Las primarias regionales de Podemos convirtieron a la diputada nacional por Córdoba Martina Velarde en la sucesora oficialista de Teresa Rodríguez. Mientras disfruta del prólogo de su nueva andadura, su discurso aún suena espontáneo.. Respecto a esta provincia, admite la posibilidad de que Nico Sguiglia ocupe una secretaría en su dirección regional

Velarde reitera que no le gustan las etiquetas de 'pablistas', 'teresistas' o 'errejonistas' y aboga por «un proyecto lo más plural posible, porque Podemos Andalucía no es una secta sino una organización política abierta».

¿Qué sintió, hace unos días, cuando resultó elegida la nueva coordinadora general de Podemos Andalucía?

Ha sido un proceso que se ha dado en un contexto muy complejo. Estamos inmersos en una crisis sanitaria, económica y social que es la más grande del último siglo, pero estamos muy satisfechos con los resultados. Y muy agradecidos porque han votado más de 8.000 inscritos e inscritas en un momento tan difícil. La militancia ha demostrado un gran compromiso y aquí han sido las primarias más importantes desde el nacimiento del partido. Se ha producido un cambio en la dirección política y los cambios son siempre cruciales. Hemos vivido las primarias con muchísimo sentido de la responsabilidad y no puedo estar más contenta con los resultados. Creo que los inscritos se han decidido por la candidatura con una propuesta más plural y con una mayor vocación de unidad.

¿Cuáles son las grandes líneas que debe seguir ahora la formación en esta comunidad?

Nuestro objetivo va a ser muy claro: gobernar dentro de tres años en Andalucía. Es esencial que Andalucía pueda fortalecerse. Es uno los mayores territorios de este país en cuanto a población y, sin embargo, estamos siempre a la cola en España y en Europa. Ahora tenemos que fortalecer la organización, escuchar a los militantes y hacer que Podemos se enraíce en cada provincia de Andalucía para que tenga presencia en los municipios, los barrios y las comarcas. Sin un Podemos fuerte, no va a haber alternativa para Andalucía.

En su primer mensaje en las redes sociales, agradeció la participación de sus contrincante e hizo una mención expresa al 'trifachito' de la Junta ¿Por qué?

Un Gobierno de PP y Cs apoyado por la extrema derecha, por Vox, al final es un 'trifachito' porque son dos derechas con una ultraderecha que está haciendo mucho daño desde que entró en el Gobierno andaluz. Con los votos de Vox, estamos viendo cómo un asesinato machista se transforma en un asesinato familiar, cómo se aumentan los recursos para la sanidad y la educación privadas, cómo se aumenta la precariedad y cómo se apuesta por el pelotazo y la liberación de suelo a costa del medio ambiente. Para salir de la crisis, necesitamos un escudo social y un cambio de modelo productivo como el que se está impulsando, a nivel nacional, desde el Gobierno de coalición. La derecha no tiene ningún problema en poner palos en la rueda, lo estamos viendo respecto al Gobierno de España. Le han llamado de forma despectiva 'paguita' al Ingreso Mínimo Vital. No sé lo que va a pensar Moreno Bonilla sobre lo que está haciendo Pablo Casado con su partido. Es una derecha sin escrúpulos que va a interponer siempre los intereses particulares a los intereses de la ciudadanía.

Los pactos entre PP y Cs están empezando a tambalearse tanto en Madrid como en Málaga ¿Cree que el amor entre ambos empezó a terminarse cuando Cs le prestó los apoyos puntuales a Pedro Sánchez a los que usted ha asistido como diputada?

Lo hemos visto en Andalucía y también en Madrid. El de Andalucía es un Gobierno débil y lo hemos comprobado cuando se propone que la comisión de reconstrucción la presida Vox, que estaba en contra de ella. Están mostrando muchos signos de debilidad.

¿La abrupta salida de Teresa Rodríguez ha mermado la herencia que ha recibido al frente de Podemos Andalucía?

Teresa y su equipo, la dirección saliente, no se sentían cómodos con lo que habían votados los inscritos andaluces. Más de un 96% votó que sí a un Gobierno de coalición en España. A partir de ahí, la anterior dirección se desmarca y no asume lo que ha votado la militancia andaluza. Ahí es cuando deciden marcharse y se abre una nueva etapa. Es un cambio importante y ahora mismo lo que estamos intentando es mirar hacia adelante. El proyecto es el mismo. Entiendo que, si los compañeros no se sienten cómodos defendiendo la postura que ha votado la militancia, no puedan estar al frente de nuestro partido.

