Los principales sindicatos de Málaga ponen el acento en no bajar la guardia con la protección de los profesionales sanitarios que luchan contra el Covid-19, con la idea de bajar y reducir la tasa de profesionales sanitarios malagueños infectados por el virus, que en estos momentos alcanza cifras muy preocupantes del 25 por ciento de los casos registrados en Málaga y provincia y de un 23 por ciento de los casos registrados en la comunidad andaluza.

«Las cifras de contagio profesional indican que desde el principio de la pandemia no se han hecho las cosas bien en materia de protección a los profesionales», afirma Rafael González, de CCOO, que hace hincapié en la mejoría de la situación en este aspecto en personal de UCI, Atención Primaria y Urgencias. «Pero existe un grupo de trabajadores sanitarios, como son los conductores de ambulancias, celadores, limpiadores e incluso el personal administrativo que trabaja en zona de riesgo y que no tiene la protección necesaria», alerta.

«Los profesionales que no están en primera línea de actuación ha sido discriminados en el reparto de EPI», comenta Vicente Sandoval, de UGT, quien cree que este aspecto causa un problema psicológico a estos trabajadores llamados de 'segunda línea' porque saben que están en contacto con personas que pueden tener el virus y no tienen la protección adecuada, «sobre todo los celadores, que tienen un riesgo análogo que los que están en primera línea», concluye Sandoval.

Para CSIF, en boca de Juan Pedro Ruiz, estos profesionales sienten «rabia y frustración» por ser considerados como trabajadores de segunda. «Al principio de la pandemia no tuvieron equipos de protección y cuando estos llegaron, eran defectuosos. Ahora lo que demandan es que se les cribe para saber si han pasado la enfermedad o no».