Dentro de los paisajes de ciencia ficción de estos días, José Luis, vecino de Bonaire, ha tenido la amabilidad de enviar a esta sección la foto de hoy la barriada de Virgen de Belén, en la Carretera de Cádiz, que ve desde su balcón.

En el entorno se encontraba el llamado Cortijo de la Viña del Conde, cuya huella, probablemente la podamos encontrar en la calle Carril del Conde, ya en el barrio de La Luz.

Como curiosidad, el barrio de Virgen de Belén se levantó entre finales de los 60 y comienzos de los 70, y los vecinos conocían como «arriba» y «abajo», los dos claros niveles de una importante parte del barrio.

Esta denominación, que recuerda a la famosa serie británica de estirados señores y sirvientes, evoca sin duda este singular barrio cruzado por pasarelas para comunicar algunos de los bloques.

El motivo no está muy claro, reconocen vecinos veteranos. Lo llamativo es que en el diseño original del barrio, que levantó una constructora dependiente de la Caja de Ahorros Provincial de Málaga, el nivel bajo era una calle más del callejero de Málaga.

Pero más tarde, un grupo de vecinos acordó que la parte baja podría servir muy bien de aparcamiento, así que acotaron la calle con un muro y un portón y lo transformaron en aparcamiento.

La convivencia de un parking grande con una parte peatonal en la parte superior, lo saben bien muchos vecinos de Parque Mediterráneo, puede dar lugar a problemas. Durante años los han tenido y gordos en Virgen de Belén, por filtraciones «abajo», donde se guardan los coches.

El tiempo había deteriorado además el conjunto, que en el Pasaje de Belén, con sus pasarelas, ofrecía un paisaje de pintadas bastantes 'chungaléticas', más dadas a la autopromoción del autor infractor que a la creación artística.

Después de muchos años de tiras y aflojas, los vecinos consiguieron que el Ayuntamiento costeara más de la mitad de las obras para dejar el barrio en condiciones y acabar con las goteras.

Las obras acabaron en 2015 e incluyeron, también gracias a la insistencia de los vecinos, la pista polideportiva que se ve en la foto. De paso, se canalizaron en condiciones unos desagües de la pista que acababan en el aparcamiento de abajo.

Y visto que el barrio estaba en plena puesta a punto, también lograron vallar el campito, para que los tiros a la escuadra no acabaran en las ventanas. Cinco años más tarde, los problemas no han acabado y más bien como el turrón El Lobo, regresan, pero esa ya es otra historia de la que hablaremos otro día.

El ruego

Ejemplos hay a pares estos días de niños que, acostumbrados a la 'molicie' de no salir de casa en semanas, les piden a sus padres paseítos por Málaga... pero cortos.