Manuel García Paine es un paciente de 48 años que ha abandonado esta semana el Hospital Civil. Allí se ha venido recuperando durante las últimas semanas de las secuelas que le ha dejado el Covid-19, en el servicio de Rehabilitación de este centro sanitario. Ingresó en el Regional el 23 de marzo, con síntomas de coronavirus, pero como él mismo expresa, nunca pensó que pudiera pasar tanto tiempo ingresado en el hospital. En total, han sido 88 días de lucha constante contra la enfermedad. Su sufrimiento, y lo que ha visto a través de los medios de comunicación, hacen que afirme: "La gente no toma conciencia de lo que realmente ha ocurrido".

Manuel ha dejado su habitación con mucha emoción y entre los aplausos del personal sanitario que le ha atendido durante todo este tiempo. "Salgo con emoción, pero también con miedo, porque no sé lo que me voy a encontrar en la calle", sostiene.

"Voy a volver a ver a mi familia, pero también estoy asustado", admite. Cuando ingresó en el Hospital Regional el 23 de marzo le dijeron que padecía coronavirus. "Entonces pensaba que me darían unas pastillas y me mandarían para casa", señala. Pero su estado era grave. Tenía una pulmonía bilateral que obligó a los médicos a tomar la decisión de trasladarle a la UCI después de pasar por Observación durante un día y por plante. "He pasado miedo y tengo miedo", explica.

El virus le llegó a dejar diez días en coma y las consecuencias no han sido pocas.

Durante su estancia hospitalaria no ha querido ver mucho la televisión. "Solo ofrecían datos de contagiados y de muertos". Dice que regaña con su familia, "porque no hay necesidad de que salgan a la calle" y asegura que no llega a entender "la normalidad con la que vuelve a vivir la gente". "Si no te ha tocado, los enfermos no dejamos de ser un número, de infectados o de muertos, pero solo números", concluye.