La Universidad de Málaga recibe cada año a miles de estudiantes de otros países que cursan aquí estudios de grado a través del programa Erasmus o en alguno de los numerosos programas de intercambio internacional. Este curso sumaban más de 2.500, incluyendo los matriculados en el Centro Internacional de Español (CIE), según los datos ofrecidos por la UMA el pasado octubre. Sin embargo, la pandemia del coronavirus trastocó sus planes y también está afectando ya al próximo curso. Málaga sigue llamando la atención de los alumnos foráneos pero el Covid-19 cambiará los flujos habituales. Si antes eran más los que venían para los primeros meses o el curso completo, en 2021 el grueso se concentrará en el segundo semestre.

Así lo indican los datos que maneja ya el Servicio de Relaciones Internacionales. Por ahora, hay 767 estudiantes ‘nominados’, es decir que cuentan con el visto bueno de su universidad y de la UMA para venir en el primer semestre o el curso completo. No obstante, los plazos siguen abiertos y se espera que esta cifra aumente hasta rebasar los 800 alumnos para los primeros meses o para todo el curso en alguno de los programas de movilidad. Este curso que termina, la UMA ha tenido matriculados a 1.680 estudiantes (sin contar los del CIE), la gran mayoría -más de 1.000- de primer semestre y curso completo. Serían así unos 200 menos los interesados en venir a Málaga en la primera parte del curso o los nueve meses completos.

En cambio, serán más los que lleguen en el segundo semestre ya que, según la información del Servicio de Relaciones Internacionales, un gran número de alumnos prefieren esperar con la esperanza de que la crisis sanitaria haya quedado atrás. Muchos otros no pueden si quiera contemplar la opción puesto que más de 20 universidades socias han cancelado las movilidades para el primer semestre del curso 2020-21.

Para tener datos concretos hay que esperar puesto que las universidades aún están estudiando las solicitudes para el segundo semestre. El plazo concluye en noviembre. Por otra parte, hay que tener en cuenta que aunque cuenten con el visto bueno de las autoridades académicas, hay estudiantes que finalmente, por distintas razones, no realizan la movilidad.

Pese a la incertidumbre actual, la Oficina Welcome to UMA, que orienta, informa y ayuda a integrarse a los Erasmus y demás alumnos de fuera, lleva semanas respondiendo dudas de los interesados en venir el próximo curso. Isabel Rocha, responsable de la oficina junto a Ana Belén Fernández, explica que el interrogante principal es si las clases serán presenciales u online en 2020-2021.

La respuesta ha llegado hace sólo unos días: la enseñanza será mixta, combinando clases presenciales y online (sesiones síncronas) con actividades formativas virtuales. Así se indica en el acuerdo alcanzado por el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, y los rectores de las diez universidades públicas andaluzas, en el que se pone de manifiesto el objetivo de alcanzar la máxima presencialidad posible.

La otra gran preocupación es el alojamiento, que también está condicionado ahora por el coronavirus. En este sentido, la UMA confía en que las residencias vuelvan a abrir sus puertas aunque sea con un aforo reducido. De momento, apunta Rocha, los plazos están suspendidos pero Welcome to UMA comunicará a los interesados el momento en el que empiecen a recibir estudiantes de nuevo.

También llegan aún a la Oficina Welcome to UMA correos de los estudiantes extranjeros matriculados este curso. Aunque ya son los menos. La mayoría los recibieron cuando se declaró el estado de alarma, que sorprendió a estos alumnos lejos de sus países de origen y sin saber qué hacer.

«Nosotros sentíamos que teníamos una responsabilidad con estos estudiantes. Nos preguntaban si se marchaban o se quedaban. Al principio teníamos hasta 30 consultas cada día», detalla esta trabajadora de la UMA.

Extranjeros afectados este curso

Más de 2.500 estudiantes de 73 países están matriculados este año en las aulas malagueñas. Sobre todo procedentes de países de la Unión Europea acogidos al programa Erasmus (242 de Italia, 160 de Alemania y 140 de Francia, entre otros), pero también de países europeos extracomunitarios y de África, América, Asia y Oceanía. Todos ellos se vieron afectados en marzo por la explosión de la pandemia. Según los datos de la UMA, 120 cancelaron su movilidad y 152 regresaron a sus países pero siguieron sus estudios a distancia. El resto han permanecido en Málaga o no han comunicado su decisión aún.

Aunque la Oficina Welcome to UMA cerró sus puertas al declararse el estado de alarma, ha seguido atendiendo la consultas de los alumnos por correo electrónico y a través de las aulas virtuales gestionadas cada día de la semana por un miembro del Servicio de Relaciones Internacionales.

Cómo seguir con los estudios pese a volver a sus países, cuándo se reanudarían las clases presenciales, qué hacer ante la dificultad de encontrar un medio de transporte para regresar a sus países de origen, qué actividades estaban permitidas en España durante el confinamiento o qué debían hacer para recibir asistencia médica. Estas fueron algunos de las consultas más frecuentes que el Vicerrectorado de Movilidad y Cooperación Internacional recogió junto a sus respuestas en un documento creado para ayudar a estos alumnos y difundido a través de las redes sociales.

Muchos se marcharon pensando que tardarían un par de semanas en volver -el estado de alarma abarcaba 15 días inicialmente-, por lo que dejaron sus pertenencias en sus pisos de alquiler. «Querían volver a recoger sus cosas y no podían», explica Isabel Rocha, que apunta que la asociación Erasmus Student Network (ESN) ha estado ayudando en estas tareas y dando también información.

Además, Welcome to UMA ha recibido preguntas sobre los visados, que se extendieron durante seis meses.

Otro apoyo clave para los extranjeros han sido los integrantes del Buddy Program, alumnos españoles voluntarios que ayudan a los foráneos a conocer la universidad e integrarse. Muchos de los 785 estudiantes locales que han participado este curso en el programa han continuado en contacto con sus compañeros extranjeros durante el confinamiento por email y ha habido hasta quien los ha acogido en su propia casa. Una muestra de cómo los malagueños acogen a los extranjeros y que indica que, pese a la incertidumbre, la UMA seguirá siendo atractiva más allá de las fronteras nacionales.