La Operación Potito, la iniciativa solidaria de tres amigos malagueños, logró el pasado jueves alcanzar los 20.000 potitos infantiles repartidos por toda Málaga capital y varios puntos de la provincia como Coín y Alhaurín de la Torre.

Como explica Chicho Marín, de Chicho Catering y uno de los responsables de esta campaña, que finaliza esta semana, con la llegada del confinamiento su negocio paró, «tenía una materia prima y con la ayuda de un amigo, Juande Villena (diputado provincial del PP), la llevamos a varios bancos de alimentos». En uno de ellos, el de Ciudad Jardín, explica que le comentaron que las grandes donaciones «no habían tenido en cuenta la alimentación de los bebés y como el potito es un producto relativamente barato, que cuesta entre 1 euro y 1,10, pensamos en montar la Operación Potito, más con la ambición de reunir lo que pudiéramos de nuestros amigos».

Al proyecto se sumó la médico Esther Ristori y como recuerda Chicho Marín, comenzaron a mover la iniciativa en las redes sociales y, en el inicio del confinamiento, «con mi furgoneta íbamos por las casas recogiendo potitos y entre los tres la cargábamos».

Al mismo tiempo, para facilitar la campaña empezaron a recibir envíos de dinero por la aplicación de móvil Bizum, lo que les permitió casi llegar a los mil y, ante la avalancha de peticiones, plantearse ampliar la campaña.

Por otro lado, explicó que la farmacéutica Maruja Conejo ofreció para la campaña el número de cuenta de su farmacia en Málaga capital, y gracias y a sus gestiones, los promotores de la Operación Potito consiguieron este alimento infantil a un precio más asequible.

Como detalló, los potitos se han distribuido entre cerca de 40 colectivos que reparten alimento principalmente en Málaga capital, Coín y Alhaurín de la Torre, mientras que la recogida de donaciones se ha realizado «en todos los barrios de Málaga, sin distinción de su situación económica», así como en ciudades como Torremolinos, Marbella, Fuengirola o Alhaurín el Grande.

«Donaciones apolíticas»

Además, Chicho Marín resaltó que desde el principio trataron de que la Operación Potito no tuviera ningún tinte político, por lo que a la hora de darle difusión no quisieron contactar con ningún representante institucional, «para que no se instrumentalice el voluntariado social porque las donaciones son apolíticas».

Han sido, recalcó, tres amigos -aunque uno de ellos ejerza en este momento un cargo político-que lo han hecho de forma particular.

Y si la semana pasada alcanzaron los 15.000 potitos, esta semana, la última que se marcaron, han logrado llegar a los 20.000.

Pese a las dificultades, el fundador de Chicho Catering confesó que se queda con lo positivo de esta propuesta solidaria. «Hemos intentando echar una mano de una manera discreta a un sector que no estaba atendido, que era imposible de atender porque la gente está con los ERTE, con el paro y no tiene liquidez».

El reparto, subrayó, se ha realizado siempre a colectivos muy conocidos de Málaga y provincia que contaban «con un censo estimado de niños». Marín calcula que cada niño ha podido recibir en total unos diez potitos.

Esta semana, la campaña entregó unos 4.000 potitos a la Fundación Málaga C.F. para que los repartiera entre 15 colectivos. Así llegaron a los 20.000. Objetivo cumplido.