¿En qué términos valora la gestión de la Diputación para amortiguar el impacto de la crisis del coronavirus en la provincia?

La Diputación está siendo un referente respecto a lo que se debe tener en este momento, que es responsabilidad. El Plan Málaga ha focalizado en qué hay que centrar la acción: en las personas, en la parte social, en el tejido productivo de la provincia, en el mantenimiento del empleo y en los municipios, que son la administración más cercana. Reorganizar el presupuesto bajo estas circunstancias e implementarlo en todas las áreas de la Diputación, nuestros entes o muchos municipios a través de la administración electrónica significa que hemos sabido reaccionar y estar a la vanguardia a la hora de adoptar medidas que ayuden a todos los malagueños.

¿Está en manos de Turismo Costa del Sol la recuperación del destino o el comportamiento de los turistas y los mercados es ahora mismo imprevisible?

La recuperación va a depender de todos. No solo de quienes tenemos la capacidad de generar oportunidades para el destino. También de los ayuntamientos, que hacen una importante labor. Entre todos tenemos que ofrecer una imagen de destino fiable y seguro, que es lo que la gente espera de nosotros para visitarnos cuando se reabra el tráfico interprovincial. Pero también depende de otras administraciones. Ahora mismo, desde Turismo de Costa del Sol hemos asistido, quizás sorprendidos, a que la ayuda que necesitamos los principales destinos emisores no está encontrando por parte del Gobierno de la nación la importancia y la prudencia necesarias a la hora de implementar medidas.

El PP ha criticado bastante la actitud del Gobierno central en relación a la reactivación de la actividad turística, ¿le tranquiliza que ya se haya fijado para julio el regreso de los extranjeros y se vaya a eliminar la cuarentena?

Esto de que te tranquiliza o te intranquiliza va por días. El Gobierno solo acierta cuando rectifica. Eso es algo muy peligroso, el turismo es el sector de la confianza. La implementación de medidas que no han sido consensuadas con el sector han hecho ya un daño, que se recuperará porque ahí estaremos Turismo Costa del Sol y todos los actores del sector turístico de Málaga para recuperar el terreno perdido. Pero no se puede hacer daño gratuitamente a un sector estratégico tan importante para la generación de empleo y de riqueza.

¿Tienen un punto de verdad esas declaraciones del ministro Alberto Garzón en las que señala la precariedad en el turismo?

Ese planteamiento solo lo puede hacer una persona que es una profunda desconocedora del turismo a nivel general y en Málaga a nivel particular. Los miles de malagueños cuyos empleos dependen del turismo podrían decírselo uno a uno al señor Garzón.

¿Hasta qué punto le indigna el retraso de Málaga respecto a otras provincias andaluzas en el proceso de desescalada?

Me indigna porque no tengo claro qué es lo que está pasando. No entiendo cuáles son los criterios que nos hacen ir más retrasados. Frente a la demanda y los informes sanitarios lo que se obtiene es el silencio. Me indigna porque el esfuerzo que se ha hecho ha sido grande por parte de todos. Esto es decirle no a todos los malagueños, no solo a las instituciones, sin darles una explicación. Os digo que no avanzáis pero no os digo por qué. Quiero saber por qué unos sí y otros no. Quiero saber si hay provincias que lo tienen más difícil que otras y descartar que esto se debe a criterios políticos porque es que no nos lo merecemos. Más que como vicepresidenta de la Diputación o concejala de Torremolinos, me indigna como malagueña.

¿Le sorprende que ya nos pillen más cerca en el tiempo las caceroladas que el aplauso solidario?

Todo ha ido evolucionando. Responden a modos de manifestar lo que sentimos de la forma que se puede. La gente que empezó a aplaudirle a quienes estaban en la primera línea desde los balcones ahora ha empezado a decirles, también desde los balcones, a quienes nos han estado a la altura de las circunstancias que no han hecho lo que tendrían que haber hecho. Todos somos muy libres. Respeto lo que cada uno haga siempre y cuando se haga con respeto. Porque los sufrí, como diputada nacional, dije que jamás iba a defender los escraches. Por ello, tampoco defiendo ahora a quienes se saltan las reglas que nos mantienen a salvo. Se puede protestar de forma segura para la propia vida y para la vida de los demás. Pero no me extraña. La gente tiene que mostrar su indignación pero, por muy indignado que se esté, no podemos saltarnos las reglas.

