Cada verano, sin falta, hasta tres millones y medio de magrebíes que se han labrado su futuro en tierras europeas cargan sus vehículos al límite y emprenden un largo viaje de vuelta a casa para ver a su familia residente en Marruecos. Parten desde Francia, Holanda, Alemania, España... y conducen más de 2.500 kilómetros hacia el sur hasta ciudades portuarias como Algeciras o Málaga, donde tomarán un barco que les llevará a Tánger.

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Desde 1987, ese éxodo masivo tiene nombre, la Operación Paso del Estrecho (OPE), y se organiza en torno a un gran operativo coordinado entre el Reinado de Marruecos y varios países como España y Francia, activo desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre. El año pasado, por el Puerto de Málaga pasaron cerca de 143.000 viajeros y casi 30.000 vehículos.

Durante su estancia en la capital malagueña a la espera de su barco, el muelle de San Andrés reservó el año pasado 12.803 metros cuadrados para la OPE, donde además se habilita un área de recepción de viajeros con baños, duchas y servicios de información y aparcamiento de vehículos. En el operativo participan Protección Civil, Cruz Roja, Acciona-Transmediterránea y Marítima Alborán.

"Ese viaje para ellos es fundamental porque están fuera de su país durante un año. No es solo un viaje vacacional como el europeo que se va a otros países, es que ellos regresan a su propio país, donde tienen a toda su familia, sus viviendas propias... es un regreso a su hogar", explica Jorge Benet, cónsul de Marruecos en Málaga. "Y coincide que en verano hay muchas ceremonias nupciales, que son muy importantes en Marruecos, y aprovechan para reunirse".

Esta gran operación empieza a gestionarse anualmente en torno al mes de abril pero para los inmigrantes marroquíes que residen en Europa, este largo viaje es el acontecimiento del año para el que se preparan con muchísima antelación y en el que invierten gran parte de su trabajo. Según Benet, los marroquíes residentes en la Eurozona suelen ser autónomos que regentan sus propios negocios, principalmente locutorios, carnicerías o fruterías, tienen un empleo en el sector industrial, o bien son contratados mayoritariamente como mano de obra no cualificada. En algunos casos se muda la familia al completo pero en otros solo lo hace el varón y la mujer se queda en Marruecos.

"Es un retorno vacacional muy importante para ellos y que preparan durante todo el año. También aprovechan, ya que muchos llevan vehículos, para traer enseres de Europa que normalmente la aduana marroquí les facilita su paso sin pagar impuestos", añade Benet.

A finales de agosto y septiembre, los magrebíes hacen el mismo viaje a la inversa y retornan a sus puestos de trabajo, coincidiendo con el fin del período vacacional y el inicio del nuevo curso escolar.

Operación suspendida

La parálisis provocada por la crisis del coronavirus ha afectado también al desarrollo de la Operación Paso del Estrecho, que finalmente no se desarrollará este verano, la primera interrupción en sus 33 años de funcionamiento.

A principios de semana, el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, despejó las numerosas dudas acerca de la OPE, que debería haber arrancado hace más de una semana y que se mantenía en el aire ya que el país vecino en el norte de África continuaba -y continúa- con las fronteras cerradas y sin previsión de abrirlas.

"Es obvio hoy que la Operación Marhaba [como se la conoce en Marruecos], tal como la conocemos cada año, no tendrá lugar este verano, ya que no se ha preparado desde el mes de abril", anunció Bourita en sede parlamentaria. No obstante, no se cierra la puerta a que los marroquíes que residen en el extranjero y que decidan regresar a su país puedan hacerlo una vez se abran las fronteras, una suerte de "proceso natural", según el ministro marroquí, que dependerá de varios factores: el más evidente, que Marruecos desbloquee sus lindes, algo que no se espera hasta más allá del 10 de julio.

"Marruecos no va a impedir que sus residentes vuelvan a este verano, pero lo que sucede es que todavía no ha anunciado cuando será la apertura de fronteras. Esto incide mucho en los inmigrantes que tienen que reestructurar y prever su viaje y sus fechas", subraya Jorge Benet. "No cuentan con una fecha de entrada, entonces, hasta que no vuelvan a abrirse las fronteras hay un bloqueo total".

Además, la entrada de los ciudadanos marroquíes dependerá de las medidas sanitarias adoptadas por los países de tránsito, la situación sanitaria nacional e internacional y el protocolo sanitario que impogan el gobierno magrebí. Por ahora, los marroquíes repatriados tras haber pasado más de tres meses bloqueados en el extranjero deben pasar un confinamiento de al menos nueve días y superar dos test PCR.

Desde el consulado de Marruecos en Málaga estima que, de realizarse a la postre una especie de Operación Paso del Estrecho para aquellos inmigrantes que quieran regresar aunque sea por un menor período de tiempo, el volumen de viajeros será mucho menor, hasta un 60% o un 70% menos que en años anteriores, debido a los problemas económicos que encaran por la crisis sanitaria así como por la dificultad de desplazamiento.