La firma malagueña Helados Cremades cumple 50 años estrenando el envío de helado a la playa y manteniendo el servicio a domicilio puesto en marcha con el estado de alarma, en su apuesta por adaptarse a las necesidades de los clientes. La empresa afirma que reparto en las casas ha significado una gran experiencia, "no sólo por la buena acogida en cuanto a pedidos, sino por las reacciones de los malagueños que han agradecido enormemente el servicio". Se dieron casos incluso de regalos de los clientes a los repartidores. La empresa fundada por Luis Cremades cita, como ejemplo, el caso de una clienta les elogió entregándoles una tarta al recibir su pedido).

Ahora acaban de poner en marcha el servicio de reparto en la playa de El Palo y Pedregalejo. Los clientes realizan sus pedidos a domicilio o mientras toman el sol, con un mensaje de WhatsApp y un repartidor se lo lleva hasta la orilla del mar. Ante la buena acogida, están ya estudiando la expansión al resto de playas de la ciudad. En la actualidad son dos las heladeríasn de la firma, una situada en El Palo (avenida Salvador Allende, 256), y otra en Pedregalejo (calle Cenacheros, 34).

Para conmemorar su 50 Aniversario, Helados Cremades ha lanzado también una campaña con el eslogan "Todo cambia, menos nuestros helados", que recoge los valores y la experiencia acumulada y transferida de padres a hijos en la empresa para seguir ofreciendo "la misma calidad y el mismo compromiso de siempre". Los helados que conservan su gusto original y que también han sabido evolucionar para ofrecer nuevos e innovadores sabores como el de Pantera Rosa o el de Donut.

"Nos llena de orgullo cumplir 50 años sabiendo que nuestro padre creó Helados Cremades con muchísima ilusión, pensando que el negocio pudiera mantenerse por un largo tiempo. Hoy ya somos la segunda generación de Cremades al frente de las heladerías y ya casi vamos por la tercera. Y todos continuamos manteniendo la base que nuestro padre creó y nos enseñó", afirman.

Hace 50 años, Luis Cremades abría su primera heladería en el barrio de la Cruz del Molinillo, donde se asentó con su familia, gracias al aval económico de la familia Azcoitia,. La tradición heladera le venía ya de lejos. En los años 30, su bisabuela Timotea abrió su primera heladería en Valencia, y Luis Cremades comenzó a aprender este oficio en su pueblo natal, Tibi (Alicante). Fue con catorce años cuando salió a "helar" por primera vez, con una familia de Jijona, Mercedes y Feliciano «El lluminer» y siguió aprendiendo en otros lugares como Campo de Criptana o Gijón.

Este recorrido junto a diferentes y prestigiosas familias heladeras hizo que adquiriera todo su conocimiento en la elaboración tradicional del helado y que ha sabido transmitir a sus hijos, hoy al frente de Helados Cremades.

Paloma y Juan Luis, hijos de Luis Cremades, cuentan que la leche merengada se preparaba en una caldera, sobre un hornillo de gas y batiendo con una varilla. Una elaboración que continúan manteniendo intacta, así como la de sus helados, que era y sigue siendo totalmente artesanal, conservando las mismas recetas que les transmitió su padre.

Una de las claves reside en las materias primas que utilizan para la elaboración de sus productos, ya que según ellos mismos señalan, "conservamos a nuestro proveedor de leche fresca de toda la vida". Eso sí, la forma en que reciben los pedidos ha cambiado notablemente: "Antiguamente el reparto se hacía en cántaros, mientras que hoy en día la cosa ha ido evolucionando y nos la entregan envasada para su mejor conservación, señala Paloma Cremades.

"Como recoge la frase, todo a nuestro alrededor cambia. Quién nos iba a decir a nosotros hace unos meses que el mundo iba a estar en esta situación€ Hay cosas que no se pueden cambiar y tienes que adaptarte, pero en cambio hay otras que sí. Nosotros, en nuestras heladerías, tratamos de mantener la tradición, no solo los sabores, sino la forma de hacer, de vivir y entender nuestro oficio, tal y como nos enseñó nuestro padre", añade Juan Luis.

Para celebrar el aniversario, Helados Cremades han creado un helado conmemorativo de Milhojas con Turrón, completamente artesanal, que ya puede degustarse en sus heladerías. La idea para su elaboración viene de lejos.

"El reencuentro con Dulces Rivas, pastelero de Sabor a Málaga y cuyo padre, también Rivas de apellido, proveía a nuestro padre de los bizcochos para las tartas en los años 80. Justo este año hemos retomado el contacto y hemos vuelto a contar con ellos para los bizcochos de nuestras tartas. Fue a raíz de esto que nos propuso hacernos las planchas de milhojas, que hemos incorporado a nuestro helado de turrón, el más vendido de Helados Cremades, con un toque de caramelo y cuyo resultado es verdaderamente espectacular. Invitamos a todos a probarlo y celebrar con nosotros estos 50 años llenos de recuerdos", detalla Paloma Cremades.

También ofrecerán talleres donde los malagueños podrán descubrir y aprender en primera persona cómo es la elaboración de un helado artesanal, desde los ingredientes necesarios como la leche fresca, pasando por la introducción de elementos como el chocolate, el turrón o la vainilla y hasta la obtención final del helado.

Estas actividades irán unidas a una acción de agradecimiento con un fin solidario, en colaboración con la Fundación Andrés Olivares. Por cada uno de los helados que se vendan a domicilio a lo largo del verano, Helados Cremades donará un euro a la fundación.