El pequeño comercio de Málaga ha iniciado este lunes la vuelta a la actividad de forma "tranquila", "tímida" y "desigual", según han explicado a este periódico diversos colectivos consultados, con algunos negocios que sí han decidido reabrir de inmediato (sobre todo los del segmento de peluquerías, estética y cuidado personal) y otros que todavía están decidiendo cuándo hacerlo (muchos van a esperar al menos a la semana que viene), al no tener claro que vayan a tener clientela o demanda suficiente que haga rentable el abrir de nuevo sus puertas.

Y es que la orden del MInisterio de Sanidad que establece las condiciones para la reapertura en esta "fase cero" de la desescalada implica que los establecimientos del comercio minorista y de servicios profesionales (siempre que cuenten con una superficie inferior a 400 metros cuadrados) deben implantar un sistema de cita previa que garantice la permanencia en el interior de un único cliente por cada trabajador, sin que se puedan habilitar zonas de espera, y garantizar la atención individualizada con la debida separación física o, si no es posible, mediante la instalación de mostradores o mamparas.

La vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, ha comentado que la reapertura de comercios ha tenido un seguimiento "desigual", según la demanda de cada sector, siendo quizá las peluquerías, los negocios que trabajan la ropa deportiva y algunos restaurantes de comida preparada para recoger los que más han empezado a atender con cita previa.

"Está siendo una reapertura tímida en su arranque, ya que depende de cómo pueda organizarse cada empresa. Hay algunos que irán abriendo en los próximos días y otros esperarán a la próxima semana. El deseo es abrir y recuperar clientes pero todo hay que hacerlo con mucha cautela, con las medidas de protección adecuadas y viendo si salen los números", ha dicho. La CEM cree que ésta va a ser una semana de prueba y que será a partir del 11 cuando se compruebe en mayor medida el retorno a la actividad. Para Sánchez, la duda también está en si para el sector de la hostelería será rentable abrir con el 50% de limitación del aforo.

Desde el colectivo Comercio Málaga, que aglutina a más de 3.800 empresas de ámbitos como el textil, el mueble o los suministros que dan trabajo a 25.000 personas en la provincia, afirman que las aperturas han sido aún pocas (quizá, por ejemplo, en torno al 25% del total en el textil) y que en los próximos días el volumen puede ir creciendo. Su presidente, Salvador Pérez, coincide en que la reapertura ha comenzado "de forma muy tímida", y pide al Gobierno que las condiciones "sean claras y se comuniquen en tiempo y forma".

Pérez cree que otro problema es que "no hay clientes en la calle", por lo que piensa que habrá negocios que esperarán a que la movilidad se flexibilice más para abrir sus puertas. "Estamos deseosos de volver a trabajar porque tenemos pagos y alquileres pendientes, pero muchos optarán por esperar al día 11", añade. También demanda que las líneas ICO de financiación lleguen de forma más fluida y que se aclare la flexibilidad de los ERTE.

"La impresión es que los comerciantes están todavía esperando a conocer más medidas y a dotarse de equipos de protección. En el textil hacen falta máquinas de infrarrojos o de ozono para desinfectar las prendas. Ferreterías, negocios de recambios de talleres o algunas tiendas de moda sí están empezando a abrir progresivamente y de forma tranquila pero es posible que el calzado se espere. Todo es un poco caótico porque las medias se acaban de conocer", señaln desde Comercio Málaga.

Uno de los sectores donde todas las miradas están puestas es el de la peluquerías, que en Málaga puede concentrar a más de 3.500 negocios. La vicepresidenta de la Asociación de Peluquería y Belleza de Málaga, Mayca Campoy, afirma que, según sus cálculos, cerca de la mitad del sector ha comenzado a trabajar de nuevo mientras que el resto se prepara para hacerlo en los próximos días limpiando los locales y preparando las medidas de seguridad, pese a que la situación es, ciertamente, "complicada".

