El informe de Sanidad que mantuvo a Granada y Málaga en la Fase 1 de la desescalada de la pandemia del coronavirus valora la mejoría epidemiológica alcanzada por ambas provincias pero alerta de que los casos sospechosos diagnosticados con un test apenas alcanzan un 50 %.

Este informe, firmado el 15 de mayo por la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio y divulgado este martes por el Gobierno central, rechazó la petición de la Junta de Andalucía de incorporar Granada y Málaga al avance a la Fase 2, logrado por las otras seis provincias andaluzas.

Sanidad admite que la situación epidemiológica en Granada y en Málaga había "mejorado notablemente" desde el informe anterior "y marca una tendencia favorable en el control de la transmisión del virus".

En el caso de Granada, señala que la incidencia de casos acumulados en los últimos 14 días se había reducido de 21,1 a 7,8 por cien mil habitantes, y a 2,3 afectados en los últimos siete días, con sólo 21 casos diagnosticados.

El índice de propagación (Rt) en Granada bajó a 0,32, por debajo del valor uno, considerado como límite de la epidemia, ya que expresa que un contagiado puede infectar a otra persona.

Para Málaga, Sanidad también valora una reducción de 7,8 a 3,8 infectados por cada cien mil habitantes en los últimos 14 días, con una tasa de sólo 1,5 en la última semana y un Rt 0,69.

Pero pese a esta mejoría en los indicadores de contagiados, el informe de Sanidad insiste "en la necesidad de realizar un seguimiento estrecho de la situación epidemiológica para valorar de forma continua el impacto de las distintas fases de la desescalada".

Aunque el ministerio valora el "esfuerzo importante" realizado por Andalucía para reforzar su capacidad diagnóstica y su sistema de detección precoz y seguimiento de contactos en atención primaria, señala que en Granada y en Málaga apenas se diagnosticaban la mitad de los casos sospechosos.

En la provincia de Granada, aumentó del 45,3 % al 50,5 % el porcentaje de casos sospechosos a los que se les realizó la prueba diagnóstica, con una bajada del índice de positividad del 28,4 al 14 %.

En el caso de Málaga, los sospechosos sometidos a una prueba diagnóstica aumentaron del 32,8 % al 48 % de los casos, con una tasa de positividad que se mantuvo estable en un 20 % de los analizados.

"Por todo ello, sigue siendo necesario el seguimiento, refuerzo y consolidación de la estrategia puesta en marcha para garantizar que a todos los pacientes sospechosos que se detecta en AP (Atención primaria) se les realiza un test diagnóstico para confirmar o descartar infección por COVID-19", advierte el informe.

En la semana anterior a este dictamen de Sanidad, se había alcanzado en Granada una media de 475 pruebas PCR diarias, lo que supuso una tasa de 0,5 por cada mil habitantes.

En Málaga, se alcanzaron las 593 PCR diarias, con una tasa de 0,4 por cada mil habitantes.

"Es necesario valorar esta capacidad una vez desarrollada al completo la estrategia de diagnóstico exhaustivo de casos sospechosos en AP y asegurar la realización de pruebas de diagnóstico por PCR al 80 % - 100% de los casos sospechosos en un plazo de 24-48 horas", sostiene el informe.

Sanidad sí valora que Andalucía cumple las capacidades requeridas para disponer en un plazo de cinco días de 37 a 40 camas para agudos por cien mil habitantes y de entre 1,5 y 2 en el caso de las UCI.

También reconoce el informa que la comunidad autónoma dispone del material sanitario exigido para garantizar las necesidades de 15 a 60 días, aunque recomienda una mayor dotación para el personal sanitario.

Respecto a la presión hospitalaria, la tasa de ocupación de camas de agudos bajó en Granada al 4,3 % y en Málaga al 2,1 %, mientras que las de críticos era del 6,2 % y del 2,3 %, respectivamente. EFE