La reina Máxima de Holanda, los antiguos Reyes de Bulgaria, la fallecida Reina Fabiola, Jaime de Marichalar y sus dos hijos Victoria y Froilán, Isabel Preysler, la familia Calvo-Sotelo y 187 malagueños de nuestros días tienen en común descender del Solar de Tejada, la institución nobiliaria más antigua de España, que llegó a Málaga gracias a los emigrantes riojanos de la Tierra de Cameros.

De hecho, la casa solariega de Tejada, en una hermosa finca rústica de 550 hectáreas de robles y prados, se encuentra dentro del término municipal de Laguna de Cameros, el pueblo de origen de los Larios, en la zona conocida como Cameros Viejo.

Los cameranos empezaron a llegar a nuestra provincia a finales del XVIII pero sobre todo a partir de 1836, cuando la abolición de la Mesta produjo el final de la ganadería ovina transhumante de la Tierra de Cameros, que durante siglos había vivido del comercio textil gracias a su afamada lana de oveja.

Como resultado, cientos de cameranos emigraron por toda España. Muchos de ellos lo hicieron a Andalucía donde continuaron con el comercio textil o abrieron nuevos negocios. En Málaga, familias cameranas como los Larios, Heredia, Martínez de Tejada, Gómez, Herreros de Tejada, Sáenz, Alonso, Giménez, De la Cámara, Álvarez, Portal, Jiménez o Gálvez terminaron marcando la historia de la ciudad.

Descendientes malagueños de algunos de estos emprendedores riojanos son los que en la actualidad forman parte del Solar de Tejada, declarado en 2016 Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. Todos ellos son señores de Tejada, caballeros e hijosdalgos (o hidalgos); pero igualmente hay señoras e hijadalgos de Tejada porque esta institución medieval admite desde su nacimiento tanto a hombres como a mujeres con idénticos derechos, lo que la hace más única aún.

El origen (legendario) de esta institución hay que buscarlo en la mítica batalla de Clavijo (La Rioja) contra los musulmanes en el año 844. En ella participan Don Sancho Fernández y sus 13 hijos. En mitad de la contienda al padre se le rompe la lanza pero sigue peleando con la rama de un tejo y vence a los infieles.

Acabada la batalla, el rey Ramiro I de Asturias y León le premia con varios privilegios: le concede un escudo y el que su casa sea conocida como la de Tejada. Además, sus descendientes, sean hombres o mujeres, serán para siempre dueños y señores de sus tierras.

Esta historia legendaria tiene un sustrato histórico reconocido en la propia declaración de BIC publicada en el BOE: El Solar de Tejada es un vestigio de una forma de propiedad indivisible y perteneciente a un mismo grupo familiar llamada 'Señorío de Divisa', que era la normal «en la España anterior al siglo XIII».

El respaldo de todos los reyes

El primer documento histórico del Solar de Tejada ('solar', en el sentido de casa, descendencia o linaje noble) es una carta real de Enrique IV de Castilla de 1460, que respalda la que ya era una antigua institución. Le siguieron las respectivas cartas de los Reyes Católicos, de Carlos I... de todos los monarcas y jefes de Estado hasta llegar al Rey Juan Carlos I, en 1981.

Quienes comparten este señorío de Tejada -entre ellos los 187 malagueños, según datos de 2018- se conocen como 'diviseros', y para formar parte de él han tenido que demostrar con documentos que descienden del linaje de Tejada, que entronca con el famoso Sancho de Tejada de la batalla de Clavijo.

Uno de ellos es el malagueño Javier Gancedo, sobrino nieto del famoso comerciante textil riojano Félix Sáenz, nacido en San Román de Cameros; pero como explica, también desciende por otra rama camerana -la de los Gómez-de la familia Martínez de Tejada, naturales de Laguna de Cameros: «Soy divisero por las dos ramas», cuenta.

Como aclara, para resultar inscrito en esta institución nobiliaria no basta con demostrar con documentos ser descendiente de cameranos, es necesario además que esos antepasados consten en los archivos del Solar de Tejada como 'diviseros', pues no todos los nacidos en los pueblos de la Tierra de Cameros pertenecen al linaje de Tejada.

En su caso, la existencia de este antiquísimo solar lo descubrió a través de su primo José Agustín Gómez-Raggio. «Él se fue en coche a Cameros, me contó la historia y me quedé sorprendidísimo», reconoce.

Otra malagueña que forma parte del Solar de Tejada es María Teresa Checa Gómez de la Cruz, que explica que se ha inscrito entre otras cosas por su pasión por la genealogía, una disciplina que le ha permitido localizar a un antepasado Gómez de Tejada, que además de miembro del linaje camerano acompañó a los Reyes Católicos en la Toma de Granada, así como a un Hernández de Tejada, por la parte paterna, por lo que como Javier Gancedo pertenece doblemente al solar.

En el caso de Javier Gancedo, quien por cierto lleva varios años preparando un libro sobre Félix Sáenz, además ha podido estar presente en una de las reuniones anuales de diviseros, que se celebran cada 1 de octubre.

Tienen lugar en la casa solariega de la finca, una antigua construcción que en su día sustituyó a la casa primitiva, que se perdió en un incendio en 1560.

La institución se rige por un ayuntamiento, con alcalde mayor y varios cargos más, que se reúne mensualmente para gestionar la casa y la finca y que en la reunión anual expone el estado de cuentas y la marcha de los terrenos y también da la bienvenida a nuevos diviseros. Los nombres se inscriben en el archivo, en un arcón que se abre con seis llaves que portan los 'claveros', cada uno de ellos de los seis pueblos que rodean el Solar de Tejada y que están vinculados a él: Laguna de Cameros, Cabezón de Cameros, Jalón de Cameros, Muro de Cameros, Almarza de Cameros y Pinillos.

La casa, el escudo y la finca forman la propiedad común e indivisible de los diviseros de Tejada, la huella más desconocida de los cameranos que transformaron Málaga.