La preocupación de los vecinos por los botellones incontrolados en la calle ha crecido desde el fin del estado de alarma, que tuvo lugar el pasado 21 de junio, de forma que, como explica el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Avelino Barrionuevo, la Policía Local ha sumado la organización de dispositivos especiales en determinadas zonas de la capital para, entre otras cosas, evitar la proliferación de grupos consumiendo bebidas en la vía pública, además de hacer controles de alcoholemia y otras sustancias y estar atentos a la hora a la que los hosteleros recogen las terrazas o cierran los bares. Esto se hace, precisamente, porque la movida se ha desplazado tras la fase aguda de la pandemia del casco antiguo a zonas como Echeverría de Huelin o Teatinos y, por tanto, ha sucedido lo mismo con los botellones.

A los turnos habituales de cada día y noche, la Policía Local (las patrullas de noche prestan especial atención a los botellones, el ruido y el escrupuloso respeto de los horarios hosteleros) suma el dispositivo especial de fines de semana (dieciocho agentes) para control de la movida, que trabaja fundamentalmente viernes y sábados desde las once de la noche a las cinco de la mañana. A esto, y dada la preocupación de los vecinos, de las asociaciones en las que se agrupan y de otros colectivos, se añaden los dispositivos especiales montados para Teatinos, el entorno de Plutarco, fundamentalmente; y Echeverría de Huelin, así como en Río Rocío (también Huelin).

Sólo desde el 21 de junio a estos días, se han recibido 58 llamadas de ciudadanos poniendo en conocimiento de la Policía Local la celebración de botellones en diferentes partes de la ciudad. Hay preocupación ciudadana y los ediles de ambos distritos se han preocupado por pedir mayor presencia policial, especialmente los fines de semana, lo que está llevando a cabo la Policía Local a las órdenes de Barrionuevo (peticiones de vecinos, ediles y comerciantes de la zona). No sólo por el botellón, sino también por el ruido, los horarios de cierre hosteleros o el alcohol. El servicio especial para monitorizar la movida, claro, continúa actuando en el Centro Histórico.

Desde el 21 de junio al 30 de ese mes, la Policía Local denunció a 116 personas en la capital por consumir alcohol en la vía pública, diez de ellos menores. Estas denuncias se producen por botellones detectados en Pinares de San Antón, Pedregalejo Playa o Miraflores del Palo, en el distrito Este; Campos Elíseos y La Malagueta en el Centro Histórico, Puerta Blanca o Sacaba Beach en Carretera de Cádiz y Guadalmar en Churriana. «A los servicios de diario, se suma un dispositivo de fines de semana que la Policía Local monta para vigilar el cierre de terrazas y el botellón en la vía pública y que se llevan a cabo en las zonas donde se este se realiza de forma más frecuente; y atendemos a las llamadas vecinales cuando se nos informa de que hay conductas de este tipo», reflexiona Barrionuevo. A los padres de los menores que son sorprendidos bebiendo en la calle se les envía una carta (12 en lo que va de año). La sanción a los adultos es de 101 euros. Dice el edil que el botellón ha aumentado tras el estado de alarma. «Siempre hemos actuado, no sólo ahora, pero en la época estival es cuando el consumo de bebida en la vía pública es más atractivo, por eso se refuerzan los servicios ordinarios y los extraordinarios», declara.