La reconstrucción social y económica de la ciudad tras los tres meses de confinamiento por la crisis sanitaria derivada de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas y la llegada de una profunda recesión que ha venido para quedarse unos meses centraron ayer los debates del primer pleno municipal presencial. La moción partió del PSOE, cuyo portavoz, Daniel Pérez, quería que el equipo de gobierno crease una comisión de trabajo específica en la que estuvieran los grupos de la oposición municipal y así tejer un gran pacto por Málaga. El alcalde, Francisco de la Torre, le recordó la celebración de hasta siete reuniones de diversos foros sectoriales en los que grandes expertos han lanzado propuestas sanitarias, económicas (referentes al turismo o la construcción) y sociales. Son, de hecho, más de cuatrocientas medidas, desveló el regidor.

El problema venía por el hecho de que el PSOE quería que ese asunto se viera en una comisión de trabajo municipal, sin atención mediática si era necesario, con el fin de que todos pudieran participar. Y el alcalde, según ha indicado varias veces estas semanas, ha guiado el pilotaje de esta iniciativa abriendo el debate a la sociedad malagueña y haciendo partícipe a la Universidad de Málaga, el PTA, los sindicatos, las asociaciones de empresarios, hosteleros, hoteleros, colectivos sociales o colegios profesionales. No es que el PSOE estuviera en contra de eso, y pese a que sus ediles han sido invitados a esos foros celebrados en el Salón de los Espejos y el Palacio de Ferias, sino que se trata de que las propuestas de la oposición sería difícil articularlas en según qué foros. De hecho, el alcalde propuso ayer que esas propuestas fueran ordenadas, listadas según su importancia por la Fundación Ciedes, pero Pérez le recordó que el PSOE y Adelante Málaga no están ahí, por lo que finalmente se consensuó que se llegue a un acuerdo no sólo en Ciedes, sino también en el Consejo Social de la ciudad, órgano con un gran protagonismo y con una representación transversal de los diferentes representantes de la sociedad civil.

También se acordó que el equipo de gobierno consensúe los futuros presupuestos y modificaciones con los grupos, por ejemplo el de 2020, y que el pleno muestre su compromiso para llegar a acuerdos que supongan un gran pacto para la ciudad, «exigiendo a las administraciones supramunicipales, Diputación, Junta y Estado, la implantación de políticas que colaboren en dicha labor».

Daniel Pérez, portavoz socialista, recalcó al alcalde que lo que planteaba «se queda corto, el gran pacto por Málaga debe darse en el seno del Consejo Social de la ciudad, donde estamos todos, no en una fundación en la que no estamos representados». El alcalde, por su parte, desveló que había hablado con Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante Málaga, sobre la posibilidad de alcanzar el consenso en Ciedes y en el Consejo Social de la Ciudad. Pérez insistió al regidor en la necesidad de que las reuniones se celebrasen en la segunda semana de julio.

El socialista recordó al alcalde que «31 concejales suman más que los 15 del equipo de gobierno» y le tendió la mano para llegar a acuerdos para modificar los presupuestos de 2020. Noelia Losada, portavoz de Cs, destacó que otras ciudades han sacado las cuentas adelante con el apoyo de PP, PSOE y Cs, como en Granada, y pidió altura de miras. Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante, reseñó que fue la confluencia la que tuvo la idea de llegar a un gran pacto por Málaga y destacó que no es necesario volver al modelo anterior, sino tomar enseñanzas de los aspectos positivos y negativos de la crisis y cambiar en muchos asuntos (urbanismo, movilidad, organización social). «Debemos establecer una metodología, con reuniones durante dos o tres meses para poder establecer las líneas generales».

De la Torre defendió el trabajo efectuado por el equipo de gobierno, «muy intenso», dijo, elogiando, por cierto, a la portavoz, Susana Carillo, e insistió en que durante el confinamiento se desinfectaron entre 5.000 y 7.000 puntos diarios, o la respuesta que se dio a 20.000 familias por parte de los Servicios Sociales, las compras para proteger al personal municipal o el teletrabajo de los funcionarios.

Hubo más mociones que, de una forma u otra, abundaron en este aspecto. Así, por ejemplo, se dio luz verde por unanimidad a una moción del PP en la que se pide participación de los ayuntamientos en la gestión de los fondos europeos de reconstrucción, una segunda que contenía un paquete de medidas de apoyo al sector turístico (desde la prolongación de los ERTE a líneas de liquidez), y hasta una de Cs en la que se pide al Gobierno que se hagan PCR a los viajeros internacionales que lleguen al aeropuerto de Málaga.