Las escuelas infantiles han sido las primeras en volver a las aulas tras la pandemia y arrancar este atípico curso escolar. La vuelta ha sido "deficiente y dura", tal y como asegura una profesora de la escuela infantil, Gugulandia; ya que la mitad de alumnado no ha asistido, debido al miedo que existe entre los padres. "Han asistido mucho menos niños de los que esperábamos", afirma una docente del Rincón de la Atalaya pero a pesar de ello "tenemos muchas ganas de empezar", dice.

El vacío en las aulas es generalizado en varias escuelas infantiles de la zona, como en la guardería La Mariquita donde "la mitad de los alumnos no han venido a las aulas", afirma una docente. "En marzo teníamos las matrículas llenas pero cada día se han ido echando para atrás", recalca.

El miedo de los padres, sumado al aumento diario de casos en la provincia, ha supuesto que muchas escuelas vean sus clases casi desiertas: "Seguimos las instrucciones y hemos adaptado el protocolo a nuestras aulas, pero aún así los padres tienen miedo", explican.

A pesar de esto muchas guarderías confían en que la situación "mejore y vaya bien", eso supondrá en muchas de ellas que los padres decidan volver a dejar a sus hijos en ellas. Por su parte la Asociación de Escuelas Infantiles Unidas afirman que "la adaptación se hará poco a poco pero esperamos que todo vaya fenomenal", dice Gema Alarcón, secretaria de la asociación.