Estar formados hoy en día no debería ser un hándicap para nadie. Existen numerosos canales y vías por los que podemos seleccionar y consumir aquella formación que queramos pero, ¿de qué sirve tener formación si no se emplea con criterio?

Vivimos en una etapa de cambio constante, en la que la incertidumbre se ha convertido en una compañía ineludible para todos, la tenemos presente en todos los ámbitos de nuestra vida y la única vía para hacerle frente es estar preparados potenciando nuestras habilidades para manejar de forma mucho más segura las decisiones que tengamos que adoptar. Por eso, el mercado demanda profesionales, no sólo que estén formados (eso se da por hecho), sino que sean capaces de reconducir todo su conocimiento para tener una visión analítica en las decisiones de negocio, en los procesos de dirección y que sean capaces de dibujar posibles escenarios para ser pioneros en tendencias y no dejarse llevar por la corriente del entorno. Esa es la base de la formación en ESESA IMF.

Con más de 30 años de historia y más de 10.000 antiguos alumnos, esta escuela de negocios malagueña, aúna la formación práctica en todas las materias que imparte con el desarrollo de habilidades. Según palabras de su directora, Belén Jurado, «nuestra labor no es sólo formar al alumno, nuestro cometido es potenciar sus capacidades convirtiéndolo en aquello que buscaba ser cuando inició su programa con nosotros. En este sentido, el acompañamiento al alumno por parte del cuadro docente y del equipo es clave».

Con el aval de la Universidad de Nebrija, ESESA IMF se enfrenta a su año académico más novedoso e internacional ya que a la implantación de formación online y formatos streaming se suma el desarrollo de nuevas líneas formativas (como la Formación Profesional para el Empleo) y la incorporación de numerosos alumnos extranjeros que están demandando formarse en nuestra ciudad.

Formación adaptada al presente

«Todos nuestros profesores son profesionales en activo con lo que, tanto por el propio diseño de la oferta académica como por la metodología que empleamos, el alumno aprende de la realidad del presente de cada materia y en cada sesión», señala Raquel Jiménez, Directora del Área Académica. Y siguiendo esa realidad, la mayor parte de la oferta formativa se está redefiniendo ante la nueva situación post COVID19.

Desde el punto de vista del marketing digital, la situación que estamos viviendo hace que los hábitos de consumo hayan cambiado, las empresas han virado hacia una presencia más digital y, por tanto, se necesitan profesionales formados en este ámbito. Muy ligado a él, está el análisis del dato a través del Big data y el Business Analytics. «Durante el COVID19, mucha de la información relevante para la toma de decisiones se está extrayendo a través del análisis de datos y, de hecho, la mayoría de las empresas están incorporando profesionales especialistas en Big Data para analizar toda la información que se genera y basar en ella sus decisiones», indica Jiménez.

Desde el prisma de la administración y dirección de empresas, las decisiones y la actitud que los directivos afronten en el día a día será vital para el futuro de la organización. Es tiempo de un nuevo liderazgo en el que la gestión de los RRHH, el marketing, las decisiones que se tomen sobre las líneas de actividad, la capacidad de reacción, etc. influyen para salir fortalecidos o no de esta situación. Algo similar ocurre con la gestión de los RRHH, tanto desde el punto de vista competencial como del laboral, en los últimos meses todo ha cambiado. Mantener la motivación en los empleados, gestionar el teletrabajo, o en la otra vía, tener que gestionar ERTEs, son tareas a la orden del día para las que hay que estar preparados. Y si la dirección financiera es el timón de una empresa, cuando las circunstancias económicas no acompañan, su figura se revela axial para el futuro del tejido económico de la entidad.

Es previsible, además, que tras la crisis del COVId19 repunten los concursos de acreedores en empresas, por lo que es necesario tener profesionales formados y actualizados ante los cambios en la legislación y regulación concursal. Y en cuanto a la fiscalidad, ésta resiste pandemias, con lo que siempre se necesitarán asesores fiscales que estén actualizados y preparados.