«Para nosotros es muy frustrante porque la gente es muy solidaria y como todos los años, esta iniciativa rueda sola», confiesa Isabel González, presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Málaga.

En octubre, la asociación había iniciado, con la colaboración de colectivos, colegios y ayuntamientos de toda la provincia, la campaña anual de envío de alimentos para los refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf, en Argelia. Los campamentos permanecen en esta desértica provincia argelina desde que en 1975 España se retirara del Sáhara Occidental y Marruecos lo ocupara.

Sin embargo, el envío, que tenía que haberse materializado en marzo, no ha podido llegar por la crisis del coronavirus.

En la actualidad, 10.000 kilos de alimentos aguardan en una nave de Alhaurín de la Torre y otros 10.000, enviados en un tráiler, permanecen almacenados y a la espera en el puerto de Alicante. Además, el confinamiento no ha permitido que llegue la ayuda recogida en Almargen, el único pueblo que falta de la provincia.

En Alicante es donde se concentran los envíos de todas las asociaciones andaluzas de amigos del pueblo saharaui, agrupadas en una federación, que se iban a enviar por barco hasta Orán (Argelia). «Allí la iba a recepcionar la Media Luna Roja y enviar a los campamentos en camiones, teníamos todo preparado», cuenta Isabel.

Los alimentos, detalla la presidenta, son no perecederos (pasta, azúcar, garbanzos, arroz, legumbres, conservas...), así que no hay riesgo de que se deterioren. Y como todos los años, entre los consistorios de la provincia el Ayuntamiento de Málaga colabora con 12.000 euros en aceite. «Eso es lo primero que cargamos», comenta.

Tampoco ha podido salir siquiera de Málaga la tradicional donación de la EMT, que en esta ocasión iba a enviar tres autobuses retirados del servicio.

«El 26 de marzo iban a salir los tres autobuses para Alicante, conducidos por los mismos conductores de la EMT. Además, en cada uno podías cargar 4.000 kilos de alimentos», explica. La donación espera en las cocheras de la EMT, en el Camino de San Rafael.

Como el año pasado informó La Opinión, los autobuses se emplean para el transporte público y suelen cubrir distancias entre los pueblos de entre 30 y 40 kilómetros.

El único consuelo es que, «afortunadamente a los refugiados les está llegando mucha ayuda de Argelia», destaca Isabel González.

Vacaciones en paz

Y lo que está también en el aire es el veterano programa ‘Vacaciones en paz’ de acogida en casas de Málaga de niños saharauis durante el verano. Por eso, la presidenta señala que quiere consultar con el Ayuntamiento de Málaga si la subvención para el programa se puede cambiar por material escolar, en caso de que‘Vacaciones en paz’ no saliera adelante. La huella del coronavirus llega a todas partes.