos respecto al primer trimestre de 2019.

Los datos de paro de esta oleada de la EPA no incluyen aún a los afectados por ERTE, ya que, según la metodología de la encuesta, se consideran ocupados mientras la suspensión de empleo sea inferior a tres meses. Si es superior o igual a ese periodo y el trabajador continúa percibiendo al menos el 50% del salario también sigue considerándose ocupado. Esta práctica es acorde con las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Oficina Estadística de la UE (Eurostat).

Además, el INE admite que la incidencia del coronavirus y del estado de alarma tiene un reflejo todavía muy limitado en esta EPA. «Las estimaciones se calculan como media de todas las semanas de cada trimestre. Las entrevistas en las que se basa están repartidas uniformemente, en este caso entre las 13 semanas del primer trimestre. Los efectos del estado de alarma sobre el empleo son apreciables a partir de la semana 11, por lo que su influencia sobre la totalidad del trimestre queda diluida», dio.

El INE cree que parte de los nuevos parados puedan estar de momento clasificados como inactivos debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que se establece en la definición de paro de la EPA. En Málaga, sin embargo, no parece reflejarse esa dinámica, ya que el número de inactivos ha bajado en la provincia en 1.300 personas, para un total de 603.700.

En cuanto a la cifra de población activa, Málaga cuenta actualmente con 793.400 personas en edad y disposición de trabajar, 5.700 más que a finales de 2019.

Impresiones sindicales

El secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga, Francisco Villodres, indicó que la EPA de este primer trimestre «suaviza mucho la negatividad de los datos» ya que el estado de alarma se decretó a falta de apenas dos semanas para concluir la encuesta trimestral.

«Lo más preocupante puede venir en los próximos meses, donde tendremos una fotografía mas real del mercado laboral. Pedimos al Gobierno que centre todos sus esfuerzos en la protección de la clase trabajadora y el mantenimiento de nuestro tejido empresarial para un tiempo que se antoja difícil», apuntó. UGT teme que un gran número de los trabajadores acogidos a ERTE pueden perder sus empleos por la pandemia, ya que las empresas «adecuarán sus plantillas a una nueva situación de incertidumbre y caída de la actividad, esperando que la situación vuelva a una normalidad relativa».

La secretaria de Empleo de CCOO en Málaga, Patricia Laguna, coincidió en que la EPA «no refleja claramente» las consecuencias del estado de alarma pero sí apunta ya una tendencia de «importante destrucción de empleo». Y cree que esta crisis evidencia una vez más que Málaga debe cambiar su modelo productivo.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) advirtió de que los datos sí pueden reflejar ya la merma de contrataciones de la temporada pre-turística, así como la disminución de empleo propia de los inicios de la crisis sanitaria. Destaca también el aumento de la población activa como factor vinculado a esta subida del número de parados. La patronal instó a trabajar «de forma intensa en la planificación e implantación de estrategias orientadas a la recuperación del empleo». Además, demandó el reinicio de la actividad «en aquellos sectores considerados no esenciales (comercios minoristas, industria turística....) en condiciones de seguridad tanto para los trabajadores como para la sociedad».

La Junta de Andalucía señaló que la EPA del primer trimestre, con un aumento del paro de 12.800 personas y una caída de ocupados de 29.800 personas en la comunidad, «no refleja fielmente» los efectos de la crisis del coronavirus en el mercado laboral que, prevén, «desgraciadamente es mucho mayor».

González sí percibe«tendencias» como una fuerte pérdida de empleo, el aumento del paro en el sector servicios o que la industria «resiste» mejor por los ERTE, y consideró que habrá que esperar a los datos de paro de abril o a la EPA del segundo trimestre para analizar con exactitud el impacto del confinamiento en el empleo.

Datos nacionales

En España, el paro subió en 121.000 personas en el primer trimestre del año, con un 3,8% más que en el trimestre anterior, y la ocupación disminuyó en 285.600 puestos (-1,4%). En ambos casos se trata de los peores registros de paro y empleo desde 2013.

Al finalizar marzo, el número total de parados se situó en 3.313.000 y el de ocupados, en 19.681.300. El INE ha incluido algunos datos para conocer lo que pasó con la crisis del Covid-19. Así, los ocupados que no trabajaron en esa semana de referencia (ya con la crisis declarada) aumentaron entre enero y marzo en 509.800, cifra desconocida hasta ahora en un primer trimestre. Estadística cifra en 562.900 los afectados por paro parcial por razones técnicas o económicas o ERTE.

La suspensión o la reducción de jornada de los afectados por ERTE, junto con la influencia de otros tipos de ausencias al trabajo, sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que cayeron un 4,25% respecto al cuarto trimestre de 2019. Es el mayor descenso en un primer trimestre en diez años.

En cuanto al aumento del paro, el INE ve probable que muchos trabajadores que hayan perdido su empleo se hayan clasificado de momento como inactivos. De hecho, el número de inactivos experimentó un aumento sin precedentes en la EPA tras crecer en 257.400, lo que situó el total en 16.525.900 personas.