La familia del tripulante desaparecido el mes pasado tras el hundimiento de un pesquero a unas 14 millas al suroeste de la isla de Alborán, del que fueron rescatados otros tres navegantes, ha denunciado al patrón del barco por un delito de homicidio imprudente y contra la seguridad de los trabajadores.

En la denuncia, a la que ha tenido acceso Efe, los familiares piden que se tome declaración como investigado al patrón de la embarcación y se detallan una serie de irregularidades que pudieron provocar el accidente y el hundimiento del barco.

El 7 de julio, sobre las 23.30 horas, salieron a faenar desde el puerto de La Caleta de Vélez hacia aguas próximas a la Isla de Alborán y, un día más tarde, sobre las 20.30 horas, volcaron completamente y la embarcación se hundió.

Tras el hundimiento, el patrón pudo salir a la superficie, seguido de otro marinero, y pasada una media hora lo hizo un tercer tripulante.

Entre las irregularidades, los familiares del fallecido señalan que si se toma como referente el lugar donde se ubicaba el barco en el momento de la desaparición, "estaban practicando pesca de altura, para lo que no estaba contratado el marinero".

Además, se destaca que uno de los tripulantes era el hijo del patrón, un menor de 14 años, pero que el patrón durante su declaración "omitió este extremo porque ya de antemano es una temeridad poner a tripular una embarcación a un menor".

En la denuncia se incide en que ningún marinero experimentado se explica por qué no se paró el motor de la embarcación, ya que si el barco se escora (da un bandazo) y se para el motor de manera intencionada por el tripulante, el barco se para y no gira sobre sí mismo.

"Pero esta pericia no la tiene el menor de 14 años que habitualmente tripulaba la embarcación", afirma la denuncia, en la que se indica que se "silencia" que el motor una hora antes se había parado en varias ocasiones y que el estado del barco "no era el óptimo para navegar".

Además, se detalla que el barco no contaba con las dimensiones propias para navegar en alta mar, por lo que se tumbaba demasiado y el gasoil no le llegaba bien porque cogía aire, ante lo que es una práctica común manipular el bombín para que el combustible se suplemente.

Si el marinero desaparecido fue designado por el patrón para hacer esa tarea y estaba en la sala de máquinas, "no tuvo opción de salir del barco", apunta la denuncia.

El patrón del barco niega tal extremo y mantiene que el marinero estaba en su litera, versión que no comparte la familia, ya que la litera estaba situada junto a la puerta y hubiese sido el primero en salir, ni tampoco tiene sentido, según la familia, que estuviese dormido a las 20.30 horas.

El patrón del barco también justificó que no se usaran los chalecos salvavidas diciendo que de haber cumplido con la normativa, todos estarían muertos, "pese a que además de ser obligatorios permiten la localización de los marineros", agregan los familiares del fallecido.

A los denunciantes también les resulta llamativo que un día después de poner la denuncia, el patrón diera de baja al marinero desaparecido de la Seguridad Social porque "no parece albergar dudas sobre su posible aparición".

Los denunciantes consideran que los hechos son constitutivos de un delito contra la seguridad de los trabajadores con el resultado de un homicidio imprudente, por lo que piden al juzgado la comprobación de los hechos.

También piden pruebas "a fin de comprobar la grotesca burla a las medidas de seguridad y prevención de riesgo por el patrón del barco", que se acredite la edad del menor y se certifique si tenían autorización de pesca de altura y de bajura.