­Los datos de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) apuntan a que el 30% de los compradores de viviendas en la Costa del Sol son de origen extranjero. Sólo durante el pasado año generó este importante contingente de visitantes habituales un volumen de 8.000 operaciones de compraventa de inmuebles. No es casual por lo tanto que la provincia esté ya en esa cifra de 250.000 residentes foráneos.

Muchos de ellos que se encontraban en sus residencias malagueñas, y que optaron por no regresar a sus países de origen con el decreto del estado de alarma, han estado muy pendientes de la evolución de la pandemia y de las decisiones de las autoridades sanitarias para saber cuándo podrán en algunos casos volver a encontrarse con familiares o allegados.

Hay incluso un cupo significativo de residentes foráneos con vivienda en la provincia de Málaga a los que el permiso de residencia, de 90 días por semestre, se les ha caducado durante este estado de alarma y, con los aeropuertos sin tráfico, ni siquiera se han podido plantear el regreso a sus países de origen. Dicha circunstancia se ha repetido en todos los rincones del país y, al permanecer cerradas las fronteras, los días consumidos desde mitad de marzo no se han contabilizado.

Al respecto, fuentes de la Oficina de Extranjería de Málaga, manifiestan que muchos de estos residentes han podido en las últimas semanas o meses recibir información personalizada sobre la situación en la que se hallan en el país y acerca de esa necesaria medida de ampliación de todos sus permisos, de manera automática. Este servicio de asesoramiento, además, ha sido posible porque este departamento ha implantado como el resto de administraciones el sistema de atención telemática.

Para promotores turísticos y los agentes del sector residencial «es muy importante» que la imagen en el exterior se mantenga con los alicientes que siempre tuvo en las últimas décadas «el destino Costa del Sol». Es decir, que el «sistema es garantista de principio a fin con una asistencia médica que está a la vanguardia y que ya cuenta con la experiencia de la primera oleada de la enfermedad del Covid-19», declara el propio presidente de la ACP, Juan Manuel Rosillo.

Ese aspecto es un aliciente también de primer orden para británicos, alemanes, franceses, escandinavos o belgas, de cara a su regreso en estos próximos meses.