Málaga celebró ayer, 1 de mayo, un Día del Trabajador atípico y diferente ya que, debido al estado de alarma y a la situación de confinamiento, las habituales manifestaciones de los sindicatos CCOO y UGT por calles de Málaga dejaron paso en esta ocasión a mensajes por las redes sociales bajo el lema «Trabajo y servicios públicos. Otro modelo social y económico es posible» y a conciertos de grupos musicales que se pudieron seguir de forma telemática. Es la primera vez en la historia reciente de España que no ha habido una manifestación por el Primero de Mayo al uso.

Tras mes y medio de pandemia, la provincia afronta un panorama laboral y económico muy incierto. Si en el mes de marzo se perdieron 45.156 afiliados a la Seguridad Social en marzo (un 7,2% del total), bajando ahora la cifra de cotizantes a 576.561, esta próxima semana se conocerán los datos de abril, donde la paralización de la actividad y la incidencia de los ERTE apuntan a una nueva destrucción significativa de empleo. Málaga capital, con más de 16.600 afiliados menos, y Marbella, con un descenso de 5.312, acumularon casi la mitad del empleo perdido en marzo en la provincia.

Málaga es,por otro lado, la cuarta provincia española que más afiliados perdió en marzo tras Madrid (134.294), Barcelona (97.444) y Valencia (47.812). No obstante, un estudio del Colegio de Economistas de Málaga elaborado estos días por Juan Manuel Ruiz Galdón, recoge un indicador que mide la relación entre trabajadores y población (al que denomina «índice de afectación»), que revela que Málaga sería la segunda provincia más afectada de España por el empleo destruido respecto al número de habitantes, con un índice de -2,72 que slo sería superado por Huesca (-2,76), y estaría por delante de Cádiz (-2,51), Las Palmas (-2,50) y Santa Cruz de Tenerife (-2,47). Madrid, en este caso, tendría un -2,02, Valencia un -1,86 y Barcelona un -1,72.

Volviendo a los datos de pérdida de trabajadores cotizantes en la Seguridad Social, el grueso del trabajo perdido en Málaga es del Régimen General (42.037, que representa el 93% del total de la caída). El volumen mayor de pérdidas en este régimen se sitúa (lógicamente, por su nivel de población) en Málaga capital con 15.801 trabajadores, seguida de Marbella con 5.021, Torremolinos con 2.068 y Benalmádena con 2.028.

Respecto de los municipios de más de 20.000 habitantes, se perciben también caídas generalizadas, siendo Coín, con un 21%, el de mayor descenso, seguido de Alhaurín el Grande con 18,95%, Alhaurín de la Torre con 18,31% y Nerja con un 17,64%.

Respecto de los municipios con más 50.000 habitantes, se vuelven a detectar bajadas porcentuales generalizadas respecto al mes anterior, siendo Benalmádena el municipio que más pierde con un 15,18%, seguido de Torremolinos con un 13,70%, Estepona con un 13,15% y Fuengirola con un 11,87%. Málaga capital pierde un 6,55% y Marbella un 9,71%, por citar algunos de los casos más significativos.

Cabe destacar también pérdidas porcentuales muy altas en municipios de pequeño tamaño como Cuevas del Becerro con un 62,14% de caída, Faraján con un 58,33% o El Burgo con el 51,63%.

Autónomos

En el régimen especial de trabajadores autónomos, la provincia ha perdido 4.306 autónomos, lo que supone un 3,51% menos respecto al mes anterior. La capital es donde más bajó en números reales la cifra (-586), seguida de Marbella (-230)

Las pérdidas más elevadas de autónomos a nivel porcentual son las de Parauta con un 40%, seguido de Pujerra con un 25% y Cartajima con un 16,67%. De los municipios con más de 20.000 habitantes destacan Fuengirola con una pérdida del 2,16%, seguido de Estepona con un 1,96%, Rincón de la Victoria con un 1,88% y Torremolinos con un 1,84%.

Por parte de los sindicatos, el secretario general de CCOO en Málaga, Fernando Cubillo, recordó ayer, con motivo del Primero de Mayo, que «la unidad de la clase trabajadora es necesaria para reactivar la economía» y superar los efectos de la pandemia.

«Hay que poner freno a la desigualdad de género, a la exclusión social, a la pobreza y a la precariedad laboral. Es necesario un nuevo modelo social. No podemos permitir que el distanciamiento físico que ha traído el coronavirus se traduzca en distanciamiento social», apuntó en un mensaje a través de las redes sociales.