El gran día será hoy. Este viernes se sabrá, tras una reunión en el Ministerio de Sanidad, si Málaga entra o no a la fase 1 de la desescalada, que permitirá, de entrada, que los ciudadanos tengan menos restricciones de movimientos y la apertura de determinados comercios y negocios hosteleros, sujetos, eso sí, a importantes requerimientos como no sobrepasar el 50% de la terraza. Málaga, la capital y la provincia, asisten inquietas a la decisión que pueda tomarse en Madrid, pues no sólo se pone en un brete la salud de los ciudadanos, sino la economía.

El Ministerio de Sanidad recibió el pasado miércoles la documentación de Andalucía para avanzar hacia la fase 1 del proceso de desescalada. En concreto, la comunidad andaluza ha solicitado que las provincias de Granada y Málaga progresen a la fase 1 como ya hicieron el resto de las seis provincias a principios de semana. En el caso de Andalucía, el Ejecutivo regional confió en que las provincias de Málaga y Granada estén en la fase 1 de la desescalada a partir del próximo lunes y que puedan pasar en unos diez días a la fase 2, al mismo tiempo que las otras seis provincias que actualmente están en la fase 1, si todos los parámetros sanitarios lo permiten. Así, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, insistió en que no se entiende la decisión que adoptó el Gobierno de dejar en fase cero a esas dos provincias y, en cambio, permitir que sí pasaran de fase otras provincias de España o comunidades enteras que tienen una mayor incidencia del coronavirus por cada 100.000 habitantes, como el caso de País Vasco, Navarra o La Rioja.

Moreno señaló que, a día de hoy, no tiene claros los criterios que aplicó el Gobierno central para tomar estas decisiones, algo que también pusieron de manifiesto presidentes de otras comunidades. En su opinión, es un problema y el Ejecutivo nacional hace un «flaco favor» si no tiene «criterios objetivos, transparentes y equiparables a todos los territorios».

El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, por su parte, dijo ayer que «Andalucía está en una situación para poder pasar a fase 2 mañana mismo». En este sentido, aseveró que Málaga y Granada tienen «datos mejores que regiones que han pasado a la fase 1».

En un desayuno-coloquio virtual sobre Turismo organizado por la Confederación de Empresarios de Cádiz, Marín destacó la importancia de pasar a la fase 2 en relación al sector turístico, ya que «eso permitirá la circulación entre provincia y eso activa el turismo». En este sentido, recordó que gran parte del turismo en Andalucía es nacional, aunque criticó la medida del Gobierno para los ciudadanos extranjeros que quieran volar a España. Además, afirmó que «es momento de que el Gobierno ponga algo de su parte» y criticó que «no se ha recibido ningún recurso» por parte del Gobierno central en relación al sector turístico. Marín incidió en que el sector turístico «es clave», ya que representa un 13% del PIB y «no se puede dejar caer el PIB». «Ante esta situación, no cabe más que reinventarse y va a ser determinante la iniciativa», señaló el viceconsejero de la Junta, que añadió que «estamos pasando de una crisis sanitaria a una crisis económica muy profunda».

La alcaldesa accidental de Málaga, Susana Carillo, por su parte, dijo en la comisión municipal informativa del coronavirus que, al mediodía del martes, el Ayuntamiento no había recibido ninguna comunicación del Gobierno central al respecto ni sobre una posible progresión en las fases de desescalada, ni en cuanto a diversas peticiones efectuadas, entre ellas usar el remanente de 2019 para planes sociales y de reactivación. El Consistorio quiere actuar con toda la prudencia a la espera de lo que se decida hoy.