­El paro en Málaga registró en mayo una pequeña bajada tras haber sufrido en el conjunto de marzo y abril un fortísimo incremento de casi 39.000 desempleados debido a la crisis del coronavirus. Coincidiendo con el inicio de la desescalada, el desempleo descendió el pasado mes en 1.659 personas, desmarcándose de la tónica de subida nacional y dejando el total de parados en 190.744, según publicó este martes el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

A nivel interanual, ahora hay 49.739 desempleados más que en mayo de 2019, lo que refleja los estragos de la pandemia en unos meses de primavera que todos los años eran buenos debido a la contratación de trabajadores para la temporada turística. El nivel de paro es el más alto para mayo desde 2014, cuando se empezaba a salir de la crisis económica.

Respecto al empleo, el número medio de afiliados a la Seguridad Social en Málaga también se incrementó, tras un marzo y abril de enormes caídas (se perdieron cerca de 42.000 en el conjunto de los dos meses). Así, la cifra de cotizantes subió en mayo en 5.702 y alcanza ahora los 582.956 (la construcción se reveló de nuevo como motor al sumar 4.869).

La afiliación a la Seguridad Social del último día de mayo también refleja la mejora del mercado. Málaga cerró con 585.094 afiliados, 8.470 más que a finales de abril.

Sin embargo, la comparativa anual evidencia que hay 51.773 cotizantes menos en Málaga respecto a mayo de 2019. Ese descenso es el tercero más fuerte de España tras los de Barcelona (109.641), Madrid (-101.344) y Baleares (-70.329).

Evolución del paro en Málaga

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En cuanto a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), las cifras reflejan en mayo un media de 122.798 personas incluidas en los mismos (55.623 hombres y 60.162 mujeres), cifra inferior a los 130.113 de abril. El Ministerio, a efectos contables, computa en realidad 115.785 afectados por ERTE en la provincia, con lo que el descenso sería de unos 14.300 (algo más del 10% del total). La caída reflejaría los trabajadores rescatados por sus empresas con la desescalada. Del total de afectados, 107.048 lo son por fuerza mayor y 8.737 por causas económicas, organizativas o de producción.

Sumando tanto parados como afectados por ERTE, la cifra de trabajadores sin actividad se va por encima de las 300.000 personas. De hecho, el Observatorio Argos de la Junta recogía que el volumen de «demandantes de empleo no ocupados» (DENOs) en Málaga es de 364.450, donde estarían tanto los parados como los incluidos ERTE, junto a algún otro colectivo. En febrero, antes de la pandemia, los DENOs eran 200.000, con lo que la subida es del 182%.

En relación a las prestaciones, los datos provisionales del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recogen que en la provincia hay 199.008 beneficiarios, con un desembolso mensual que se eleva a 201,7 millones de euros y una cuantía media de 835,9 euros. Las cifras de prestaciones son las más altas que se recuerdan. En el caso de los autónomos, por ejemplo, son más de 62.000 en Málaga (más de la mitad del total) los que tienen aprobada la prestación por el impacto del Covid-19. El SEPE apuntó que desde mitad de marzo ha tramitado el reconocimiento de casi 180.000 prestaciones de vario tipo, contando las de los ERTE.

El descenso del desempleo en mayo estuvo liderado por la construcción, que contabilizó un descenso de 2.007 parados, seguido de la industria, con 196 desempleados menos, y los servicios, con 121. Por contra, hubo subidas en el colectivo sin empleo anterior, que suma 625 nuevos parados, y la agricultura, que añade otros 40.

El ritmo de firma de contratos, por otro lado, sigue siendo muy flojo. En mayo se firmaron en Málaga 27.247 altas, con un descenso del 64% sobre el mismo mes del año anterior. Además, la temporalidad sigue presidiendo las incorporaciones, ya que tan sólo 2.154 fueron indefinidas (el 8% del total).

El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, dijo que, para «volver a la normalidad de siempre», la empresa deberá estar «en el centro de las políticas económicas y sociales». Por ello, reclamó «certeza económica, certidumbre jurídica y racionalización normativa». La CEM, que celebró su asamblea anual de forma telemática, mostró su rechazo al clima de confrontación política y pidió medidas «consensuadas» para «agilizar» la recuperación. Además, demandó liquidez para pymes y autónomos, moratorias fiscales y favorecer la flexibilidad con la prórroga de los ERTE. A medio y largo plazo, se precisa a su juicio una «modernización» de las estructuras productivas, con énfasis en la industria, la innovación y las nuevas tecnologías,pero sin olvidar el apoyo a la industria turística.

Por su parte, el secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga, Francisco Villodres, destacó la «preocupante» situación del colectivo de parados de larga duración (63.51 personas en Málaga). «Estos datos muestran también la necesidad de extender las medidas de protección social, las prestaciones por desempleo y los ERTE», dijo.

La secretaria de Empleo y Formación de CCOO de Málaga, Patricia Laguna, afirmó que la ampliación de los ERTE ha sido positiva. También se refirió al Ingreso Mínimo Vital. «Por fin es una realidad y va a beneficiar a miles de personas sin prestación», opinó.