El pasado mes de junio, con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, Ecologistas en Acción de Málaga capital otorgó el premio 'Atila ciudad de Málaga 2020' al director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga, Luis Medina-Montoya, «por su propuesta de exterminar cotorras en Málaga mediante métodos poco éticos», en concreto, con balines de aire comprimido, informaba una nota. En Málaga capital, en 2019, había unas 3.500 cotorras y en la provincia entre 4.000 y 5.000, según datos de la UMA.

Para el biólogo Alberto Medina, portavoz de Ecologistas en Acción en Málaga capital, no hay duda de que tanto las cotorras argentinas, mayoritarias en Málaga, como las Kramer, muy presentes en Sevilla, «son especies invasoras», pero aboga por «otras estrategias» contra estos pájaros como piensos, anticonceptivos o mover los nidos. Además, resalta que lo que se debe perseguir es la venta ilegal de estos pájaros, origen del problema.

Además, Alberto Medina precisa que el Premio Atila también se le otorgó al responsable municipal «porque hay que conocer la opinión de todos los colectivos y no darles la espalda».

Con respecto al método de los disparos, avalado por la Junta de Andalucía, señala que el riesgo es que este papel lo realicen cazadores, «que al final lo mismo matan una cotorra que a otro pájaro, más el peligro de que dispares un balín y como no seas Guillermo Tell con la manzana le des a un vecino».

De opinión parecida es Maricruz Torres, portavoz de Ciriana, la asociación ecologista de Churriana, un colectivo que, por contra, el pasado Día Mundial del Medio Ambiente recibió el premio 'Azote de Atila', por su defensa del Medio Ambiente. «En Sevilla lo hicieron muy bien, de forma ética, han anillado y contado los nidos, han tomado datos reales, introducían parafina en los huevos para que no eclosionaran y anticonceptivos en los piensos que también ha funcionado», explica a este diario.

Como señala, Ciriana lleva dos años tratando de formar parte de las entidades que analizan qué hacer con las cotorras, sin resultado, y en diciembre del año pasado dio parte a la Fiscalía de Medio Ambiente, también sin respuesta. «¿Existe la profesión de pistolero?, hay que buscar soluciones éticas», concluye la ecologista.

Respuesta de la administración

En febrero de este año, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, a petición de la Diputación de Málaga, dio a conocer el Plan de Erradicación de las Especies de Cotorras Exóticas en Andalucía.

La principal conclusión a la que llegaba era que el mejor método para erradicarlas era «el abatimiento de ejemplares mediante carabinas», y ponía el ejemplo de Zaragoza, donde se ha usado este método desde 2015 y la población se ha reducido desde unos 1.500 ejemplares a una decena.

El informe señala que los piensos esterilizantes pueden afectar a otras aves y pequeños mamíferos granívoros, mientras que el derribo de los nidos «provoca la reconstrucción de los mismos».

El sacrificio cero, subraya, «es inviable» si se quiere evitar el impacto negativo sobre las especies nativas y también la agricultura.

Para el diputado provincial de Medio Ambiente, Cristóbal Ortega, una vez conocidas las directrices de la Junta, «la decisión tiene que ser unánime» entre todos los municipios de Málaga afectados. El diputado explica que ya hubo una primera reunión este año con los ayuntamientos y con responsable de la UMA y que la segunda se aplazó por la declaración del estado de alarma.

«Hay un problema común y aunque la Diputación no tiene competencias, lo que hacemos es coordinar, porque son muchos los municipios afectados, y ya hay cotorras incluso en Antequera».

La decisión, reitera, tendrá que ser por unanimidad y llevada a cabo a la vez por todos los municipios afectados, «porque si se actúa sólo en Málaga, las cotorras se moverían a Torremolinos y crearíamos un problema mayor allí».

También habla con La Opinión Luis Medina-Montoya, quien recuerda que la competencia para actuar contra las cotorras es de la Junta y no municipal. «Se tome la decisión que se tome, Málaga no la puede tomar de forma unilateral», subraya, y destaca que en Madrid se han llegado a retirar nidos comunales de cotorras de 100 kilos. «Es también un problema de seguridad», alerta.

Para la concejala de Medio Ambiente, Gemma del Corral, «a nadie le gusta matar animales pero se agotan todas las posibilidades y se trata de una especie invasora que se ha introducido en nuestro ecosistema». La próxima mesa de la Diputación desvelará qué futuro les espera a estos pájaros.