La Gerencia de Urbanismo está colocando una red de protección en la base cuadrangular de la chimenea de la antigua fábrica de electricidad de la calle Maestranza, en La Malagueta, construida en 1896 y en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

La medida se toma después de los numerosos desprendimientos de trozos de ladrillo y cerámica que caen a las zonas comunes de la comunidad de propietarios de la calle Maestranza, 8, de los que ha venido informando La Opinión desde noviembre del año pasado.

El concejal de Urbanismo, Raúl López, que ayer confirmó la actuación, que se inició el pasado viernes, explicó a este diario que el informe de esta intervención, que Urbanismo realiza de forma subsidiaria, confirma que las vasijas de cerámica de las esquinas de la base cuadrangular tienen «fracturas importantes» con riesgo de que caigan elementos sueltos, así como vegetación en el arranque de esta plataforma cuyas raíces «deben ser eliminadas» para evitar más caídas de piezas.

Los trabajos de Urbanismo se ceñirán a la colocación de la red de protección y darán traslado a la Junta de Andalucía por si hubiera que tomar más medidas.

A este respecto, el concejal de Urbanismo informó de que la chimenea no ha pasado ni el ITE de 2008 ni el de 2012.

Como informó este diario en diciembre pasado, en el año 2011 al Servicio de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura le constaba que la propietaria de la chimenea era la constructora Vertecsa, que también construyó la urbanización de la calle Maestranza, 8, y que adquirió por segregación los 36 m2 que ocupa este patrimonio industrial.

Raúl López informó de que el Ayuntamiento de Málaga trasladará la factura de la ejecución subsidiaria al propietario de la chimenea, y si se tratara de la constructora, en caso de haber desaparecido, Urbanismo seguiría la pista a la liquidación de bienes de la empresa para dar con el propietario.

Con respecto a la vecina sede de Endesa de la calle Maestranza, que formaba parte de la misma fábrica de electricidad, tranquilizó a los vecinos ante su posible desaparición y resaltó que ya se ha incoado el expediente para proteger este edificio de estilo neomudéjar de 1922, lo que en la práctica asegura ya su protección frente a posibles licencias de obras.