La Asociación de Familiares de Usuarios y Usuarias del Centro Guadalmedina ha reclamado al presidente de la Diputación, Francisco Salado, «que dé marcha atrás al cierre del centro». Los familiares comparecieron ayer en rueda de prensa junto a la viceportavoz del PSOE en la institución, Antonia García, y la diputada provincial Irene Díaz. Además, representantes de la asociación han registrado un escrito en la Diputación dirigido al presidente solicitando «que no se cierren estas instalaciones».

Los representantes de la asociación de familiares de usuarios del Centro Guadalmedina aseguraron sentirse «engañados» por el equipo de gobierno, ya que, explicaron, «fueron convocados a una reunión por el Covid y finalmente se les acabó anunciando el cierre del centro». La presidenta de la asociación, Marisa Fernández, calificó de «inadmisible el contenido y las formas en la que se nos ha informado del cierre». Por su parte, el secretario de la asociación, Antonio Martín, criticó que el equipo de gobierno considere a familiares y usuarios del centro «un rebaño de ovejas que me llevo donde quiera», rechazando el cierre del centro y el traslado de los usuarios al Centro San Juan de Dios, concertado con la Junta. También rechazó «el despido» de trabajadores del centro Guadalmedina y pidió que, «si en última instancia fuera necesario el traslado de los usuarios, ese traslado se hiciera al centro Virgen de la Esperanza, dependiente de la Diputación y ubicado a menos de 200 metros del centro Guadalmedina». «Nuestros familiares tienen una sensibilidad muy especial a los cambios», lamentó Antonio Martín. Asimismo, la viceportavoz del grupo socialista en la Diputación, Antonia García, calificó de «atrocidad» el cierre del centro. «Si la decisión tomada por el equipo de gobierno de Salado en la Diputación se lleva a cabo, se cierra un centro que lleva funcionando más de 40 años, con un gran equipo de profesionales y trabajadores, que se quedan en la calle después de llevar allí trabajando más de 20 años».

García recordó que los usuarios y familiares no están en contra de la construcción del tercer hospital y reiteró que es compatible con el mantenimiento del centro. Por ello, ha vuelto a pedir que durante los trámites y construcción del tercer hospital usuarios y trabajadores sean trasladados al centro Virgen de la Esperanza, un centro dependiente de la institución y con capacidad para acoger a los 29 usuarios, y que posteriormente el centro Guadalmedina se integre en el futuro complejo del tercer hospital. «El equipo de gobierno debe velar por que los usuarios sigan perteneciendo a la Diputación como hasta ahora; hay usuarios que no tienen familia. Nadie en el equipo de gobierno ha pensado en lo que supone el cierre de este centro para ellos; personas que llevan toda la vida en el centro, con los mismos profesionales y las mismas instalaciones», recalcó García. «Le pedimos al presidente de la Diputación que se ponga en la piel de familiares y usuarios, seguro que cambiaría su postura».