Con la reducción de la actividad y de la presencia humana en las calles, con motivo del confinamiento que llevamos soportando desde el 14 de marzo, la naturaleza ha ido abriéndose camino aprovechando nuestra ausencia. En las últimas semanas, hemos visto inusuales imágenes de animales en zonas que normalmente no ocuparían por el ruido del tráfico o de la gente. Al igual que el aire está más limpio, las aguas de la bahía de Málaga también lo están, y en ellas hemos visto días atrás cisnes, flamencos y, lo más reciente, un gran tiburón peregrino.

Numerosos vídeos y fotografías se han compartido estos días del gigantesco tiburón ballena, que no suele representar peligro para los bañistas al alimentarse de bolsas de plancton, que 'cazan' abriendo su boca y nadando cerca de la superficie. Otra imagen más que deja la crisis del coronavirus en Málaga, que hará que más de uno y más de una a los que ya no les hacía mucha gracia bañarse en el agua del mar (que los hay) se lo piensen bastante cuando, por fin, se permitan los chapuzones en nuestras playas.