A causa de una persecución religiosa, el pakistaní Muhammad, que hoy tiene 32 años, tuvo que dejar su país, donde vendía mazorcas de maíz, y trasladarse a España. En su pueblo natal no pudo estudiar y pese a no saber leer ni escribir, memorizó una receta muy presente en las fiestas populares de su país, el biryani, un pollo con arroz basmati aderezado con una catarata de especias.

El sabor del biryani, que le evocan su tierra y su familia, supone para Muhammad lo que para Kamala las lentejas con espinacas de Bangladesh; para Alma y Miguel el chupe venezolano de pescado o para la nigeriana Elodie, la sopa de pollo picante.

Pinceladas de sus vidas y sus recetas tradicionales favoritas se recogen en el libro 'La cocina de la nostalgia', del académico, historiador y profesor Fernando Rueda, una iniciativa solidaria de la Cruz Roja en Málaga, presentada de forma telemática el pasado viernes, que reúne los platos de 55 inmigrantes de 32 países que se encuentran o han pasado por los centros de la Cruz Roja en Málaga.

Cada plato, además, viene acompañado por la versión realizada por los reconocidos miembros del grupo Gastroarte y sus amigos, entre los que se encuentran cocineros como Benito Gómez, Ángel León, Charo Carmona, Cati Schiff, Adolfo Jaime, Dani García o Miguel Puche. Una conjunción de 18 estrellas Michelin y 31 soles de Repsol para dar a conocer, a través de la cada vez más demandada cocina étnica, la realidad de los inmigrantes.

«A cada uno de los cocineros les mandé una receta, en función de su forma de trabajar y les dije que podían hacer lo siguiente: la versión de la receta, qué le inspiraba o qué sugerencias le ofrecería si estuviese aquí, en Occidente, con los mismos ingredientes», explica Fernando Rueda.

Como resalta el prestigioso historiador de la cocina, el orden de presentación no es el de los platos ni el de los países sino el nombre de pila de cada cocinero que versiona la receta, un gesto que refleja la amistad existente en el grupo, que ha colaborado de forma desinteresada en el libro, al igual que los malagueños de Crema -antigua The Room- a cargo del diseño y la maquetación. Además, también ha colaborado la Real Academia de Nobles Artes de Antequera -a la que pertenece el investigador- además de Imagraf, Trops y Pilsa.

'La cocina de la nostalgia' puede adquirirse a cambio de un donativo de 25 euros a través de la web nacional de Cruz Roja, en la sede de Málaga de calle Ollerías y en muchos de los restaurantes de Gastroarte y sus amigos.

Homenaje al inmigrante

Fernando Rueda destaca que el libro pretende ser un homenaje de los cocineros de Gastroarte a los inmigrantes que han llegado a España por los motivos más dispares, presentes también en las pinceladas biográficas de este libro. «Los hay que fueron perseguidos por su religión o por su color de piel; los que emigraron por necesidades económica o porque vivían en un rincón de África donde la homosexualidad está prohibida para los dos sexos; en algunos casos por enfrentarse a las maras y otros colectivos... hay una variopinta muestra de todos ellos».

«Existe la posibilidad -aventura con ironía- de que la gente, cuando lea esto, termine por ‘guisar’ su conciencia, en lugar de guisar sus ingredientes, que le dé un buen hervor a su forma de pensar y a su moral». El libro, de hecho, recoge los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que hace referencia a los derechos de circulación libre por un estado, a salir del país y regresar a él y al derecho al asilo en caso de persecución.

Acompañado por un amplio glosario, el lector tiene la oportunidad de realizar la receta tradicional o la que ofrece el cocinero de Gastroarte. En cuanto a los ingredientes, el autor explica que si alguno no se puede encontrar en Málaga, sí se puede incorporar uno parecido: «Si hay una planta parecida a una acelga, pues pones una acelga».

En septiembre, si no arrecia el coronavirus, la idea es presentar al público en los Baños del Carmen este gran libro de cocina solidaria, repleta de nostalgia y sabores del mundo.