¿Le preocupa que el grupo en el Parlamento de Adelante Andalucía pueda fragmentarse y acaben los 'teresistas' por un lado e IU y Podemos por otro?

Adelante Andalucía surgió como una coalición electoral pero, principalmente, gracias al esfuerzo de Podemos e Izquierda Unida. Y eso es innegable. Basta con mirar las hemerotecas. Con mucha generosidad, llegamos a un acuerdo con otras organizaciones andalucistas. En Podemos no podemos concebirlo de otro modo. Los espacios colectivos no pueden ser patrimonio de nadie. Ahora toca debatir, valorar y tomar decisiones oportunas. Tenemos que empezar a hablar con todas las fuerzas que componen esa coalición.

¿Qué le parece que los 'teresistas' se estén moviendo para crear su nuevo partido, en provincias como la de Málaga, con la marca Adelante Andalucía?

Una marca que surge de distintas organizaciones políticas y se hizo fuerte gracias a Podemos e IU no puede ser patrimonio de nadie. Quienes planteen otra cosa que no se ajuste a los acuerdos a los que llegamos o tengan otra finalidad, tienen que estar fuera de aquel acuerdo. Ni IU ni Podemos se han ido de ese acuerdo. Quien quiera hacer otra cosa tendrá que explicárselo a los votantes y a quienes nos involucramos en lo que Adelante Andalucía es hoy.

El excoordinador provincial de Podemos Málaga, el 'teresista' Alejandro Serrato, se presenta ya como portavoz de Adelante Andalucía en esta provincia. ¿Puede hacer eso?

No sé cómo han sido las negociaciones ni cómo se ha fraguado. Honestamente, no lo sé. Es algo interno de la provincia y no puedo entrar a valorarlo. No sé quien ha tomado esa decisión.

De vuelta a Málaga, ¿entiende que haya malestar en un sector que siempre ha sido afín a Pablo Iglesias por el hecho de que el referente malagueño de su candidatura sea Nico Sguiglia, que fue en la lista del sector 'teresista' en Vistalegre 2?

Nico no es el único representante que tenemos en Málaga. Hemos intentado hacer una candidatura plural. Hay más compañeros y compañeras que son de allí. Intentamos que n Andalucía pasase como en Murcia o Madrid y en Andalucía se presentase una candidatura única. Y al final no pudo ser. Hicimos una apertura de la lista a toda la gente que formaba parte de Podemos. Los compañeros de Anticapitalistas han decidido irse porque no estaban de acuerdo con el Gobierno de coalición a nivel estatal. Pero no es el caso de Nico ni de otros compañeros que han estado en Anticapitalistas pero han estado de acuerdo con el Gobierno de coalición y pensaban que Podemos Andalucía necesitaba un proyecto.

¿Se siente cómoda rodeada de 'exerrejonistas' y 'exteresistas' en un equipo oficialista?

Siempre vamos a tener las puertas abiertas a todos los compañeros, hayan sido más afines a Anticapitalistas o hayan estado en la sensibilidad de Errejón. Eso no nos preocupa. Nos parece que tenemos que sumar y no podemos poner vetos a ningún compañero y compañera. Cuanto más sensibilidades haya y más plural sea el proyecto, mejor. No estamos en una secta, estamos en una organización política abierta. No nos gustan las etiquetas. Ni 'teresistas', ni 'errejonistas', ni 'pablistas'. Nosotros no tenemos ídolos. Estamos en un partido que es plural. Simplemente, hay tesis políticas que pueden ser más afines. Y las tesis políticas también se cambian. Los Anticapitalistas nunca habían dicho que había una línea roja con gobernar a nivel estatal y, sin embargo, luego lo dijeron y había gente que ya no estaba en esas. No es una cuestión de Teresa ni de Errejón. Es una cuestión de líneas políticas. Si cambias la línea política, habrá gente que no esté cómoda.

¿Existe la posibilidad de que Nico Sguiglia sea el número 3 de Podemos Andalucía como Secretario de Sociedad Civil y Movimientos Sociales?

Está la secretaría de Organización, que es muy importante. Está la secretaría política, que es muy importante. Hay muchas secretarías que son importantes. La de Movimientos Sociales claro que la hay pero no es ni la 3, ni la 4 ni la 5. Hay muchas que son importantes.

