A pocos días de finalizar la tercera prórroga del Estado de Alarma, Málaga se adentra en la "fase 0" de la desescalada rumbo a la famosa pero desconocida "nueva normalidad". En este nuevo contexto que se prolongará, si todo discurre como debe, durante 15 días, el comercio minorista retoma su actividad.

Una nueva orden del Ministerio de Sanidad (Orden SND/388/2020, de 3 de mayo) detalla las diferentes medidas que deberán mantenerse en las próximas dos semanas y que afectarán a los establecimientos minoritarios, la hostelería y restauración, el deporte profesional y federado y los archivos.

Por un lado, abren al público las peluquerías, centros de estética y fisioterapia, así como talleres de reparaciones y arreglos, siempre que puedan garantizar las medidas de higiene necesarias y la protección de trabajadores y clientes.

"Como tengo bastante espacio, he separado los tocadores, dos en un lado y en otro", explica la propietaria de la peluquería Lourdes Gil, que ya está abierta al público y gestiona sus citas previamente y a través de WhatsApp y llamadas.

Este negocio ha establecido un estricto protocolo de seguridad para acceder al salón en el que es imprescindible desinfectar las suelas de los zapatos, meter los objetos personales en bolsas, ataviarse con mascarilla y guantes en caso de no tener y desinfectarse las manos. Equipada con una visera de acetato mientras atiende a una clienta, Lourdes explica que el personal se organiza en turnos, para que nunca haya más de cuatro personas en el local, dos clientes y dos trabajadores.

"Una descansará por la noche, otra por la tarde y otra durante el día. Y ya está, acostumbrarnos a trabajar con estas medidas, no queda otra", añade.

Durante la actividad de este tipo de negocios donde el acercamiento es imprescindible durante la atención al usuario, el Ministerio de Sanidad exige la utilización de equipos de protección individual para ambas partes y, eso sí, que se aseguren los dos metros de seguridad entre clientes.

Por otro lado, en esta fase inicial los talleres de reparación de vehículos pasan a dar servicio al público general, aunque hasta ahora han mantenido su actividad, en menor medida, para garantizar la movilidad de los servicios esenciales.

"Ya esta semana tenemos cuatro o cinco citas", relata Juan, propietario del taller Juanchu, que sostiene que aunque no ha llegado a echar la persiana del todo, ha estado "bajo mínimos, a un 5% o un 10%", y sigue viendo “poco movimiento" en su negocio. "Tenemos malas perspectivas… esperemos que más adelante esto mejore".

En cuanto al gremio de la restauración, hasta el momento solo se había permitido el servicio de reparto a domicilio, siendo obligatorio mantener los locales cerrados y, por supuesto, sin terrazas. Con esta nueva norma ministerial, los locales podrán implantar un servicio de comida para llevar, esto es, los clientes podrán acudir a recoger sus pedidos, que deberán hacerse previamente por teléfono o bien, por internet.

"La verdad que la gente bien. A distancia, la cola, la gente esperando… pero bien", explica Sole, empleada en la cafetería Lucy, que atiende desde una ventana directa a la calle por en turnos de mañana y tarde. Su clientela no renuncia a los productos clásicos que antes degustaba acomodada en una mesa: churros, chocolate, café, pitufos… "Como antes pero todo para llevar, en vaso de plástico".

Las cafeterías, bares y restaurantes que ofrezcan este servicio de comida para llevar deberán, según la orden ministerial, poner a disposición del público geles hidroalcohólicos y marcar de forma clara la distancia de seguridad entre sus clientes, o bien con cartelería, señalización o incluso con marcas en el suelo en caso de que deban acceder al local.

Un respiro para el mundo editorial

La flexibilización de las medidas de confinamiento atañen también a las librerías, cerradas desde que se decretase el estado de alarma y atendiendo únicamente el reparto a domicilio. Ahora abrirán parcialmente para la recogida de ejemplares en tienda.

"Hoy es el primer día que nos permiten abrir al público con limitaciones. No se puede hojear, los clientes no pueden manipular los libros", explica Federico, mientras atiende llamadas y entrega ejemplares tras un mostrador en la librería Luces. "Lamentablemente, todavía no se puede deambular por la librería ni hojear los ejemplares para minimizar las posibilidades de contagio".

Pese a que este nuevo desbloqueo permite cierto respiro para el mundo editorial, aún no es posible retomar las actividades culturales y de esparcimiento que congregan a los lectores en el interior de las librerías. "Lo echamos de menos. Para nosotros es fundamental, el fomento de la lectura, el encuentro de lectores y autores, cuentacuentos para niños, torneos de ajedrez… y todo eso por el momento no lo vamos a poder ofrecer", argumenta Federico.

Por tanto, en esta nueva fase prevalecerá la cita previa para minimizar la estancia de clientes en los comercios y que estos coincidan en su interior lo menos posible. Además, es esencial garantizar la atención individualizada (cliente-trabajador) y la separación interpersonal, siempre que sea posible.

Desde el Ministerio de Sanidad inciden en la condición de establecer un horario preferente para mayores de 65 años, que necesariamente tendrá que coincidir con sus franjas horarias para los paseos y la actividad deportiva, en concreto, entre las 10 y las 12 horas, y entre las 19 y las 20 horas.

Con todo, y pese a la añoranza por el café en taza y acompañado, el bullicio y el olor a libro nuevo desde la estantería, una parte del comercio malagueño empieza a desempolvarse y a mirar hacia un futuro, poco a poco, más alentador.