"Hay que echar cuentas porque, de momento, sólo puede haber un cliente por empleado, y eso restringe mucho la actividad y los ingresos", comenta. Según señala, la clientela, además de los habituales cortes de pelo va a demandar estos días arreglos de color, raíces o coberturas de canas, que son servicios que fácilmente pueden llevarse entre una y tres horas por persona.

"Sólo vamos a poder atender a un número limitado de clientes al día, y eso retrasando otros servicios que se llevan incluso más tiempo. Por eso los ingresos no van a volver al 100% y eso también va a repercutir en el número de trabajadores que se saquen de los ERTE", afirma. Además, Campoy destaca que trabajar con los adecuados servicios de protección (guantes y mascarilla) hacen mucho más dificultoso el trabajo.

"Es cuestión de acostumbrarse pero, indudablamente, todo será más incómodo", opina. A su juicio, el regreso al trabajo es una buena noticia aunque la premura con que el Gobierno la ha comunicado ha hecho más complicada la preparación. Además, cree que la crisis del coronavirus causará una inevitable criba en el sector, ya que algunos negocios no aguantarán la caída de ingresos o el pago de los alquileres en unas circunstancias tan inciertas.

Laboral y polígonos

El presidente del Colegio de Graduados Sociales, Juan Fernández, explica que han recibido muchas llamadas de comercios acogidos a ERTE que preguntaban si al abrir tienen que incorporar de inmediato a toda la plantilla. En este sentido, recuerda que hay una instrucciones del Ministerio donde se indica que las empresas pueden incorporar a sus trabajadores de forma paulatina. Si la apertura se produce sin que el ERTE se dé por finalizado, las empresas tendrán que ir cumplimentado una comunicación denominada de "actividad/inactividad" en la que se indique al SEPE los días que los empleados son llamados a trabajar.

"Es una obligación permanente de la empresa el disponer de un registro con los cuadrantes de horarios", afirma. En caso de que una empresa dé por finalizado el ERTE para una parte de sus trabajadores o para todos ellos también tendrá que notificarlo al SEPE (también sirve para los casos de expedientes de reducción de jornada).

Otra de las consultas que más están recibiendo de los comercios son referentes a los horarios en los que pueden acudir los clientes, con la duda de si una persona debe ceñirse o no a las franjas horarias establecidas para sus paseos en función de su edad. La respuesta, en este caso, es que el cliente puede acudir a estos comercios a la hora que quiera, pero recordando, por un lado, la preferencia para mayores de 65 años en las franjas horarias para la realización de paseos y actividad física de este colectivo, y, por otro, el hecho de que ahora mismo se ha empezado a funcionar únicamente con el sistema de cita previa.

"Lo que estamos recomendando es que el comercio en cuestión mande un mensaje al cliente con su cita, ya sea por correo o whatsapp, para que el cliente pueda justificar ante quien haga falta que se dirige hacia allí", dice. Los graduados sociales estiman que, dentro del pequeño comercio, son el segmento de peluquerías el que más se va animar a abrir de inmediato mientras que otros, como el segmento de comidas para llevar, pueden ser más cautos. "A un negocio de comidas, el mero hecho de abrir la persiana ya le genera mucho gasto entra suministro, gas o luz. Y puede que, de momento, la clientela no sea tan numerosa como para compensar eso", apunta.

El presidente de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga y Provincia (Apoma), Antonio López, explica que estos espacios comienzan a percibir algo más de actividad, tanto de algunos comercios que reabren como de otros que, a puerta cerrada, empiezan a realizar los preparativos necesarios para hacerlo en los próximos días. "Estamos viendo ya negocios de textil y suminsitros que comenzan a preparse para la reapertura, ya sea esta semana o la que viene", detalla.

Los pológonos industriales han estado al 20% durante este mes y medio de confinamiento y Apoma espera que, con estas primeras medidas de desescalada, se alcance de momento alrededor del 30%. Lo que sí pide este colectivo es que se refuercen las medidas de limpiza y recogida de basura, que hasta ahora permanecían en servicios mínimos y que ahora también tendrán que emnpezar a reactivarse. López advierte además de algunos "actos vandálicos" ante la escasa presencia policial, como vertidos ilegales de escombros y algunos robos aislados.