Agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga han capturado dos culebras tras haber sido requeridos desde sendas viviendas en las que se encontraban estos animales.

En el primer caso se trató de una culebra bastarda y los hechos tuvieron lugar el pasado 19 de mayo en un chalé adosado de la barriada de Cerrado de Calderón, después de que el propietario de la vivienda detectara una culebra en las escaleras exteriores, que al sentir movimiento buscó refugio a través de unas rendijas que dan al garaje.

El Grupona capturó la serpiente contando para ello con la pinza atrapaserpientes de dotación, además con la fortuna de que se situó en un lugar de fácil acceso. En otras ocasiones, este tipo de animales se ocultan en trasteros o almacenes con muchos enseres haciendo muy difícil su localización, han precisado desde la Policía Local.

Tras capturarla, los policías locales comprobaron que se trataba de un ejemplar de culebra bastarda de algo más de un metro, siendo un tamaño considerable para las capturas habituales de esta especie, si bien en algunos casos pueden llegar a medir más de dos metros de longitud. Suelen ser de color verde-pardo uniforme aunque a veces poseen manchas oscuras.

Según ha indicado la Policía Local, pese a que para facilitar la deglución de su caza tienen dientes internos que inoculan veneno, dada la profunda ubicación de estos dientes, es prácticamente imposible que en una mordedura produzca envenenamiento. En cualquier caso, el envenenamiento es leve por lo que no son consideradas peligrosas para el hombre.

Se trata de una de las especies más comunes, encontrándose en toda la Península Ibérica, sur de Francia y norte de África. Es muy activa, agresiva y rápida, especialmente en los meses de apareamiento, es decir, abril y mayo.

Una culebra de escalera

La segunda actuación del día tuvo lugar a requerimiento de una familia que vive en la cuarta planta de un edificio de la barriada El Limonar, pudiendo haber llegado la culebra hasta allí en alguna planta que esa misma mañana había adquirido la familia en un vivero.

Se trataba de una culebra de escalera de aproximadamente un metro de longitud, especie autóctona de la Península Ibérica y sur de Francia que suele medir alrededor de un metro y medio, variando su coloración con la edad. El nombre le viene debido a que los ejemplares juveniles tienen sobre su espalda un moteado en forma de H que se asemeja a una escalera dibujada.

Los ejemplares adultos pierden esa característica, manteniendo solo dos líneas paralelas que recorren el cuerpo del animal. No poseen veneno y suelen ser menos agresivas que las bastardas aunque como estas, las culebras de escalera se activan con la subida de temperatura en la primavera.

Pese a que suelen ser temidas, las serpientes autóctonas son bastante beneficiosas, dado que se alimentan de pequeños roedores y en sus primeros meses de vida de insectos por lo que es muy interesante su conservación, ya que son freno de numerosas plagas, teniendo además atribuida una protección legal que hace que dañarlas conlleve importantes sanciones, han aclarado desde el Grupona de la Policía Local.

Las dos culebras capturadas fueron depositadas en el Centro Zoosanitario Municipal a disposición de agentes medioambientales de la Junta de Andalucía, que, una vez corroboran que se tratan de especies autóctonas y se encuentran en buen estado de salud, las reintroducen en el medio natural.