Susana Hidalgo trabaja en lo que ella define como «el traje más importante en la vida de una mujer». Sus creaciones para las novias son ejecuciones arduas, concienzudas, llenas de matices, donde la confección artesanal forma parte de un estilo de hacer las cosas que culmina con auténticas obras de arte al servicio de las novias. Hidalgo se ha visto afectada, como el resto del sector, por la crisis provocada por la pandemia, y ha estado diseñando mascarillas para particulares y empresas mientras cree que 2021 será un año lleno de incertidumbres.

¿Cómo definiría su trabajo? ¿Cuál es su filosofía y su visión de la moda?

Todo pasa por la concepción artesanal y los diseños exclusivos.

¿De qué fuentes bebe a la hora de diseñar sus piezas?

Me inspiro mucho en la feminidad de la mujer, me gusta hacer vestidos sensuales y a la vez elegantes.

¿Cómo define la alta costura?

Me gusta la confección de tipo artesanal, los diseños únicos y exclusivos. Me enfrento a muchas horas de trabajo con bordados, piedras, diferentes tipos de texturas, de tejidos, construyéndolos poco a poco, trabajando de manera diferente a lo que es una producción.

¿A qué tipo de mujer están destinadas sus creaciones?

A mujeres muy femeninas, muy elegantes y muy sensuales. Mujeres con transparencias, que insinúan pero no llegan a la vulgaridad. Una mujer sobria, líneas rectas y cuello cerrado no me sale. Yo trabajo con espaldas al aire y buenos escotes.

Si hay algo por lo que se caracteriza Susana Hidalgo es por su concepcional artesanal de la costura...

Suelo hacer trajes de novia. El traje más importante en la vida de una mujer. Tras el boceto, empezamos a hacer un proceso artesanal en el que se hacen varios tipos de prueba, empiezo con un tejido que se llama glasilla para hacer un prototipo de patrón en el cuerpo de la novia; luego se va pasando al tejido definitivo y se va adaptando, a través de diferentes piezas que van formando el vestido. La alta costura es esto, un proceso muy lento en el que hay que poner mucho cuidado y un trato especial.

Desde su punto de vista, ¿cómo se integra o se ha integrado una prenda como es la mascarilla en el hábitat de trabajo de un diseñador?

Es una pieza que hay que integrarla en el vestuario. Es una pieza muy pequeña que exige una creatividad diferente y que ofrece muchas posibilidades. A mí me gusta combinar diferentes materiales y colores, ya que la tenemos que llevar por obligación que sea algo divertido y que favorezca en conjunto a nuestro look.

¿Ha introducido ya la mascarillas en su canal de ventas?

Estoy haciendo mascarillas de diseño, pero ahora sobre todo estoy vendiendo mascarillas en grandes producciones a empresas muy importantes de Málaga (hoteles, empresas de limpieza, clínicas, etc).

¿En qué se ha inspirado a la hora de diseñar la mascarilla que presenta a través de La Opinión de Málaga?

Es muy mía. Muy femenina, con mezcla de tejidos, de bordados, de color, con mezcla de colores vivos.

¿Cómo ha trabajado con un elemento prácticamente inédito como es la mascarilla?

Hemos tenido que adaptarnos a ella. Lo primero es asegurarse de que protegen ante la enfermedad. Investigué y utilicé los tejidos habilitados para esta función. A partir de ahí ya le incorporé la parte de diseño. No es lo mismo hacer un gran pedido de mascarillas para una empresa que para una persona que la quiere para lucirla en un evento. Son dos líneas totalmente diferentes.

¿Cómo le está afectando a usted en particular y al mundo de la moda en general la crisis provocada por la pandemia?

Yo, que me dedico a las novias, puedo decir que solo voy a hacer un 20 por ciento del trabajo que tenía cerrado. Espero que el 80 por ciento que he perdido lo pueda desarrollar en 2021. Este año ha sido muy duro y muy difícil para todo el sector, que se ha aferrado como clavo ardiendo a la fabricación de las mascarillas.

¿Con qué expectativas está trabajando Susana Hidalgo de cara a la temporada 2021?

Yo, estos meses tengo trabajo con novias y me lo planteo día a día, sin saber qué puede pasar en dos semanas. Tengo ya muchos encargos para las novias del año que viene, más o menos como un año normal sin pandemia.

Olvidándonos de la pandemia, ¿cómo definiría el momento actual de la moda en Málaga?¿Hay talento en nuestra ciudad?

La moda en Málaga estaba viviendo una época muy positiva y este 2020 era un año con unas expectativas altísimas. Málaga, no solo en moda, sino en muchos sectores, estaba funcionando muy bien. Málaga antes de la pandemia estaba haciéndose en el mundo de la moda un nombre a nivel nacional.

¿Tiene Málaga un talento especial para la moda?

Sí, mucho. Poco a poco estamos cogiendo nuestro sitio. Eso me alegra mucho porque tenemos un talento especial y poco a poco empezamos a ser valorados y a tener un posicionamiento acorde a nuestra forma de hacer las cosas.

¿El futuro de la moda pasa por la digitalización y la venta online? ¿o podrán convivir las tiendas físicas con los espacios virtuales?

La venta digital es una obviedad que está aumentando. En mi sector un traje de novia no se puede comprar online porque es el traje de tu vida y por lo tanto tiene que tener un proceso de venta más especial. Es un momento único.La digitalización viene muy bien para que te conozcan potenciales clientes que al final te acaban visitando en el taller.