¿Pero existe la posibilidad de que él ocupe este puesto?

Sí. Además, el suyo nos parece un buen perfil para esa responsabilidad.

¿El hecho de que sea la coordinadora regional la capacita para aspirar a ser candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía o si la dirección estatal elige a otro compañero lo aceptará y ya está?

No me habilita para nada. He dado el paso adelante porque había un consenso entre los compañeros y compañeras. Hemos trabajado varios meses juntos para armar la candidatura. Y hubo un consenso también con todos los nombres que están en la candidatura. Todos los hombres y todas las mujeres. Todo ha sido por consenso y, además, lo hemos hecho desde Andalucía. Fue un consenso para que yo fuese como cabeza de lista para coordinadora general pero ese proceso no tiene que ver nada con el proceso que tiene que venir dentro de tres años.

¿La convivencia obligada con otras formaciones como Más País o el partido que cree Teresa Rodríguez será un hándicap electoral de cara a las próximas convocatorias?

Falta mucho tiempo para eso. Yo siempre lo he dicho. A mí lo que me gustaría es que hubiese una papeleta con todas las fuerzas de izquierda. Nosotros no nos hemos movido del sitio. Seguimos siendo Podemos Andalucía con las mismas fuerzas y las mismas ganas. Trabajamos entendiendo que Podemos Andalucía tiene que ser una alternativa real de Gobierno. El resto de compañeros tendrán que explicar su programa y qué es lo que quieren hacer. Nosotros no hemos surgido hace dos días. Tenemos un partido desde haces seis años. Es verdad que hace falte que se enraíce de manera territorial porque nos hemos vistos involucrado en un continuo bucle de elecciones y somos un partido muy joven. Lo urgente no nos ha dejado tiempo para lo importante. Ahora lo vamos a construir y estamos abiertos a sentarnos a hablar con los demás compañeros de otras formaciones de izquierda.

¿Está mostrando la izquierda andaluza, últimamente, su rostro más cainita?

Sí. A Andalucía le hace falta más unidad y luchar por nuestra tierra. Tenemos que tener claro que tenemos derecho a decidir aquí nuestro modelo productivo, a no regalar nuestro talento y nuestros recursos para contribuir a la riqueza de otros territorios cuando se necesita aquí. Es necesario que no nos sigan imponiendo un modelo económico que esté basado únicamente en el turismo de sol y playa, una agricultura intensiva que no transforma aquí sus productos o al ladrillo como únicos motores de nuestra economía. Creo que la gente no va a entender que, en unas circunstancias tan difíciles como las actuales, la izquierda en Andalucía esté pensando más en siglas y en partidos que en la gente. Y en Podemos Andalucía ese error no lo vamos a cometer. Nuestras prioridades pasan por hacer políticas para la gente.Lo interno y la izquierda dividiéndose otra vez no nos valen. Estamos muy politizados y hay que bajar más a la tierra. Yo quedo con la gente en la calle o voy a la cafetería a preguntarle al del bar. Y la gente está muy quemada de que estemos hablando de cosas internas y que la izquierda esté viviendo en parcelitas. No es una cuestión de poder. Es una cuestión de responsabilidad. Y la responsabilidad ahora mismo es no pensar en partidos ni en siglas y pensar más en la gente. Nosotros vamos a estar ahí.

Es diputada nacional por Córdoba, la tierra en la que emergió para la política Julio Anguita, ¿cómo vivió una noticia como la de su muerte?

Muy mal. Para Córdoba ha sido un varapalo impresionante. Se ha producido en unas circunstancias como las del Covid cuando había mucha gente con necesidad de despedirlo y hacerle un homenaje y no pudo ser. Julio nos hacía mucha falta. Sobre todo, en este momento. Y esa es una de las cosas que más me entristecen. Julio sacó un manifiesto, que firmaron muchos colectivos, justamente para hablar de la unión de la izquierda y de la necesidad de hacer política desde abajo. Julio estaba en su última época centrando sus esfuerzos en eso. Lo estaba consiguiendo y la gente estaba muy ilusionada. Es una pérdida personal enorme para todo el mundo que lo conocía pero también una pérdida política. Era una persona tan lucida y tenía tanto que aportar todavía... Ahora mismo, la izquierda está huérfana.