Pese a la petición de la Junta de Andalucía, Málaga no pasa de fase. El Ministerio de Sanidad ha decidido que la provincia malagueña y la granadina permanezcan una semana más en la fase 1. Tras comunicarlo al Gobierno andaluz, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha informado a los medios de la decisión de su ministerio de no pasar de fase a las provincias de Málaga y Granada. Las seis provincias andaluzas restantes (Huelva, Cádiz, Sevilla, Córdoba, Jaén y Almería) sí pasarán a la fase 2 este próximo lunes, 25 de mayo. Así que la provincia de Málaga deberá esperar hasta el 1 de junio pasar a la fase 2 de desescalada.

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Illa ha explicado que la decisión responde a un "análisis profundo y riguroso" de las peticiones de las regiones, pero que la máxima que guía al Gobierno en esta pandemia es que "cada paso sea seguro". En su comparecencia, el ministro ha recordado que el criterio del Ministerio es que las zonas permanezcan 14 días en cada fase, plazo que han pasado aún Málaga y Granada, al entrar en la fase 1 el pasado lunes, 18 de mayo. No obstante, Illa felicita a todas las comunidades, incluida la andaluza, por el "magnífico trabajo" que han realizado y que permite "que no solo estemos saliendo de esta situación sino también que lo hagamos más fuertes"

El cambio de fase permite al comercio de todos los tamaños levantar la persiana, lo que incluye a los centros comerciales, que tendrán un aforo del 30% y un 40% dentro de cada local o comercio minorista. Otra novedad es que los bares y restaurantes podrán abrir al público también el interior de sus establecimientos (hasta ahora solo se permite el servicio en terraza), al igual que los hoteles, que ya pueden habilitar sus zonas comunes, lo que incluyen las piscinas. Las piscinas, ya sean privadas o municipales, tendrán un 30% de aforo en esta fase. Para ir a playa habrá que esperar. Cines, teatros y auditorios también pueden reanudar su actividad con este cambio de fase. Y en cuanto a las reuniones de personas, en la fase 2, se podrán celebrar bodas de hasta 100 personas o entierros de hasta 25 en lugares al aire libre.

Málaga inició el pasado lunes, 18 de mayo, la fase 1

, con una semana de retraso respecto al resto de España. Este nuevo retraso ha provocado las críticas del Gobierno andaluz. Tanto el presidente de la Junta, Juanma Moreno, como el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre, han mostrado su rechazo a la decisión de Sanidad, tachándola de "incomprensible".

La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha conocido la decisión antes del anuncio del Ministerio de Sanidad. El consejero, Jesús Aguirre, ha afirmado que "la decisión del Ministerio de Sanidad va en contra de todos los criterios e informes elaborados por la Consejería y los propios técnicos del Ministerio". Así, ha asegurado que "en la reunión mantenida durante el día de ayer se alabó de manera constante el trabajo realizado por Andalucía y los buenos resultados de la comunidad" unos resultados que, según Aguirre, "son mejores que los de muchas comunidades autónomas y es por eso por lo que pido una rectificación urgente al ministro".

Del mismo modo, el consejero andaluz ha solicitado al Ministerio la Orden en la que viene recogida que cada territorio deba permanecer en cada fase un mínimo de 14 días: "Se dijo en una rueda de prensa, pero no se ha publicado ninguna Orden al respecto en el BOE ni está reflejado en la documentación que enviaron con los requisitos para el cambio de fase" ha lamentado así "el grave problema de inseguridad jurídica" que se ocasiona.

Aguirre critica la decisión del Gobierno de dejar a Málaga en fase 1

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Según Aguirre, en estos momentos toda la comunidad, incluyendo Málaga y Granada, cumple con todos los criterios del Ministerio. Respecto a los casos de Granada y Málaga, el consejero insiste en que presentan respectivamente una tasa de incidencia por PCR en los últimos 14 días de 4,26 y 2,65 casos por cada 100 mil habitantes, a fecha de 20 de mayo, muy por debajo de la tasa de 10 por cada 100 mil habitantes indicada por el Ministerio. Estas tasas están alineadas con la tasa de incidencia de Andalucía, que es de 2,71 y que está muy por debajo de las tasas de la gran mayoría de comunidades autónomas como País Vasco, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, Navarra o La Rioja, algunas de las cuales pasarán en su totalidad a la fase 2.