Trabajadores del Centro de Acogida Municipal y Emergencias Sociales de la calle Donoso Cortés denuncian la indefensión en la que se encuentran después de que la Policía Local haya dejado de vigilar desde el pasado 10 de julio el interior de las instalaciones.

Como ayer recordó un portavoz de los trabajadores, los agentes llevaban vigilando el interior del albergue municipal desde su apertura en 1989, 24 horas al día, pero desde el verano pasado comenzaron los recortes que han culminado ahora con la marcha de la Policía Local, algo que consideran inexplicable.

«Ahora tienen orden de acudir cuatro veces durante la noche por si hay problema, pero le hemos dicho que en ese caso lo que haremos es llamar a la Policía Nacional», señaló.

La falta de agentes, denunció este trabajador, también ha propiciado que no se envíe información sobre los usuarios nuevos que ingresan, «por si tienen algo pendiente con la justicia, así que aquí está entrando todo el mundo».

«Estamos todos asustados»

«Hay un problema porque aquí tenemos amenazas diariamente o las ruedas pinchadas; estamos señalados», comentó, y destacó que la situación también la padecen «las cocineras, las limpiadoras, las lavanderas y los trabajadores sociales. Somos un colectivo que estamos todos asustados», resumió.

Además, informó de que tras el confinamiento, una empresa de servicio se encarga de forma temporal del control del albergue, con tres turnos de dos trabajadores cada uno pero sin competencias en seguridad.

En julio del año pasado, los trabajadores ya enviaron una carta de protesta a la entonces concejala de Derechos Sociales, Gemma del Corral, cuando la Policía Local ya redujo su presencia.

En esta ocasión, a través del sindicato UGT, van a remitir una carta de protesta al concejal actual, Francisco Pomares, a la que ha tenido acceso este periódico, en la que denuncian que la falta de agentes «ha generado una desprotección de los usuarios y trabajadores y un sentimiento profundo de indefensión; no se puede trabajar con inseguridad y miedo».

La carta precisa que la situación «se agrava por la noche al intensificarse más los signos de embriaguez o efectos del consumo de tóxicos», lo que desemboca «en peleas entre ellos y amenazas al personal».

Para los trabajadores, llamar a la policía «no es la solución», sino que para atajar estos incidentes «la inmediatez 'in situ' es fundamental».

Respuesta del Ayuntamiento

Fuentes municipales respondieron ayer a las quejas de los trabajadores y aseguraron que en la actualidad, «en ninguna de las ocho provincias de Andalucía la Policía Local custodia albergues municipales».

Estas fuentes precisaron que la Policía Local seguirá estando presente «en las horas críticas: el desayuno, la comida, la cena y la ducha, para cualquier incidencia» y que todas las noches se acercarán de forma periódica. Además, informaron de que los agentes sí se encargarán de la requisitoria, es decir, de contrastar la información de los usuarios nuevos por si tuvieran asuntos pendientes con la justicia.

Del resto de funciones, aseguraron estas fuentes, se harán cargo empresas de seguridad como en otros albergues andaluces de este tipo.