Las calles de la ciudad vuelven hoy a llenarse de vida y actividad con la entrada en la primera fase de la desescalada. Málaga inicia, tímidamente, su vuelta a la normalidad con el pase a la Fase 1, que permite desde hoy la apertura de comercios y establecimientos hosteleros.

Después de más de dos meses de obligado confinamiento, y una semana después que la mayoría de provincias del país, Málaga entra en la primera fase de la desescalada. Desde bien temprano, las calles de la ciudad se han llenado de curiosos, impacientes por estrenar esta nueva etapa. Si por algo se está caracterizando el día de hoy es por la contraposición entre aquellos negocios que no quisieron perder ni un minuto más para reabrir sus puertas al público y aquellos que están optando por esperar.

Los establecimientos que sí han decidido hoy comenzar a ejercer su actividad se han encontrado con la respuesta de una sociedad que esperaba con ganas volver a la vida social. Algunas cafeterías han disfrutado desde la mañana temprano de un goteo de gente que les ha permitido doblar mesas en contadas ocasiones. Con el aforo de sus locales y terrazas reducidos a la mitad, y la distancia social correspondiente entre sus mesas, los establecimientos hosteleros que han reabierto en la jornada de hoy han contado con un considerable nivel de afluencia.

"Estaba deseando tomarme un café en la calle", confiesa Marina, sentada en la cafetería El Aguaero. Si la incertidumbre era el sentimiento que invadía al sector hostelero, en la mañana de hoy se han disipado todas las dudas con la buena acogida de los malagueños. Los trabajadores de una de las cafeterías de la barriada de El Palo aseguran que "al ser lunes no esperaban un alto volumen de clientes", por lo que esta primera jornada les ha "sorprendido gratamente".

La imagen se ha repetido en distintos puntos de la ciudad. El Centro Histórico ha sido el fiel reflejo de una Málaga entrada ya en la Fase 1, contrastando con la imagen de hace tan solo unas semanas. El trajín de gente haciendo recados era hoy acompañado por aquellas personas que ya pueden disfrutar de un rato de charla en una terraza o acudir a algunos de los pequeños comercios que han abierto sus puertas. La apertura de algunas de las tiendas de la calle Larios ha permitido que la imagen de la arteria de la ciudad se pareciera a lo que fue antes de esta crisis.Vuelven las mañanas de compra y, con ellas, los establecimientos hosteleros de la zona ven cómo el volumen de clientes asciende a lo largo de la jornada.

En contraposición, algunos establecimientos permanecen con el cierre echado o con la persiana a medias, preparando su inminente regreso. "Abriremos mañana, martes 19", el chiringuito Merlo informa a sus clientes. Muchos han sido los negocios que han optado por ver primero cómo se desarrolla el primer día de regreso. Los empleados de Galerna preparan la desinfección del establecimiento y, metro en mano, miden la distancia entre las mesas para reorganizar su terraza. Esta opción ha sido la escogida por muchos establecimientos hosteleros que, en vista de los resultados de la primera jornada, abrirán mañana al público con esperanza.

Por su parte, existe un preocupante número de comercios hosteleros que no han reabierto hoy, ni podrán abrir sus establecimientos a corto plazo. La reducción del aforo hace imposible obtener una rentabilidad propia para asumir los gastos de mantener abierto un negocio hostelero. "Esperaremos a la Fase 2, a ver cómo se van desarrollando los acontecimientos", relata Manuel, dueño de un restaurante en Echevarría de El Palo.