Los urbanistas malagueños son los encargados de preservar para las futuras generaciones un lenguaje críptico y engolado que, en muchas ocasiones, puede trasladarnos a la noche más oscura de los místicos españoles.

En otros casos, es como si el propio don Luis de Góngora resucitara en un informe urbanístico sobre un terrenal sector de Churriana, La Mosca o, más acorde con el barroco español, la Cruz del Humilladero.

Y sin embargo, a veces ese lenguaje arcaico y enrevesado a sabiendas nos deja verbos muy descriptivos, a pesar de sus aires gongorinos como 'esponjar'.

'Esponjar' es la forma poética del verbo 'demoler' y se emplea como los ingenieros de Montes emplean el clarear en los bosques más densos.

Algo así ha llevado a cabo, todo hay que decir que con acierto, la Gerencia de Urbanismo, con un hito del obstruccionismo en la Carretera de Cádiz.

Porque estábamos hablando del último reducto de una manzana de casas y pequeñas naves o talleres que dejaba en la mínima expresión una vía tan necesidad de aceras anchas como el lado norte de la calle Héroe de Sostoa.

Y sin embargo, a la altura del barrio de La Princesa el peatón tenía que pegar un requiebro ante una manzana, a fin de cuentas la tónica general, como puede verse en las modestas casas matas del vecino barrio de La Isla.

Con los años la manzana, junto a súper, fue desapareciendo y sólo quedó un bloque de cuatro plantas con una farmacia en la planta baja. Un inmueble que para reducir el impacto de su pared medianera -en dirección al Centro- se había aderezado con un paisaje pictórico y un anuncio publicitario.

Finalmente, el Ayuntamiento autorizó su demolición y esto ha supuesto, además del ensanche de la acera, la comunicación directa, por primera vez en su historia, de la calle Río Gargáliga con Héroe de Sostoa y otra salida más a la Carretera de Cádiz para el Carril de la Cordobesa. (Por cierto, a la calle le falta una ese pues el río, afluente del Guadiana, es el Gargáligas).

El concejal de Urbanismo, Raúl López, explicaba esta semana a esta sección que la demolición de este bloque forma parte del plan urbanístico de calle Santa Rufina -el del vecino y casi desaparecido polígono industrial de La Princesa- con el fin de mejorar la comunicación con Héroe de Sostoa.

Como sabrán quienes frecuenten la zona, el polígono ha dado paso en su mayoría a un enorme descampado que llega hasta el final del soterramiento de las vías del AVE.

Bloques de gran altura y, para compensar algo, mucha zona verde, veremos pronto crecer en estos andurriales; y para ir adelantando mientras, operaciones de 'esponjado' como la descrita, que al menos nos dejan una acera amplia. Si necesidad de ir dando requiebros.