Primer fin de semana de sol y playa para los malagueños y los visitantes, pese a estar en plena fase 3 del proceso de desescalada y primar aún, sobre otras consideraciones, el miedo a un posible contagio de coronavirus. El buen tiempo hizo ayer mucho por llenar las playas, con las lógicas limitaciones de aforo y medidas de separación interpersonal (un mínimo de dos metros), y los chiringuitos de los paseos marítimos que se extienden en las fachadas literales este y oeste de la capital de la Costa del Sol.

Los chiringuitos habían vaticinado que, con el cambio de fase, de la mitad de la planta abierta se pasaría casi al 80% de ellos funcionando con absoluta normalidad y a pleno rendimiento. Esa fue, por ejemplo, la imagen de ayer en el Paseo Marítimo Antonio Machado, o de Pedregalejo y PedregalejoEl Palo. Muchos haciendo deporte: corriendo, en bicicleta o andando. Familias enteras paseando con niños y mesas llenas, separadas, eso sí, por más de dos metros en muchos casos. Lo único que anunciaba que aún sigue vigente el estado de alarma era la habitual presencia de mascarillas en las caras de los malagueños y visitantes. Tal vez el viento, sobre todo a lo largo del sábado, pudo deslucir algo el día. Este domingo también hubo rachas fuertes, según Aemet, en el litoral mediterráneo. Pero la temperatura fue excelente, de forma que esta osciló entre los 19 grados de mínima a los 31 de máxima, con una sensación térmica agradable.

Los chiringuitos, de hecho, no sólo recibieron a vecinos y residentes en las inmediaciones o en ciudades cercanas, como había ocurrido hasta ahora a lo largo de la fase 2 y la primera de la fase 3, sino que la movilidad entre provincias que permite la comunidad autónoma también hizo que muchos andaluces de provincias colindantes con Málaga, sobre todo de Córdoba y parte de Sevilla o Granada, se dejaran caer por las playas del litoral de la Costa del Sol para disfrutar del primer día de baño. En Huelin, sobre todo de residentes en la capital, aunque la separación interpersonal y las mascarillas fueron imágenes habituales.