El sector turístico busca mil y una fórmulas para remontar la crisis económica derivada de la pandemia: certificados de seguridad, innovación y nuevas tecnologías, sostenibilidad, formación para el empleo y recetas similares suponen, según se pudo ver en la mesa de trabajo para la reconstrucción económica de Málaga tras la pandemia, en concreto la dedicada al turismo, celebrada el pasado miércoles en el Palacio de Ferias.

De todas las intervenciones, hubo una que llamó la atención, no por novedosa, pero sí por los rendimientos que transitar esa vía podría proporcionar al territorio costasoleño: el director del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, Pedro Bendala Azcárate, propuso traer a las personas de talento a vivir a la provincia para que dirijan desde aquí sus empresas a través del teletrabajo y, usando las comunicaciones de la capital, puedan viajar cuando lo necesiten, sobre todo a la Unión Europea. En definitiva, que el talento resida en Málaga para generar riqueza de forma transversal.

«Esta pandemia sanitaria y económica que estamos viviendo nos está enseñando muchas cosas y como todos sabemos los momentos de crisis también son momentos para aprender y convertirlos en oportunidades y en esto nosotros en el aeropuerto hemos aprendido dos cosas, una es obvia: que tenemos una muy fuerte dependencia del turismo, más del 80% de los pasajeros tienen una motivación turística y eso a su vez supone una gran debilidad y, por tanto, deberíamos abrir los ojos y diversificar en la medida que podamos. La segunda es inesperada, pero puede que sea incluso más importante y es que la sociedad y la economía están preparadas para afrontar algo que siempre había sido una quimera: el teletrabajo».

Y el teletrabajo es, sin duda, en su opinión, una oportunidad para la provincia. «El talento ya no sólo puede elegir dónde trabaja, sino también dónde reside, y este hecho posiciona a Málaga en un lugar idóneo y con una ventaja competitiva sobre el resto de territorios realmente importante». La reflexión del director del aeropuerto entronca con lo que el alcalde, Francisco de la Torre, ha verbalizado en innumerables ocasiones: la necesidad de traer inversores, altos ejecutivos y emprendedores, sobre todo en el área tecnológica, a la ciudad porque eso, a su vez, conlleva la llegada de inversiones importantes. De ahí que haya productos inmobiliarios dirigidos exclusivamente a ellos, como los tres rascacielos con apartamentos de lujo de Torre del Río. Y de ahí, también, que ello pueda suponer el desembarco en la capital de empresas multinacionales, para lo que se necesitan oficinas.

La idea de Bendala Azcárate va por ese camino y recordó en su intervención en ese foro que, en 2019, el 12% de los pasajeros que pasaron por el aeropuerto costasoleño tuvo una motivación de negocio para viajar, «y este segmento tiene una importancia vital para nosotros, aunque es muy pequeño. Estos viajeros son los que marcan la diferencia muchas veces en hacer una ruta viable, porque pagan un precio más alto por los billetes y porque permiten a las rutas mantenerse fuera de la estacionalidad vacacional, es decir desestacionalizar la oferta de rutas». ¿Dónde está la oportunidad? «El teletrabajo permite que el talento pueda residir donde quiera residir». Y ahí entran la capital y el territorio que la rodea: el aeropuerto ofrece conexiones con las principales regiones de Europa, «en las que el teletrabajador puede mantener relaciones con sus empresas o con sus clientes». Estos teletrabajadores, dijo, son viajeros frecuentes, «muchos de ellos viajan cincuenta o cien veces al año», las rutas los necesitan para poder ser viables o surgir, generan «visitas de familiares y amigos todo el año. El teletrabajo permite que muchos malagueños con talento puedan quedarse a residir en Málaga».

Todo ello es atractivo, sobre todo, para los trabajadores de la UE, «porque sus rentas serán del norte pero sus gastos son del sur». Málaga les ofrece buen clima, muchos días de sol, la posibilidad de hacer deporte al exterior (golf, náutica, ciclismo...), existe una oferta educativa internacional que demandan las familias, sigue el director del aeropuerto, quien añade que hay «sistemas de calidad gastronómica, de medicina y bienestar que se reforzarían, la demanda de la construcciónse vería estimulada, son demandantes de servicios culturales y contribuyentes de alto nivel; las arcas públicas recibirían un apoyo extra». Para Bendala, «la concentración de talento en un territorio es el mejor atractivo para los inversores y más en una economía del conocimiento». Por ello, su propuesta es disponer de un plan de marketing orientado a que «todo ese talento que hoy día puede teletrabajar sea atraído a Málaga, es un empleo de calidad que genera riqueza, tiene un efecto multiplicador y es transversal». Es el tiempo también de que los buenos profesionales malagueños que se fueron de aquí, vuelvan, resalta.

En cuanto a la actividad aeroportuaria, precisa que ya hay 70 rutas previstas para julio, no con las frecuencias de antes, «pero suponen un rayo de esperanza», y recalca que el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta y AENA se reúnen durante estos días con las compañías aéreas como un único territorio para agradecerles su presencia aquí y explicar las extremas medidas de seguridad adoptadas en el transporte de la provincia.