El guarismo 2020 estaba ya grabado en el canto interno de bastantes pares de alianzas cuando la pandemia irrumpió de lleno. Ante la incertidumbre que empezó a planear sobre la celebración de los enlaces matrimoniales, entre un 70% y un 85% de las parejas decidieron mover la esperada fecha y buscarse "un plan B", según estima el gremio de la celebración de bodas y otros eventos, que ahora planifica sobre un terreno cambiante.

"Nosotros estamos ilusionados con que podamos empezar en breves para que el momento en el que nos dejen podamos hacerlo todo con ganas y manteniendo la ilusión de los novios, que no se quede esto en un mal año", cuenta Pilar Martínez, una wedding planner malagueña. Sus primeras bodas empiezan en agosto después de los meses de parón, una vuelta a la actividad que acoge, según confiesa, con muchas ganas aunque con el reto de organizar desde cero una celebración en la, hasta ahora desconocida, nueva normalidad:

"Ahora mismo ese es el problema. Que ni siquiera los espacios saben cuál va a ser la medida obligatoria. Nosotros sabemos que se está recomendando la etiqueta respiratoria pero igual que en un restaurante, cuando estás sentado en la mesa no tienes por qué llevarla puesta", apunta Pilar Martínez. "Sí que es cierto que el tema de las distancias de seguridad se está adviertendo. Si las mesas antes se montaban de diez o doce personas, ahora tendrán que ser de seis o máximo ocho para mantener distancias o que sean de la misma familia, convivan juntos...".

Sobre el cóctel, la barra libre y la fiesta, tomando como referencia la fase 3, el sector barrunta que el uso de las mesas prevalecerá en los convites, algo parecido a lo que ocurre en las discotecas y bares de ocio nocturno, que por ahora deberán dar un nuevo uso a las pistas, sin descartar del todo la posibilidad de bailar.

"Los cócteles, pues tiene que ser todo individual, todo servido... y en principio los invitados no van a venir con mascarillas, aquí es como una cena en un restaurante. La barra libre la estamos tratando un poco como si fuera discoteca", explica Rocío Montes de Oca, directora comercial de Candado Beach. En este establecimiento tendrán sus primeros enlaces a mediados de julio y continuarán durante el mes de agosto, eso sí, principalmente bodas más pequeñas, de entre 100 y 120 invitados y al aire libre. Mientras que ya empieza a notarse una reactivación de eventos más reducidos, donde se incluyen algunos bautizos, despedidas... las bodas más grandes han aplazado para 2021.

"Estamos jugando sin muchos datos reales", apunta Pilar, que ahora debe encajar los antagónicos factores de antelación y maleabilidad en su trabajo diario. "Son muchos proveedores los que había que coordinar y que tuvieran las dos fechas disponibles, la de este año que ya tenía y la del siguiente como el plan B. Incluso he llegado a tener parejas que han llegado a tener tres fechas abiertas".

Agendas llenas en 2021

El traspaso de fechas ha sido la primera opción de los novios ante la situación cambiante derivada de la crisis del coronavirus frente a un porcentaje residual de parejas que ha preferido cancelar y pensarlo más adelante. Esto supone que en las agendas de los organizadores de bodas, los fotógrafos, catering, restaurantes... la temporada del 2021 trate de acoger las celebraciones de prácticamente dos años completos, lo que se traduce en colapso de fechas.

"Uno de los problemas que nos vamos a encontrar el año que viene es la falta de espacio. Yo la agenda ya la tengo al 85% de ocupación porque, entre lo que ya tenía contratado para el año que viene más todo lo que he movido para el que viene, ya no hay fechas libres", señala Fran (@Evenpic), fotógrafo profesional especializado en bodas, que también empezará sus primeros eventos en agosto. "Yo soy de los que apuesta que en agosto y septiembre se van a poder hacer fotos familiares sin mascarilla. De aquí a agosto puede cambiar todo mucho. Igualmente en un cóctel, en unos jardines, las personas aunque estén a un metro, en foto va a salir todo bien".

"Nosotros hemos intentado pasar las bodas para el año que viene para viernes sobre todo y sí que tenemos la agenda bastante completa", agrega la directora comercial de Candado Beach. "Aquí los meses más importantes son junio, julio, agosto y septiembre. Eso lo tenemos ya prácticamente completo, lo que son sábados y viernes".

Por otro lado, para compensar el agrio hueco en el calendario que padece la pareja cuando llega el día señalado en el que tenían previsto su casamiento, se está haciendo recurrente una "declaración de bodas" o incluso una "no boda" en la que se pueda festejar simplemente la promesa nupcial:

"La gente lo que está haciendo es que ese día no sea tan triste. Se leen unos votos de amor, se hacen unas cuantas fotos de pareja y una cena íntima", explica el artista Evenpic, que ya ha fotografiado a unos novios que se decantaron por esta iniciativa. "Es darle esa respuesta a tantas parejas que han puesto mucha ilusión y no han podido hacer lo que tenían en mente. Es una opción muy chula"