¿Se identifica, entonces, con manifestaciones como las de Núñez de Balboa o la calle Larios?

Creo que ya he respondido a eso. Mi responsabilidad, como dirigente político y madre de familia, hace que me forme y tenga mis opiniones. Creo que el momento de exigir responsabilidades va a venir cuando la pandemia esté superada. Ahora es el momento de superarla y de superar la grave crisis económica y social. A mí los malagueños solo me van a ver trabajando. Mostraré mi desacuerdo con las medidas que se tomen cuando no me parezcan acertadas, pero cuando vean una foto mía va a ser trabajando para que esta pandemia nos afecte lo menos posible.

De vuelta a la Diputación, ¿cómo se ha vivido en el Gobierno de PP y Cs la 'huida' de Juan Cassá al grupo no adscrito?

No puedo decir que se haya visto desde la tranquilidad. Es un factor que desestabiliza. Pero en el equipo de Gobierno, por lo menos en lo que respecta al Partido Popular, hemos cumplido en todo momento lo que contemplan los acuerdos. Podemos tener una tranquilidad absoluta respecto al tema de Ciudadanos. Como dirigente que soy del Partido Popular de Málaga, no puedo hacer declaraciones. Estoy segura de que tanto Juan Cassá como Juan Carlos Maldonado y Ciudadanos en general van a pensar en la necesaria estabilidad de las principales instituciones malagueñas. Imperará el sentido común con independencia de los problemas internos que haya en cada partido, en los cuales no entro. Los ciudadanos no entenderían otra cosa. Tengo muy buena relación tanto con Juan como con Juan Carlos y creo que los dos son personas sensatas.

¿Le extrañó que, en el pleno telemático que aprobó el Plan Málaga, Cassá se quedase en su despacho de la Diputación y no se molestara en bajar al plenario, donde estaban media docena de miembros del Gobierno?

No me extrañó porque eso, fundamentalmente, obedece a que había limitaciones técnicas en cuanto al número de personas que se podían conectar. Habíamos estado haciendo pruebas sobre las personas que podían estar conectadas e iban a estar en el Salón de Plenos y cada uno eligió libremente. Otros también estaban en sus despachos porque, como nos ha pasado a todos con la pandemia, cuando nos hemos tenido que conectar nuestros hijos estaban en casa y tener un clima de concentración laboral era difícil. No me extrañó.No creo que obedezca a nada. No solo hay que tener en cuenta las normas respecto al distanciamiento social sino también las normas técnicas para el acceso a las nuevas tecnologías y, por eso, habíamos hecho las pruebas con determinadas personas.

Ahora están en peligro los 25 años de alcaldía del PP en Málaga capital, ¿sería normal que Cassá estuviese dentro del Gobierno de la Diputación si acepta la propuesta de De la Torre para incorporarse al del Ayuntamiento?

Creo que habrá que esperar a ver qué es lo que dice Juan y qué es lo que dice Ciudadanos. Nosotros tenemos un acuerdo de gobierno con Ciudadanos.Ellos fueron los que decidieron conjuntamente, entre Juan, Juan Carlos o Noelia Losada, qué papel iba a jugar cada uno. Creo que tanto desde el PP en el Ayuntamiento de Málaga como en el PP en la Diputación de Málaga estamos abiertos a hablar con nuestros socios de todas las situaciones y resolverlas con absoluta normalidad. No sé si Juan va a tener responsabilidades de gobierno en el Ayuntamiento de Málaga. Es el primero que tendrá que pronunciarse sobre esto, estos días no lo hemos escuchado. Y, evidentemente, tenemos un acuerdo con Ciudadanos y ellos también tienen que decir lo que estimen oportuno. De todas formas, vuelvo a lo que dije antes. Creo que somos todos personas sensatas. Málaga está por encima de todos nosotros a nivel individual. Y, por eso, creo que todos vamos a ser capaces de hacer lo mejor por Málaga.

Presidió la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental entre 2011 y 2019, ¿lo echa de menos?

