La aplicación oficial de rastreo de contagios por covid-19 ya se puede descargar. En dos días, la app desarrollada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital acumula más de 500.000 descargas en teléfonos móviles que usan tanto los sistemas operativos Android como iOS. Sin embargo, las notificaciones por haber estado en contacto con un positivo, su función principal, permanece desactivada. Esta alerta depende completamente de que cada comunidad autónoma facilite la información de los casos positivos a los usuarios de la app. En Andalucía, la Junta ha pedido al Ministerio de Sanidad que la comunidad autónoma sea «zona preferente» entre las regiones para el desarrollo de esta aplicación móvil, y ha planteado que sean las provincias de Almería y Málaga las que puedan pilotar esa iniciativa, según avanzó esta semana el consejero de Salud, Jesús Aguirre.

Funcionamiento

Radar Covid es una app de código abierto desarrollada durante tres meses que puede descargarse gratuitamente en Google Play y AppStore. Su interfaz es muy sencilla: muestra un banner con el grado de exposición del usuario, un botón para comunicar si estamos infectados y otro con recomendaciones de seguridad. Únicamente pide acceso al Bluetooth del teléfono.

«Funciona por cercanía con otros dispositivos. Usa el protocolo DP3T, que no necesita acceder a los contactos y es interoperable en Android y en iOS», explica Héctor Insausti, experto en ciberseguridad y director de la empresa Neocheck. Al utilizar únicamente la radiofrecuencia, el intercambio de datos se produce por cercanía de los teléfonos y sin mediación de un tercero ni de un centro de control.

Al activarse, la app detecta los dispositivos cercanos -siempre y cuando la tengan también instalada- y les envía un código. Cuando esta proximidad es inferior a dos metros y dura más de 15 minutos, Radar Covid almacena el código del interlocutor durante 14 días. En el caso de que alguno de estos usuarios alerte de que ha dado positivo en un test, la aplicación notifica a todos esos usuarios que han estado expuestos al contagio.

Para hacer esta notificación hay que introducir un código de 12 cifras facilitado por la autoridad sanitaria correspondiente tras confirmar el positivo.

Este es el extremo que falta por conectar y la causa de que la aplicación, de momento, sólo almacene códigos de contactos estrechos. Si la conexión con las autonomías se dilata en el tiempo, parte de la información guardada se perderá.

Todo el proceso es anónimo y voluntario y no se informa ni de quién, cuándo ni dónde ha podido causar el contagio. «La diferencia de esta app con otras que se han utilizado es que todo el proceso está descentralizado. No es necesario hacerla más invasiva porque no se gana detección por saber la identidad del contagiado», añade el experto en ciberseguridad. Como la información y las decisiones quedan en manos del usuario, el Gobierno está fomentando tanto la descarga de los ciudadanos como la adhesión de las comunidades.