El hombre más buscado por la Udyco Costal del Sol hasta principios de junio, cuando fue detenido en Dubái, ya se encuentra en una prisión de Málaga. Las autoridades de Emiratos Árabes, país conocido por sus reservas en las extradiciones, ya han resuelto la Orden Internacional de Detención y Entrega dictada por el Juzgado de Instrucción 2 de Marbella, que ordenó su búsqueda por su presunta participación en los asesinatos de David Ávila El Maradona y Sofian Ahmed Barrak El Zocato en San Pedro Alcántara (Marbella) y Estepona, respectivamente, en 2018.

Según fuentes cercanas al caso, la extradición de Amir Mekky ha culminado recientemente y, tras declarar ante los investigadores de la Policía Nacional y el juez que instruye el caso, ingresó en prisión a la espera de que se celebre el juicio. Tras la detención de sus compañeros en dos operaciones que se desarrollaron aquel año entre la Costa del Sol y Suecia, Mekky era la pieza que faltaba en el puzle de la Udyco. La más importante. Pese a sus 23 años -20 cuando aterrizó en Málaga-, es considerado por los investigadores como el líder de la organización de sicarios que protagonizaron uno de los años más violentos que se recuerdan en el litoral malagueño. Los asesinatos del Maradona y el Zocato, el primero de ellos ante su mujer e hijos, o la colocación de dos bombas que causaron importantes daños en la casa y el negocio de otro narco, son algunos de los crímenes por los que fueron señalados como los pioneros del narcoterrorismo en nuestro país.

Nacido en Dinamarca en el seno de una familia de origen iraní, Mekki se crió en la ciudad sueca de Malmö, donde el crimen organizado ha degenerado en los últimos años en una guerra callejera entre bandas que incluyen todo tipo de munición de guerra, incluidos los explosivos, para conseguir sus propósitos. Antes de asentarse en la Costa del Sol, la policía sueca conocía a su organización por sus vínculos con las extorsiones y los ajustes de cuentas hasta el punto de que fueron investigados y sospechosos en más de 17 asesinatos. Muy escurridizo, consiguió eludir la acción policial en la que cayó su grupo y huyó a Marruecos antes de volar en noviembre de 2018 a Emiratos, donde desapareció bajo otra identidad. Desde entonces, su localización implicó a las autoridades de España, Suecia, Reino Unido, Dubái, Catar y Tailandia, país en el que se detectaron movimientos de muchos conocidos suyos.