Fran Ruiz nos habla en nombre de los tres jóvenes socios de Bumpers (junto a Juan Miguel Fernández y Nacho Pérez), una empresa que se dedica a la venta y comercialización de una prenda poco conocida en nuestra geografía pero que poco a poco va calando entre sus clientes: la guayabera.

¿Cómo definirían su trabajo? ¿Cuál es su filosofía y su visión de la moda?

Nuestra visión de la moda pasa por cambiar el standard de la moda. Hacer una moda juvenil pero adaptada a un público mayor, que las personas de 30, 40 y 50 años se sientan jóvenes vistiendo nuestras prendas. Queremos hacer una moda sostenible, distinta a lo que estamos acostumbrados a ver .

¿Por qué trabajan con guayaberas, poleras y camisas?

Cuando montamos la empresa vimos que la guayabera estaba teniendo mucho éxito en Sevilla, la gente la utilizaba en bodas y demás eventos. Era una prenda fresca, de verano, que sustituía a la americana y a la corbata. En España no era muy común su uso y para diferenciarnos decidimos apostar por ella. Es cierto que esta pieza estaba asociada a clientes mayores, de 60 y 70 años. Nosotros queremos hacer de la guayabera una prenda que puede ser llevada por la gente joven, adulta y también por los clientes más mayores.

¿De qué fuentes beben a la hora de diseñar sus piezas?

En moda está todo inventado. Nosotros nos fijamos en las marcas grandes, en multinacionales, que son las que marcan las tendencias.

¿Cómo se distribuyen el trabajo? Son tres socios con perfil muy diferente.

Cada uno se ocupa de una parte del negocio. Uno trabaja el marketing digital y las redes sociales, otro la gestión administrativa, otro del almacén y de los pedidos, etc.

Desde su punto de vista, ¿cómo se integra o se ha integrado una prenda como es la mascarilla en el hábitat de trabajo de un diseñador?

Al principio de la pandemia vimos que había necesidad de mascarillas por parte de la población. Fuimos de las primeras firmas en sacar la mascarilla con nuestra marca y las pusimos a la venta por cinco euros. Destinamos todo el dinero recaudado a comprar más mascarillas para hospitales y cuerpos de seguridad del Estado. En la actualidad seguimos vendiendo mascarillas y ahora las ofrecemos a otros negocios y se las hacemos personalizadas.

¿En qué se han inspirado a la hora de diseñar la mascarilla que presentan a través de La Opinión de Málaga?

Queríamos un diseño rompedor. Una mascarilla que pudiese combinar con todas nuestras prendas. Una mascarilla para salir a la calle a la moda.

¿Cómo definiría la experiencia de trabajo con un elemento tan inédito hasta ahora como es la mascarilla?

La mascarilla era una prenda que no se usaba nunca. Ha sido totalmente novedoso. Nosotros nos hemos documentado para ver cuáles eran los tejidos más adecuados, las protecciones, los filtros, etc. Al final han pasado unos meses y ya la mascarilla forma parte de nuestra cotidianeidad.

¿Están vendiendo muchas? El cliente que compra las mascarillas ¿es el mismo cliente que se interesa por otras de sus prendas, o no es así?

Al principio vendimos muchísimo. Ahora seguimos vendiendo pero bastante menos porque ya la población está abastecida de mascarillas. Nuestra clientela es fiel y muchos de ellos han sido reincidentes y nos han apoyado con las mascarillas. Además también hemos notado otra clientela nueva que se ha centrado exclusivamente en las mascarillas. Nosotros regalamos una con cada pedido de guayaberas y camisas que nos hacen.

¿Cómo les está afectando a ustedes en particular y al mundo de la moda en general la crisis provocada por la pandemia?

Cuando empezó el confinamiento estábamos muy asustados porque pensábamos que no íbamos a poder vender nuestra colección de verano. Se nos quedó toda la producción parada en la fábrica en esas semanas de encierro. En los meses de junio y julio las ventas han ido muy bien. En agosto, por el tema de las vacaciones, están bajando un poco pero esperamos que septiembre sea bueno. Estamos haciendo muchos eventos físicos, hemos estado en Marbella, en Ronda, en la ciudad de Málaga y alrededores para que la gente vea nuestros productos. En septiembre queremos sacar nueva colección y nos sentimos muy afortunados por ello.

Olvidándonos de la pandemia ¿cómo definirían el momento actual de la moda en Málaga?

Creo que necesitaba un pequeño cambio y empresas como la nuestra están ayudando a ese cambio.

¿Es Málaga una tierra de talento para la moda?

Sin duda alguna. Málaga ahora mismo está en auge y va a ser una de las referencias en muchos aspectos y el vestir va a ser uno de ellos.

Ustedes han apostado firmemente por la venta online y no tienen tienda física. ¿Tienen pensado abrir próximamente un espacio físico para vender sus productos?

Teníamos la idea de abrir tienda pero después de lo que ha pasado con la pandemia se nos ha quitado la idea debido a todos los problemas que han arrastrado las tiendas físicas. Creemos que el futuro está en la venta online. Es mucho más práctico y sobre todo cómodo.

¿Cómo encaran el 2021? ¿Son optimistas?

Hemos salido bien de la crisis y somos optimistas de cara al 2021. Presentaremos nuevos productos y a la gente le gusta nuestras prendas. Potencialmente puede ser un buen año.