Un reciente ensayo de Alianza Editorial sostiene que, pese a lo que podamos pensar, todavía en la sociedad contemporánea contamos con un buen número de ritos y rituales, igual que en el pasado, sólo que adaptados a los tiempos actuales.

Las doce uvas, las bodas, bautizos y comuniones, la Semana Santa o incluso las despedidas de soltero evidencian que no estamos tan lejos de los españolitos y europeos de la Antigüedad.

En cuanto al fútbol, se ha dicho hasta la saciedad que sustituye a las guerras, y de hecho contamos con la rica tradición española de colocar al frente de los clubes, en más ocasiones de las recomendables, a unos cuantos sargentos ‘chusqueros’.

Todo esto viene a colación por un extraño ritual ejecutado en plena calle, a espaldas de la modernísima sede de Inacua, en la zona de Parque Litoral.

En concreto, según nos informa una amable lectora, al pie de una farola de la calle Alicia de Larrocha, haciendo esquina con la calle Concha Lagos, había depositado hace unos días un extraño conjunto de objetos.

En primer lugar, una botella de cava brut-rosa, de la que asomaba una rosa y al pie, un cuenco con fruta, un racimo de uvas y lo que parecía una manzana cortada a trozos y con clavos (la especie), así como la cáscara de un huevo y algo que recordaba a una rama de canela, aunque podría ser otra cosa.

En el año 2017, el periódico ‘El Heraldo de Aragón’ se hacía eco de la presencia de objetos muy similares en algunos rincones de Zaragoza. Eso sí, esas ofrendas eran más espléndidas e incluían champán francés, whisky escocés, cigarros y puros, posiblemente habanos.

Al parecer, una antropóloga consultada por ese diario de Aragón aventuró que podía tratarse de ofrendas a personas o divinidades, con el fin de atraer la buena suerte o el amor o bien para mandar a tomar viento la mala fortuna (lo de 'a tomar viento' es una licencia poética de esta sección).

En estos tiempos tan inestables, mientras navegamos por un mar de Ertes, despidos y visitas nunca deseadas a Parcemasa, motivos hay para pedir que el panorama se despeje a quien corresponda.

Confiemos, eso sí, en que la moda no se multiplique, porque tropezar con un botella de champán bueno en plena calle no sólo es inaudito y puede causar hasta caídas, también es un desperdicio.

Contra la leyenda

Mañana jueves, el escritor malagueño Miguel Ruiz Montañez, gerente de la EMT, presenta online a las 19 horas su novela ‘La sangre de Colón’ en la librería Luces. Le acompañará la ensayista Mª Elvira Roca Barea. La novela entre otras cosas combate la leyenda negra del papel de España en América, en estos tiempos en que los puritanos ultras atacan las estatuas de Colón.