La nueva empresa pública de limpieza, Limasam, comienza hoy a funcionar tras un largo recorrido administrativo de dos años, los que van desde que el alcalde, Francisco de la Torre, anunció su intención de municipalizar la sociedad hasta hoy mismo, cuando se había anunciado la puesta en marcha de esta mercantil que deja de ser mixta (el 51% estaba en manos de los privados y el 49%, del Consistorio). Es una jornada histórica tras la culminación de un proceso que ha pilotado, por delegación expresa del regidor, la edil de Fiestas, Servicios Operativos, Limpieza y Playas, Teresa Porras.

Porras, de hecho, explicó ayer a este periódico que su equipo lleva días frenéticos de trabajo para terminar la subrogación de todo el personal, 1.600 trabajadores, y el traspaso de la maquinaria, los equipos y las instalaciones. A primera hora de ayer, indicó, no quiso confirmar que hoy echase a andar la mercantil, porque «no puedo asegurar nada, no es darle a un botón», aunque finalmente una nota del Consistorio confirmó que sí será hoy el día de Limasa. Ahora, habrá de salir a contratación la nueva imagen corporativa de la empresa, «no se puede hacer todo de golpe». Porras ha sido investida estos días como consejera delegada de la firma para acelerar en lo posible el trámite administrativo.

La sociedad va a gestionar la limpieza, recogida y tratamiento de residuos en la ciudad. Su nombre es Limpieza de Málaga Sociedad Anónima Municipal y su presupuesto rondará los 90 millones de euros al año, un 8% menos que el modelo privado.

Los representantes municipales de la sociedad de Limpieza Málaga S.A.M. son los siguientes: Grupo Municipal Popular: Francisco de la Torre (presidencia), Teresa Porras (vicepresidencia), José del Río y Francisco Pomares. Grupo Municipal Socialista: Begoña Medina, Alicia Murillo y Salvador Trujillo. Grupo Municipal Ciudadanos: Alejandro Carballo. Grupo Municipal Adelante Málaga: Francisca Macías.

El servicio de limpieza viaria de Málaga comprende más de una veintena de actuaciones diferentes que hace que la organización se divida en diferentes secciones: barrido manual, barrido mecánico, fregado de aceras, baldeo manual mecanizado, limpieza de playas, desbroce, limpieza de fachadas y manchas en pavimento o limpieza de solares, entre otras.

Así mismo, el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos (RSU) comprende las siguientes funciones: recogida de carga trasera, recogida de muebles y enseres, recogida de jardinerías y talas, recogida de residuos asimilables en zonas industriales, recogida de grandes centros y hospitales, recogida selectiva de papel y cartón, recogida selectiva de envases, lavado de contenedores, limpieza de contenedores de recogida selectiva, mantenimiento y ubicación de contenedores de selectiva, recogida manual, recogida aeropuerto y recogida de contenedores soterrados tanto de orgánica, envases, papel-cartón y vidrio. El horario de recogida de residuos se estipula en función de varios parámetros como son la densidad de tráfico, la tipología de los contenedores, la disponibilidad de la flota, la estructura de las calles y barriadas, con el fin de ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos minimizando, en lo posible, la interferencia con el resto de vehículos de la vía pública.

El presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, asegura que a los privados «les interesaba sólo el dinero y tenían a Málaga como rehén», además de criticar las reticencias de estos a culminar la municipalización, que quedó expedita una vez un juzgado rechazó el recurso contra la culminación de la municipalización el pasado viernes. «Apostamos desde el primer momento por la municipalización, con unos cimientos fuertes y transparentes, es lo que necesitan los barrios, además de que habrá un ahorro importante todos los años», explica, asegura que la plantilla está contenta y pide un plan para todos los barrios, de forma que los trabajadores adecenten cada día el mismo sector, «calle Larios va sobrada». Paqui Macías, edil de Adelante, también pide un plan estratégico para que se mire a los barrios, así como también hay que ir, dice, al contenedor marrón de basura orgánica. «La empresa va a ser más eficiente por el ahorro y más democrática, porque habrá una bolsa de trabajo, transparente». Begoña Medina, edil del PSOE, también cree que el fin es tener «una ciudad más limpia y atendida, y el pliego de condiciones desaparece».