­«Duermo poco, llevo semanas sin pisar la calle y prácticamente sólo salgo de la habitación para el desayuno, la comida y la cena. Aunque lo estoy dando todo, no sé cómo van a salir los exámenes. Lo que sí te puedo decir es que en este curso ya me he sacado un máster en gestión de estrés y superación de incertidumbre. Convivimos con ella desde finales de marzo. Pase lo que pase, creo que la matrícula de honor en capacidad de adaptación no hay quien nos la quite». Son las palabras de Alejandro Coman, estudiante del Colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre, que esta semana se enfrentará como otros 9.000 alumnos malagueños a una Selectividad marcada por el coronavirus.

Cuando el pasado septiembre empezaron a preparar el examen que determinará su futuro académico nadie podía imaginarse que tendrían que hacerlo con mascarilla y que sobre la mesa, junto al bolígrafo, tendrían un bote de gel hidroalcohólico. El Covid-19 ha marcado este curso escolar para todo el alumnado, pero serán los estudiantes de 2º de Bachillerato quienes sin duda no olvidarán que tuvieron que sumar a los nervios clásicos las medidas de seguridad por el coronavirus. Además de verse obligados a preparar el examen a distancia la mitad del curso.

Serán 9.097 alumnos malagueños los que se examinarán entre este martes 7 y el 9 de julio, un 17,88% más que en 2019, de la prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU), la llamada Selectividad. En cuanto a las sedes, han pasado de 17 en la provincia a 18, cifra a la que hay que sumarle seis subsedes más.

La prueba está marcada este año por un complejo dispositivo de seguridad y protección y por importantes cambios en el contenido de los exámenes como la única propuesta por asignatura con preguntas a elegir.

La Selectividad, simultánea en toda Andalucía, se celebrará en aulas a un tercio del aforo y con mascarillas higiénicas para el alumnado, profesorado, vigilantes de exámenes y personal. Así lo indica el protocolo sanitario para el correcto desarrollo de la evaluación aprobado por la Comisión Técnica creada por la Junta.

Entre las medidas de seguridad, se garantiza el máximo de distanciamiento posible entre los estudiantes, un plan reforzado de limpieza y desinfección específico o establecer diferentes zonas de descanso, preferentemente en espacios abiertos.

Como norma general, las mascarillas serán obligatorias, tanto para el personal como para los alumnos, que tendrán que hacer los exámenes con ellas. No podrán compartir materiales ni usar ascensores, salvo que tengan algún impedimento físico.

Cambios en el contenido

En cuanto al contenido de la prueba, se ha establecido un nuevo modelo de examen con una única propuesta por asignatura, con un mayor número de preguntas a elegir. Una decisión con la que se busca que «el alumno pueda alcanzar la máxima puntuación en la prueba, con independencia de las circunstancias en las que este pudiera haber tenido acceso a la enseñanza y el aprendizaje durante la suspensión de la actividad lectiva presencial», según las instrucciones de la Junta.

Para el examen de este curso desaparecen así las dos alternativas de prueba a elegir que se venían ofreciendo en los cursos anteriores. La única propuesta para esta convocatoria estará compuesta por un mayor número de preguntas con el fin de integrar los contenidos correspondientes a todos los bloques de cada asignatura.

Estos cambios son los que se encontrarán el martes alumnos como Alejandro Coman o Martina Ajuelos, del Colegio El Pinar, cuyas preocupaciones a pocas horas de la EVAU van más allá de los nervios. «Mi obsesión estos días es entrar en el aulario, con la mascarilla y toda la parafernalia, sentarme en mi sitio, leer las preguntas del examen, que me surja alguna duda y no poder hacerme entender con la boca tapada o tocarla como no se debe cuando tenga que moverla», explica Martina, quien no oculta, entre risas y nervios, que hasta ha tenido pesadillas con ello.

Alejandro Coman tiene una sensación parecida, que se ve incrementada por el bombardeo informativo constante sobre la actualidad del Covid-19 y sus rebrotes. El joven, en cualquier caso, se esfuerza por centrarse en los últimos repasos al temario y en la confianza de saberse «preparado porque pese a las circunstancias tan adversas que hemos vivido, a la suspensión de las clases 'normales' y todo lo que ello conlleva, los profesores han estado siempre a nuestro lado, el cole ha puesto en marcha el formato 'online' desde el minuto 0, nos hemos adaptado y hasta puede que hayamos aprovechado más el tiempo porque hemos cubierto absolutamente todo el temario y aún nos ha dado para repasar durante junio».

El sentir de Marta Antón, también del Pinar, es el mismo. Esta joven malagueña, que aspira a sacar nota para acceder a los estudios superiores del doble grado en Administración y Dirección de Empresas con Derecho, vive estos días con sentimientos ambivalentes. «Creo que hemos trabajado de manera correcta todo el año pese a las circunstancias tan raras y cambiantes y toda la confusión que venía desde las administraciones educativas, aunque es difícil sacarse de la cabeza todo el bombardeo informativo del Covid-19», afirma sin olvidar destacar el papel de los profesores, «que han estado ahí y ahí siguen dándonos ánimo y transmitiéndonos tranquilidad».

Los últimos días preparatorios son también duros para Senna Pineda, quien a la presión por los exámenes PAU une el estrés añadido de una prueba específica de idioma. No obstante, pese al esfuerzo y las dificultades, confía en obtener un buen resultado y, sobre todo, reza para que en el aulario que le ha tocado en suerte cuente con algo de climatización «porque con las mascarillas, los nervios y los 40 grados, como no haya aire... en fin, mejor no pensarlo».