La pandemia nos cambiará la vida, vaticinan desde diversos sectores de la sociedad española e internacional. En Málaga ya lo ha hecho, y quienes comen del turismo han sido de los primeros en notarlo. Mientras la patronal hotelera de la provincia habla de una ocupación para la temporada alta difícilmente superior al 40%, otra alternativa vacacional empieza a despuntar de tal manera que la demanda viene desbordando a la oferta habitual: las casas rurales.

«Los viajeros optan por este tipo de alojamientos porque les permite disfrutar de un espacio privado sin renunciar a compartir las vacaciones con sus seres queridos», explican desde Vrbo, una plataforma online experta en alquiler vacacional. «Las búsquedas se centran principalmente en casas o villas con amplias estancias, espacio al aire libre, con jardín y, si es posible, con piscina privada». Este último factor es clave.

Para el recién estrenado mes de julio de «nueva normalidad», la ocupación de estas villas rurales equipadas con piscina en Málaga llega a superar el 80% y en la primera quincena de agosto está ya por encima del 90%, según datos de la central de reservas online Ruralidays, con sede en la capital malagueña y especializada en la gestión de alquileres vacacionales de casas de campo con piscina a lo largo de toda Andalucía.

Estos dos meses, esenciales en la temporada alta turística, las ventas han aumentado un 45% con respecto al mismo período del año pasado. Pese a que la incertidumbre que sigue planeando sobre los viajes internacionales ha supuesto cierta ristra de cancelaciones por parte de clientes extranjeros, la elevada demanda española lo ha suplido con creces, algo que ha generado profundos cambios en las estadísticas habituales, según la plataforma online.

Tanto es así que los españoles que optan por alquilar una casa rural han aumentado en un 460% con respecto a 2019, muy por encima de otras nacionalidades de peso en el mercado como son Francia, Alemania o Reino Unido. «Se han incrementado las consultas y las llamadas telefónicas por la propia incertidumbre tras la desescalada», confiesa la agencia online. No obstante, pese a que el mercado internacional se ha retrotraído, a estas alturas ya se han registrado las primeras reservas de villas rurales para 2021.

«Algunos viajeros prescindirán del hotel, donde comparten zonas comunes con otros huéspedes, y se decantarán por opciones alojativas que les ofrezcan más privacidad, como las viviendas turísticas», explica Almudena Ucha, directora de Rentalia, la plataforma de alquiler vacacional de Idealista. Los efectos de la pandemia han moldeado claramente la forma de viajar y los motivos por los que hacerlo. En 2019, según Ruralidays, el 43,3% de las reservas de casas de campo fueron parejas que buscaban un período de relax (82%), un clima agradable (72%) o bien visitar ciudades nuevas (42,3%).

Ahora proliferan los viajes en familia, de hecho suponen el 55%, que buscan también ese descanso (90%) pero se sienten atraídos por la naturaleza y el deporte (13,75%) y, además, que haya una buena relación calidad precio (13,75%). Llama la atención -aunque no sorprende- que el hecho de querer conocer nuevas urbes sea solo el motivo del 1,9% de los viajes que se registran en esta agencia de viajes malagueña. «Se nota un aumento de gente que viaja con mascota, motivado por la cercanía y los grupos de familia y amigos. Los viajes en pareja han quedado en un segundo plano», apuntan desde Ruralidays, que subrayan el auge de las casas con piscina privada. «Solo hay reservas de piscina privada, no quieren compartirla».

En cuanto a la estancia en las casas rurales, predominan los viajes de entre 7 y 14 días, con una media de 5,97 ocupantes, frente a los 5,42 en 2019. Por otro lado, el precio medio de reserva es de 1.385 euros y la antelación media al realizar la compra ha bajado 24 días, hasta situarse en los 127 días. «Hay una tendencia muy grande a las reservas de último minuto”, señalan desde la agencia. «Muchas reservas internacionales no se han cancelado esperando las decisiones de los gobiernos».

Por municipios

Si bien es cierto que una de las motivaciones principales este año es alejarse de las urbes y estar en contacto con la naturaleza, las casas rurales ubicadas a menos de 10 kilómetros de la costa siguen siendo las más disputadas. En la provincia, Ruralidays apunta a la comarca de la Axarquía como la más atractiva para quienes buscan reservar una casa rural durante el verano, donde Torrox se erige como una de las principales opciones: «Torrox ha crecido considerablemente este 2020, con una calidad-precio extraordinaria». Los municipios de Frigiliana y Nerja también están altamente demandados.

En el interior, localidades como Alozaina, Coín o Antequera, con una buena relación calidad-precia, muestran buenas cifras de ocupación aunque se encuentren alejadas de la costa. Por su parte, el Caminito del Rey ha hecho de Álora otro municipio muy buscado por los clientes de Ruralidays.

Dada la alta demanda en los alquileres de casas rurales para pasar las vacaciones, Ruralidays ha incrementado en un 12% su oferta con respecto al año anterior. Todos los inmuebles deben cumplir con las medidas de seguridad e higiene recomendadas por la Secretaría de Estado de Turismo para minimizar el riesgo de contagio entre los clientes salientes y los nuevos inquilinos. «El protocolo recae sobre todo en la limpieza y desinfección del alojamiento y su equipamiento, así como la distancia de seguridad entre el cliente y el personal, entrega y recogida de llaves, limpieza...», explican desde Ruralidays. En opinión de Daniel Velasco, cofundador de Ruralidays, esta forma de viajar viene para quedarse: «Muchos clientes nunca antes habían disfrutado del turismo rural y, una vez que lo haces, engancha. La incertidumbre y el miedo a viajar lejos harán que mucha gente siga eligiendo durante 2021 el turismo de proximidad».

En palabras de la directora de Rentalia, «si tuviéramos que destacar una opción de alojamiento protagonista del verano de 2020 es el turismo rural. Muchos viajeros valoran el aislamiento y la privacidad que ofrecen y se decantan por esta opción al favorecer la posibilidad de huir de aglomeraciones».