Vivimos en un mundo absolutamente informatizado, en el que hasta el más tonto hace relojes, por supuesto digitales.

Pese a este grado de sofisticación nunca imaginado hace unas décadas salvo en las películas de ficción, en España sigue muy en boga el verbo 'traspapelar', que suele consistir en el traslado misterioso de balda, sección o negociado de todo papel que se necesita con urgencia, cuando no, de la directa desaparición del documento sin que medie una guerra, un incendio o el derrame de café.

Como saben por este periódico, los vecinos de la barriada Virgen de Belén llevan desde 2004 tratando de dar con el misterioso propietario de una parcela del barrio, en la calle Chico del Matadero, lo mismo le pasa a los vecinos de un descampado terrizo en Huelin, en la calle Ferrería de Heredia, una parcela privada que perteneció a un aristócrata fallecido, y cuyo propietario no aparece ni debajo de las piedras ni de los escudos nobiliarios.

Con la chimenea de La Malagueta pasa lo mismo.Como esta semana informaba este periódico, la Gerencia de Urbanismo ha actuado de urgencia en el Bien de Interés Cultural de 1896, vecino de la plaza de toros, y le acaba de instalar una red de protección alrededor del cuerpo de la base, para que dejen de 'llover' trozos de cerámica, capaces de regalar una visita a urgencias a los vecinos de la urbanización colindante, cuando no algo peor. Y hay que recordar que bajo la chimenea juegan niños y aparte hay una consulta médica.

Hay que felicitar a la Gerencia por haber tomado el toro por los cuernos, no sólo con esta obra, sino también por el interés mostrado por el concejal de Urbanismo, Raúl López, de dar con el propietario del BIC, el nudo gordiano del problema.

Los vecinos de la urbanización en la que se encuentra la chimenea de calle Maestranza se temen que la red de protección permanezca años hasta que se inicien las obras de restauración de las grandes vasijas de cerámica, hoy resquebrajadas, que provocan los desprendimientos.

Por eso es tan importante dar con el propietario del BIC. Como informó este diario, el Servicio de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura informó en 2011 a la urbanización de que según datos del Registro de la Propiedad, el propietario de la chimenea, desligada de la urbanización, era la constructora Vertecsa.

Esa es la pista a seguir para reparar cuanto antes la chimenea y no dejarla una larga temporada con la red de protección. Ojalá que el 'traspapeleo' se resuelva.

Otra buena noticia que viene de Urbanismo es que la sede de Endesa Sevillana que hay justo al lado, de 1922, que formó parte de la fábrica de electricidad con la chimenea y uno de los edificios más bonitos del barrio, ya está en proceso de protección, lo que significa que los vecinos no deben temer por ahora que termine convertida en un solar. No lo merece.