La confluencia de Podemos e Izquierda Unida en Málaga tiene clara la estrategia que compartirá mañana en el foro para la reactivación turística que ha convocado el Ayuntamiento junto a los actores del sector, se centra en “el necesario avance en la calidad del destino sirviéndose como elementos clave en el impulso de la formación, la responsabilidad en materia laboral, el compromiso ambiental y la diversificación y descentralización de la oferta hacia los distintos distritos y barrios de la ciudad”.

El concejal de la confluencia de izquierdas, Nico Sguiglia, explica que “el sector turístico es uno de los principales motores económicos de Málaga y de él dependen miles de empleos, por eso es la hora de avanzar de las palabras a los hechos, cuando hablamos turismo de calidad es preciso traducirlo en propuestas y medidas concretas. Comenzando por la formación, donde el mal ejemplo de ‘abandono institucional’ que ha sufrido y sufre La Cónsula se debe revertir. Necesitamos una escuela de hostelería bien financiada y con los mejores profesionales”.

Sguiglia alerta de que “es preciso avanzar hacia el empleo de calidad, para ello hay que implementar sellos de calidad, relacionados con la seguridad y la limpieza en el contexto de la salida de la crisis del Covid-19, pero también un certificación de buenas prácticas en materia laboral, que Málaga se pueda proyectar como un destino de calidad en cuanto a los servicios, pero también en contar con establecimientos con buenas condiciones laborales”.

El representante de Adelante considera preciso “desplegar una dinámica de diálogo social permanente, por lo que los foros institucionales y representativos del sector han de incorporar a los representes sindicales, a la vez que a expertos en materia ambiental y en diversificación del modelo turístico; hay que enriquecer el Foro de Turismo Municipal incorporando a nuevos actores para dotarnos de una mirada más compleja y más rica”.

El representante de Adelante en la Comisión Plenaria de Economía y Turismo advierte de que “la presencia de lo público tiene que ser central, un sector tan estratégico como el turismo tiene que contar con la participación de lo público en su planificación y diagnóstico, regulando dinámicas caóticas que inciden negativamente en el mercado como las viviendas turísticas que generan competencia desleal en relación a los hoteles o externalidades muy nocivas para la población como el encarecimiento de los alquileres y la expulsión de vecinos, todo ello sin generar empleo”.

Asimismo, Sguiglia considera la fiscalidad como “más allá de la actual coyuntura y las urgencias por reactivar la actividad, no deberíamos abandonar el debate de la tasa turística, tasas ambientales y la apuesta por la diversificación de la oferta. En el turismo cultural hay potencial más allá de los museos, apostando por el tejido cultural y las academias formativas, el flamenco, el cine o el teatro deben explorarse más, al igual que un turismo aliado con la naturaleza y la riqueza etnográfica de Málaga. Es inexplicable por ejemplo la poca integración de los Montes de Málaga a circuitos de turismo deportivo y natural”.

Complementando estas propuestas, el concejal portavoz de la confluencia de izquierdas, Eduardo Zorrilla, declara que “las alertas medioambientales no son una amenaza para el turismo, todo lo contrario. Si prestamos atención a los signos de saturación de la construcción en primera línea de costa o de la calidad de nuestras playas, nos sirven como indicadores para cuidar de nuestro principal reclamo turístico. Es necesario que Málaga se comprometa y se consolide como un destino donde se conserva y se cuida el medioambiente”.

Zorrilla también propone “una revisión de las formas de redistribución de las rentas del turismo, descentralizando la oferta turística de la ciudad, poniendo en valor la diversidad y la oferta cultural y gastronómica que tienen los barrios para, de esto modo, poder dar oportunidades de negocio a los pequeños y medianos comercios”.