«Teníamos un género comprado, con la intención de venderlo entre marzo y agosto. Ahora tenemos que hacerlo en dos meses y con estas circunstancias», relata Consuelo, propietaria de CS Modas. Los pequeños comercios textiles reabrieron el pasado lunes sus puertas, tras más de dos meses de inactividad. La imagen que ofrecen ahora la mayoría de ellos es la de establecimientos en los que se reparten por igual artículos de temporada con prendas aún de invierno. El colorido y las flores se entremezcla con tonos más fríos y estampados más apagados. Sin duda, una circunstancia nada habitual para un sector acostumbrado a delimitar con precisión las temporadas del año. Ante esta situación, los negocios textiles malagueños se plantean cuál será la estrategia a seguir para llevar a cabo la venta de estas prendas y la pregunta se antoja inevitable: Rebajas, ¿sí o no?

«Debemos aplicar un descuento para tener un poco de reclamo, es fundamental e inevitable ante esta situación», explica Ana, empleada de Tomé, una tienda de moda y calzado. Por su parte, Rafael asegura que aplicar una rebaja a los artículos, con este panorama, «sería la muerte de muchos negocios».

El propietario de MeGustas, una pequeña tienda de El Palo. Rafael asegura que «teníamos la esperanza de recuperar lo perdido en estos dos meses. Con esta medida, y cuando comiencen a abrir los grandes establecimientos, volveremos a lo mismo». Es por este motivo que el dueño de esta tienda ha decidido, siguiendo la estela de las decisiones tomadas por otros muchos establecimientos textiles, no establecer ningún tipo de descuento previo a las rebajas del 1 de julio: «La gente está habituada a ellas y te las va a pedir».

Otros establecimientos, sin embargo, ven en las rebajas adicionales la oportunidad de liberarse del género que no han podido vender en estos meses de confinamiento, pese a que los beneficios económicos no se hagan visibles en nómina. «Las rebajas nos permitirán liberarnos de artículos pero el beneficio, si es que obtenemos, va a ser muy bajo», explican desde la tienda Top Top. «Desde luego ganancias no va a haber este año pero lo importante es que la mercancía salga, porque este género ya no sirve para el año que viene», explica la empleada de Tomé.

Medida de alivio

Adelantar las rebajas sería una medida de alivio para aquellos establecimientos que tienen que hacer frente a los pagos de una mercancía adquirida meses antes del Estado de Alarma, y que no puede ser devuelta de ningún modo: «Se nos ha generado una factura, que todavía no está pagada y tenemos que rebajarla», explica Fabiola, propietaria de FusionMálaga, en la calle Císter.

Además, en negocios como el de Fabiola, situados en zonas en las que el turismo es una importante parte del volumen de clientes, el aplicar descuentos añadidos en algunos de sus artículos será una de las estrategias para atraer a clientes nacionales. «Voy a poner un 50 por ciento en artículos seleccionados, cada negocio tendrá que mirar qué es lo que le conviene», explica.

Si en algo coinciden la gran mayoría de negocios textiles es en afirmar que se avecina una época complicada, debido a la crisis económica a la que ahora se enfrenta el país: «Hay mucha gente afectada económicamente, al comprar ropa van a ser más prudentes y van a tirar con lo que tienen», explica la propietaria de un negocio en el Centro.