No lo echo de menos porque, quizás, no tengo tiempo. Pero el Gobierno de la Mancomunidad fue una experiencia que me ha servido mucho para entender otras formas de hacer política. El gobierno supramunicipal es, evidentemente, distinto a un ayuntamiento y me ha servido para tener una pequeña experiencia de cara al Gobierno de la Diputación. Lo que echo de menos es que inicié el Gobierno con una administración que estaba en una situación económica muy difícil, en la que había que tomar muchas decisiones y, en ocho años, se convirtió en una institución saneada, con ahorros y capacidad de inversión. Hace poco me llamaron los actuales dirigentes de la Mancomunidad para decirme que este año Acosol había cerrado con un balance positivo de cuatro millones de euros. Y, la verdad, me siento satisfecha de que mi equipo fuera capaz de reaccionar, trabajar mucho y darle la vuelta a esa institución. El tiempo ha avalado la gestión que hicimos y las decisiones difíciles que tuvimos que tomar. Aunque no lo veo con nostalgia, lo veo con la satisfacción de haber dejado la Mancomunidad en una situación mucho mejor que la que me encontré.

Hace un año, ganó las elecciones municipales en Torremolinos pero el PSOE le impidió ser alcaldesa, ¿le ha quedado la sensación de que perdió una oportunidad de oro o que no supo jugar bien sus cartas?

No solo fue el PSOE. Fue también Unidas Podemos, que estuvo durante toda la campaña negando que fuese a hacer alcalde al candidato del PSOE. Fue su forma de afrontar la campaña. Decidieron decirle a su electorado que no iban a hacer lo que luego hicieron en el minuto 1. Y no solo fue eso. Fue también una tránsfuga de Vox. A mi todo el mundo me preguntaba si iba a pactar con Vox ¡Y qué cosas tiene la vida! Me lo preguntaban y al final fueron el PSOE y Unidas Podemos los que pactaron con Vox. ¿Que no supe jugar mis cartas? Hay cosas en la vida a las que no voy a llegar en política. Mis principios morales me lo impiden. Hay cosas que forman parte de nuestra educación y forma de ser y nos limitan en la vida. Espero que tener principios no sea inhabilitador para impedir lo que las urnas te dan.

¿Cree que el anterior alcalde del PP en Torremolinos, Pedro Fernández Montes, junto al que trabajó tanto tiempo, es en parte culpable de que ahora mismo no sea alcaldesa del municipio?

Por supuesto. Los odios personales, que afortunadamente yo no poseo frente a nadie, le jugaron una mala pasada a Torremolinos y a los torremolinenses. Creo que es mucho mejor irse con dignidad y con respeto al municipio que tantas satisfacciones te ha dado. Evidentemente, cada uno elige la forma de irse y él no se ha despedido de la política torremolinense de la mejor forma. Pero eso es una cuestión suya y de su conciencia.

Hace unos días firmó el pacto por Torremolinos del alcalde José Ortiz contra el coronavirus, ¿lo hizo convencida?

Lo hice convencida de que tengo una responsabilidad como la persona que ganó las elecciones en Torremolinos. Pero esa misma responsabilidad es la que me lleva a tomar decisiones si veo que ese pacto por Torremolinos no es un pacto por los torremolinenses. La misma responsabilidad que me llevó a firmar el pacto es la que me obliga a que lo analicemos constantemente y le informemos a los torremolinenses de si se trata de un pacto real o de una mera foto. Y si se queda en una mera foto, el PP no estará en ese pacto. Y esto no debe sorprender a nadie.

¿Se ve dentro de tres años como alcaldesa de Torremolinos?

Ahora mismo lo que me planteo es poder celebrar el congreso local que tanto esperamos. Se suspendió, se celebraba el día siguiente a la declaración del estado de alarma. Tengo ganas de volver a ver a las personas que avalaron masivamente mi candidatura. Ellas son la principal fuerza por la que gané las elecciones. Y si quieren ellos, volveré a ser la candidata. Torremolinos es el sitio donde nací, donde vivo, donde viven mis hijas... No creo que haya ningún sitio mejor donde yo pueda desarrollar todo lo que he aprendido, sufrido y también disfrutado políticamente. Es el tiempo de líderes que sepan tomar decisiones. Espero que Torremolinos me dé esa oportunidad dentro de tres años.