Más de tres meses de confinamiento por la crisis del coronavirus han provocado, entre otras cosas, una tremenda caída del consumo en los pequeños y medianos comercios y en la hostelería, aunque esta es mucho más acusada, sin duda, en determinadas partes de la ciudad como el Centro Histórico, para cuya subsistencia económica es vital la afluencia tanto de turistas nacionales e internacionales como de los propios malagueños. Los barrios, según los colectivos consultados, funcionan o están funcionando mejor. ¿Qué hacer? El Ayuntamiento, según explicó ayer la edil de Comercio y Vía Pública y portavoz del PP, Elisa Pérez de Siles, baraja poner en marcha un paquete de medidas para tratar de que los residentes malagueños vuelvan a comprar en las tiendas del Centro y a consumir en los restaurantes y bares allí radicados, amén de animar también a los turistas a que lo hagan.

Ya saben que los cruceros siguen sin llegar al puerto y el incesante goteo de cruceristas que visitaba las tiendas del casco antiguo ahora mismo no existe; por otro lado, el turismo de fin de semana que une a muchos turistas nacionales, sobre todo madrileños y castellanomanchegos, con los museos y la gastronomía local es ahora anecdótico, a la espera de que en los próximos meses crezca la afluencia de visitantes españoles, uno de los fuertes de la capital como referente en el turismo cultural que es. Y, en cuanto a los visitantes internacionales, ya conocen que las fronteras han abierto hace unos días para recibirlos con fuertes restricciones y con prevalencia de unos países sobre otros, a los que no se les permite venir a la UE.

Pérez de Siles explica que la pasada semana hubo una reunión con la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y Mahos, la organización que agrupa a los hosteleros malagueños, para abordar la situación económica que vive el corazón de la ciudad tras la fase más aguda de la pandemia. También estuvieron representadas las áreas del Centro, Movilidad o Fiestas, entre otras. Así, se acordó con los colectivos estudiar una serie de medidas para relanzar el consumo en los negocios hosteleros y los pequeños y medianos comercios del casco antiguo.

Los barrios se recuperan mejor

«Desde que se puso en marcha la tercera fase, estamos viendo que en los barrios se recupera bien el comercio, eso lo detectamos en los mercados municipales. El mensaje que lanzamos en algunas campañas de 'consume en tu barrio, rescata a los comerciantes, son nuestros vecinos', está funcionando muy bien. En el Centro Histórico hemos visto la interrelación que hay entre el turismo y el comercio, el comercio de compras, en el casco antiguo el turismo está muy vinculado al comercio y, si cae una cosa, afecta a la otra», reflexiona la edil, y pone como ejemplo el mercado municipal de Atarazanas, que era el que funcionaba mejor antes de la pandemia y ahora es el que peores cifras presenta.

Los alquileres

Muchos de esos comercios del Centro, dice Pérez de Siles, están teniendo problemas con el alquiler. En algunos casos, no llegan a acuerdos con los propietarios. La primera medida que se ha tomado por el Ayuntamiento es llegar a un convenio de colaboración con el Colegio de Abogados que ofrezca mediación gratuita entre los comerciantes y los propietarios de los locales para hablar sobre el alquiler. «A veces los dueños de los locales son fondos de inversión: queremos facilitar que ambas partes se sienten y lleguen a un acuerdo, estamos ultimando el convenio». Asimismo, cabe recordar que en junio se lanzó una campaña para promocionar el comercio de proximidad. «El alcalde quiere lanzar una serie de detalles para incentivar al consumidor, que vengan al Centro, ofrecer atractivos a cambio de comprar aquí», dice.

Pérez de Siles señala que se está estudiando que, a cambio de un tique de compra de en torno a 20 euros, los clientes puedan acceder a bonos para aparcar de forma gratuita en la red de aparcamientos municipales, entradas para los museos de la ciudad o que el transporte público sea gratuito, además de implementar nuevas campañas de promoción. «Son incentivos para que el resto de vecinos bajen al Centro y no dependan sus comercios y negocios hosteleros sólo del turismo». La portavoz del PP destaca que se está buscando la fórmula jurídica y económica para llevar a cabo este paquete de medidas para cumplir estrictamente con las normas, de forma que Comercio o Cultura, por ejemplo, compren las entradas y se les den a los comercios o se haga a través de patrocinios o del propio Ayuntamiento. «Estamos buscando el encaje jurídico», dice.

El espíritu de la Feria

Por otro lado, a través de las convocatorias de subvenciones normativas a los comercios, que se otorgan a los proyectos que incentiven el consumo, se van a dar ayudas para que los comerciantes y hosteleros, durante la fecha en la que debía haberse celebrado la Feria de agosto, engalanen sus locales y ofrezcan algunas degustaciones y otros servicios. «En el Centro Histórico, aunque no hubiese Feria, el ambiente invita al consumo, a la alegría y queremos aprovechar el espíritu de la Feria para incentivar el consumo en los comercios del Centro Histórico, de forma que los asociados vistan de feria sus escaparates o hagan degustaciones».